La oposición interior siria prepara el futuro

"El inmovilismo y la incertidumbre de la comunidad internacional se debe a que carecemos de una alternativa real en Siria. Y sin la ayuda externa no ganaremos esta batalla. Por eso vamos a celebrar la Conferencia Salvar el País". Quien habla es Harvin Osè, una joven activista kurda con años de experiencia en la oposición. Le acompaña Mishel Temmo. Ambos pertenecen al movimiento kurdo El Futuro. Temmo es uno de los nombres que suenan como futuro dirigente político en caso de que Siria viva un cambio radical hacia la democracia.

Su agenda es asfixiante. La conferencia conlleva mucho trabajo de organización y logística. Las diferentes corrientes de la oposición están poco coordinadas entre sí, les faltan puntos de conexión, deben consensuar un calendario y los ejes del debate. "Nuestro objetivo es que participen entre 100 y 300 personas. Esperamos que se lleve a cabo en unos diez días", explica Osè.

La Conferencia Salvar el País busca reunir a entre 100 y 300 delegados

¿Pero no temen que las autoridades les arresten? ¿Permitirán que se celebre en Damasco un encuentro así?

"No creo que nos detengan. Contamos con mucho apoyo. Les supondría un nuevo problema. Descarto que cometan un error así", responde Osè.

La conferencia pretende ser una versión mejorada de la que se celebró a principios de este mes en Anatalya. "El problema es que casi todos los asistentes a aquel evento están en el extranjero. Aunque juegan un papel muy importante, esta vez el enfoque será local, opositores sirios dentro de Siria", continúa Osè.

"No creo que nos detengan. Sería un problema para el régimen", dice Osè

Ninguno de los dos sabe qué ocurrirá en los meses venideros. Probablemente nadie lo sepa. "Todo depende de muchos aspectos. De la fuerza con que actúe el régimen, del aumento en el número de manifestantes, de la propiadesestructuración del Ejército y la Seguridad, de la reacción de la comunidad internacional", observa Temmo.

Al principio de las protestas, el presidente sirio, Bashar al Asad, dio luz verde al proyecto de diálogo nacional con el que pretende integrar a la oposición en la regeneración del país. Entonces la postura de la oposición era débil y estaban dispuestos a sentarse a negociar con el régimen. Pero ahora son fuertes y descartan esta posibilidad.

"Así es la política", recalca Temmo con una sonrisa. "Nuestra máxima ambición es que caiga el régimen, ya que por su propia naturaleza es incapaz de llevar a cabo reformas reales. Su permanencia está ligada a que el ciudadano no tenga capacidad de decisión", recalca Temmo.

Temmo quiere que este último punto quede bien claro. Y si cae, la nueva Siria deberá estar vertebrada por un "sistema democrático civil, plural, abierto, moderno, de unidad nacional y que respete las libertades individuales".

En política exterior los cambios también serían profundos. Su movimiento El Futuro mira más a Occidente que a Oriente. Irán y Hizbolá dejarían de ser prioridades. "Es pronto para fijar este punto, pero consideramos que Siria debería estar integrada en el mundo", aclara Osè.

Durante la conversación sale a relucir la Transición española, que podría ser una referencia útil para Siria: "Cómo, después de 40 años de una dictadura, se convirtió en un democracia civil". Y más adelante aparece el reproche: "Cuando estaba en la cárcel seguía con tristeza cómo los diplomáticos españoles venían a menudo a visitar a Al Asad, todo un dictador. Pensaba entonces en cómo un pueblo puede olvidar tan fácilmente su historia", reprueba Temmo.

La entrevista se realiza en una cafetería de la zona cristiana de Damasco. Los entrevistados no prestan mucha atención a los oídos de los comensales de las otras mesas. No les importa quién les escuche. No temen a los mujabarat [servicios de Inteligencia] ni a las consecuencias de sus palabras. "Ya no tenemos miedo. Hace tiempo que lo perdimos", afirma Osè.

Ella fue detenida durante 11 días al principio de las manifestaciones. Los 11 los pasó en huelga de hambre. Él salió de la cárcel recientemente. Pasó tres años en prisión por su activismo: "La cárcel pretende degradarte, robarte tu amor propio, para que cuando salgas te quieras tan poco que pienses que ya no puedes seguir ofreciendo algo que enriquezca a tu país. Sin embargo, la dignidad del ser humano es más fuerte".