La pobreza en la Argentina de Milei alcanza su nivel más alto en dos décadas
Aumentó cerca de 13 puntos, alcanzando el 52,9% en la primera mitad del año, la cifra más alta en 20 años, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Javier Lewkowicz (Página 12)
Madrid-Actualizado a
La pobreza y la indigencia experimentaron un drástico aumento en el primer semestre del año en Argentina, alcanzando al 52,9% y al 18,1% de la población, respectivamente, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Estos datos reflejan un deterioro en comparación con los índices de 2023.
La escasez aumentó en el 40,1% de la población en el primer semestre de 2023 al 52,9% en el mismo período de este año, lo que representa un incremento del 30% en el número de personas en esta situación. En cuanto a la indigencia, el aumento es aún más significativo: pasó del 9,3% en el primer semestre de 2023 al 18,1%, lo que implica que casi se duplicó el porcentaje de indigentes.
En Argentina, en 2024, casi el 20% de la población no cuenta con los recursos suficientes para alimentarse adecuadamente. Esta situación representa un retroceso social en comparación con el segundo semestre del año pasado, cuando la pobreza se situó en el 41,7% y la indigencia en el 11,9%.
El portavoz del presidente de Argentina, Manuel Adorni, se defendió afirmando que, si Javier Milei no hubiera ganado las elecciones, la pobreza alcanzaría el 95%, una afirmación que carece de fundamento. Además, sostuvo que "la mejor manera de combatir la pobreza es luchar contra la inflación".
En 2002, tras la salida de la convertibilidad, la pobreza superó el 65%, mientras que entre 2011 y 2015, las estimaciones indican que la tasa osciló entre el 25% y por debajo del 30%.
24,8 millones de personas en situación de pobreza
Según las previsiones del Centro Cifra, vinculado a la CTA, si se proyectan las tasas de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, hay aproximadamente 24,8 millones de personas en situación de pobreza en el ámbito nacional, lo que representa un aumento de más de 5 millones en comparación con el semestre anterior. Además, se estima que 6,8 millones de personas se encuentran en situación de indigencia, lo que supone un incremento de 2,8 millones respecto al semestre anterior.
La desagregación por edad revela un panorama desolador en la niñez: en el ámbito nacional, el 66% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) se encuentran en situación de pobreza. Entre 2019 y 2023, la pobreza en este grupo había oscilado entre el 52% y el 58%. En cuanto a la indigencia, el porcentaje de NNyA es del 27%.
Otro dato relevante es que no solo ha aumentado la pobreza, sino que, en promedio, los pobres son más pobres que antes. Esto se refleja en la brecha, que mide la distancia entre el ingreso promedio de los hogares en situación de pobreza y la línea de pobreza establecida por el Indec. En el primer semestre, el ingreso promedio fue un 42% inferior a esta línea, lo que está estrechamente relacionado con el incremento de la inflación en los alimentos durante el verano, tras la megadevaluación implementada por Milei y Luis Caputo.
En los seis aglomerados urbanos ubicados total o parcialmente en la Provincia de Buenos Aires, la tasa de pobreza aumentó del 44,9% en el segundo semestre de 2023 al 58,7% en el primer semestre de 2024, lo que representa un incremento de 13,3 puntos. Por su parte, en el promedio de los aglomerados del resto del país, la tasa de pobreza subió del 38,3% al 47,4%, es decir, nueve puntos más.
Mientras que en la segunda mitad de 2023 la tasa de pobreza era 6,5 puntos más alta en los aglomerados urbanos de la Provincia de Buenos Aires, en la primera mitad de 2024 esa diferencia se amplió a 10,8 puntos. Esto refleja cómo la provincia, y en particular el Conurbano, −que experimentó un aumento de 14,2 puntos en la pobreza, alcanzando el 59,7%−, está siendo especialmente impactada por la política.
"Alarmante, pero previsible"
"Este aumento de la pobreza y la indigencia es alarmante, pero previsible según los indicadores que hemos observado en los últimos meses, como la caída de los salarios, especialmente en el sector público, las jubilaciones y los programas sociales, en particular el potenciar trabajo", explica Mariana González, economista del Centro CIFRA-CTA.
En respuesta a las declaraciones de Adorni sobre el papel de la inflación en la pobreza, González aclara que la clave no radica únicamente en la inflación, sino en el aumento de los ingresos en términos reales, algo para lo cual actualmente "no hay condiciones para una recuperación sostenida en el tiempo".
"Las políticas que respaldan esta menor inflación en comparación con el pico del verano no se pueden considerar permanentes, ya que se fundamentan, por un lado, en la apreciación del tipo de cambio real, lo que pone en riesgo las cuentas externas a largo plazo y, por otro lado, en una profunda recesión que impacta en el empleo y los ingresos. Esta situación es diferente a la que se observaba al final del gobierno anterior, cuando la alta inflación era una causa directa del deterioro de las condiciones sociales", añade.
Hernán Letcher: "Se busca disminuir los ingresos de los sectores de menores recursos en beneficio de aquellos con mayores ingresos"
Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), señala que "este dato es el más ilustrativo del modelo de Milei. Su política fomenta mecanismos de transferencia de ingresos de trabajadores activos y pasivos hacia los sectores concentrados del capital, además de tener una lógica claramente regresiva, ya que recurrentemente se busca disminuir los ingresos de los sectores de menores recursos en beneficio de aquellos con mayores ingresos".
"Fracaso de Gobierno"
"El aumento de 11 puntos en la pobreza refleja el fracaso del Gobierno en términos de resultados económicos y sociales. Las cifras de pobreza evidencian la urgencia social y productiva que enfrenta Argentina. Esta crueldad tiene un sustento teórico: como ha declarado en varias ocasiones el presidente, nadie se muere de hambre, la gente llega a fin de mes, y todo se resuelve por decisiones que se pueden encontrar en los manuales de microeconomía", opina Martín Burgos, economista del Centro Cultural de la Cooperación.
"Lo más preocupante es que numerosos economistas, tanto ortodoxos como heterodoxos, consideran que la situación solo puede empeorar, ya que este modelo no genera divisas, carece de reservas, y el aumento de los depósitos en dólares del blanqueo no puede aprovecharse. Todo parece indicar que se producirá una devaluación, lo que agravará aún más el panorama social", añade Burgos.
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