Este artículo se publicó hace 11 años.
Y Pelé, en su burbuja
La leyenda del fútbol brasileño pide a los manifestantes que dejan las calles y que animen a la selección. Las redes sociales se llenan de respuestas que rememoran una famosa frase de Romario: "Pelé en silencio es un po
Brasil vive las mayores protestas en dos décadas. El alto gasto público empleado en las obras de infraestructura para la Copa Confederaciones y el Mundial de 2014 ha molestado y mucho. La indignación se ha apoderado de las calles para pedir más servicios públicos de calidad al mismo tiempo que exigen el fin de la corrupción.
Sin embargo, Pelé parece no haberse enterado. La leyenda del fútbol brasileño ha hecho un llamamiento para que los manifestantes ceses sus protestas y se centren en el fútbol un día después de que la canarinha ganara ayer a México su segundo partido de la Confederaciones y se garantizara un puesto en las semifinales. "Olvidemos toda esta conmoción que ocurre en Brasil, todas estas protestas, y recordemos cómo el equipo brasileño es nuestro país y nuestra sangre", dijo el exfutbolista en una breve transmisión a través de la red O Globo TV.
Su destreza con el balón ha hecho que los aficionados al fútbol en Brasil veneren a Pelé, considerado uno de los mejores jugadores de la historia, si no el mejor. Sin embargo, no ha tenido la misma suerte con sus declaraciones, que, en muchas ocasiones, no han estado a la altura de su manejo del esférico. Su imagen se ha visto empañada en los últimos años por otra serie de comentarios desafortunados.
"Pelé, tu ignorancia es proporcional con tu genio en el fútbol"
Las reacciones a sus declaraciones sobre las protestas han incendiado las redes sociales. Se podrían resumir en aquella famosa frase que Romario pronunció una vez: "Pelé en silencio es un poeta". A la leyenda futbolística le recriminan que por su gran riqueza Pelé sabe muy poco sobre cómo viven los brasileños comunes.
"Ahora Pelé se encargó de grabar un vídeo diciendo a la población que olvide esta conmoción y apoye al equipo. El equipo nacional, la FIFA, los estadios que cuestan millones, váyanse al infierno", publicó una ciudadana en Facebook. "Ve a los hospitales, toma un autobús sin seguridad, entonces quiero ver si sigues diciendo cosas estúpidas", comentó otro en respuesta a una noticia en Internet sobre sus comentarios. "Pelé, tu ignorancia es proporcional con tu genio en el fútbol", escribió uno más.
Las protestas llevaron ayer a que Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades de Brasil, cedieran y bajaran el precio del transporte público, que era la reclamación inicial de los cientos de miles de manifestantes que han salido a las calles desde la semana pasada. Las autoridades locales se resistieron durante días a tomar este paso con el argumento de que tendrán que recortar inversiones y gastos social en otras áreas, como salud y educación, cuya mejora los manifestantes también reclamaban.
"El equipo nacional, la FIFA, los estadios que cuestan millones, váyanse al infierno"
Al final, las protestas continua pusieron a las alcaldías de Sao Paulo y Rio de Janeiro contra las cuerdas, después de que una decena de ciudades, entre ellas capitales importantes como Recife y Porto Alegre, ya anunciaran bajadas. En Sao Paulo viajar en el autobús y metro volverá a costar 3,00 reales (unos 1,36 dólares), en lugar de los 3,20 reales (unos 1,45 dólares) decretados a principios de este mes. En Río de Janeiro las tarifas bajarán también 20 centavos de real hasta los 2,75 reales (1,25 dólares).
Para hoy están previstas nuevas movilizaciones en decenas de ciudades, incluidas Sao Paulo y Rio de Janeiro, y el Movimiento Pase Libre, el impulsor original de las protestas, mantuvo la convocatoria pese al anuncio. "Nuestro objetivo fue alcanzado en cuanto hubo movimiento, pero continuaremos luchando por la tarifa cero", dijo Luiza Mandetta, una de las lideres de la organización.
La movilización "tiene que continuar porque no es solo por el precio del billete, es por la corrupción, por la salud, la educación", dijo a Efe Carolina Maranhão, una estudiante de biología de 20 años que ayer participó en una marcha en Niterói, un municipio en la región metropolitana de Rio de Janeiro. La protesta derivó en enfrentamientos entre la policía militar y un grupo de manifestantes que hicieron un gran fuego en una de las principales avenidas de la ciudad y atacaron establecimientos y un autobús. Previamente, en Fortaleza, en el noreste del país, hubo otra confrontación entre la policía y un grupo de manifestantes que cortaron el tránsito de la avenida principal de acceso al estadio que acogió el partido entre Brasil y México.
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