Este artículo se publicó hace 2 años.
El presidente de El Salvador amenaza con dejar sin comer a los pandilleros encarcelados si repunta la violencia
Las medidas de "contención" del presidente Nayib Bukele han sido duramente criticadas por organizaciones internacionales, defensoras de los Derechos humanos.
Madrid-Actualizado a
"Les juro por Dios que no comen un arroz y vamos a ver cuánto tiempo duran". Estas han sido las palabras con las que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ha dirigido a los grupos de los miles de pandilleros que están actualmente en prisión. La amenaza ha tenido lugar después de que algunos compañeros de los encarcelados hubieran anunciado "vengarse" por el régimen de excepción que vive actualmente el país.
En El Salvador se ha declarado el estado de excepción, promovido desde el Gobierno y avalado por la Asamblea Nacional, afín a Bukele, con el objetivo de "controlar los disturbios". En nueve días, las fuerzas de seguridad salvadoreñas han detenido a 6.000 presuntos miembros de grupos armados y serían 22.000 en total ya en las cárceles.
La Constitución de El Salvador permite a la Asamblea Legislativa suspender derechos constitucionales en caso de circunstancias extremas, incluida
la existencia de "graves perturbaciones de orden público". El régimen de excepción tiene una validez de un mes, prorrogable una vez más por ese
mismo tiempo.
Ha sido durante un acto de graduación Academia Nacional de Seguridad Pública cuando el presidente ha querido mandar un mensaje "a los criminales que están fuera", ante los "rumores" que apuntan que "quieren empezar a vengarse de la gente honrada, al azar": "Hagan eso y no habrá ni un tiempo de comida en las cárceles", ha advertido en un discurso.
Medidas que contrarían los Derechos Humanos
Desde diferentes organismos internacionales, defensores de los Derechos Humanos, han criticado severamente las medidas impuestas para "contener" la violencia callejera en el país latinoamericano. Ante este cuestionamiento, Bukele ha sido tajante dejando claro que "no le importa" lo que puedan decir estas instituciones sobre la vulneración de derechos de sus ciudadanos.
"Que vengan a proteger a nuestra gente, que vengan a llevarse a estos pandilleros si tanto los quieren. Se los entregamos todos, al dos por uno", ha apostillado. Según Bukele, hay ONG que "necesitan que haya un baño de sangre para poder criticar, porque de eso viven".
"La comunidad internacional sí castiga a sus delincuentes con penas severas, pero no quieren que nosotros castiguemos a los nuestros porque
somos su experimento social y se lucran del baño de sangre de El Salvador", ha declarado el mandatario.
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