Este artículo se publicó hace 5 años.
Hong Kong¿Qué está ocurriendo en Hong Kong? Cinco claves para entender un conflicto histórico
El conflicto en Hong Kong, que comenzó como una manifestación pacífica para proteger a los propios hongkoneses frente a Beijing, ha acabado movilizando a una sociedad que busca defender su democracia y sus libertades frente a China.
Madrid-
El ambiente en Hong Kong cada vez está más caldeado y la tensión ha llegado a niveles extremos a raíz de las protestas, ahora violentas, que llevan sucediéndose más de 100 días.
Lo que comenzó como una manifestación pacífica en contra de un proyecto de reforma de ley ha mutado y se ha convertido en un símbolo de la defensa de la democracia y de la Ley Básica de Hong Kong, es decir, su Constitución.
A continuación les traemos las respuestas a las cinco preguntas clave para comprender el conflicto en Hong Kong y las posibles consecuencias que este podrá acarrear.
¿Cómo comenzaron las protestas y por qué?
Las movilizaciones comenzaron el pasado 31 de marzo a modo de protesta contra el proyecto de una reforma de la Ley de Extradición, presentado por el gobierno de Carrie Lam que proponía que China pudiese juzgar a delincuentes hongkoneses.
Los hongkoneses no estaban de acuerdo, ya que conocían las formas de castigar chinas y temían que pudiesen utilizar esa reforma como modo de capturar a disidentes comunistas o personas contrarias al régimen al acusarlas de cualquier delito, por lo que salieron a la calle de forma pacífica para proteger a los suyos.
Al principio las protestas se centraban en pedir que esa reforma no se llevase a cabo, pero conforme pasó el tiempo, las reivindicaciones fueron mutando hacia el refuerzo de su Ley Básica, (su modelo de Constitución) donde se establece que el modelo de Hong Kong puede garantizar determinadas libertades a sus ciudadanos, como el derecho de la libertad de expresión y manifestación.
Esa misma ley garantiza también que Hong Kong, como territorio, puede aplicar su propio modelo político, basado en la democracia; su propia independencia judicial; su propio sistema económico y su propia moneda.
No obstante, en los últimos años la población hongkonesa ha visto como el gobierno de China ha intentado intervenir, basándose en el principio adoptado en 1997: "un país, dos sistemas".
La 'Revolución de los Paraguas', un claro ejemplo
Las protestas actuales en Hong Kong tienen parte de su origen en la Revolución de los Paraguas, las revueltas producidas en la región en 2014. Con el 22 de septiembre de 2014 como punto de partida y con el movimiento Occupy Central with Love and Peace y el consejo estudiantil Scholarism como principales precursores, la Primavera Asiática tomó las calles para exigir la reforma electoral de Congreso Nacional del Pueblo, de cara a sus presidenciales de 2014.
Pero, ¿en qué se parecen la Revolución de los Paraguas y las Protestas actuales?
Ambas protestas tienen como promotores y principales manifestantes a los jóvenes, pero en la Revolución de los paraguas los hongkoneses salieron a las calles para demandar el sufragio universal y la elección directa del gobierno local, mientras que en las protestas actuales comenzaron con el ya mencionado proyecto de reforma de ley.
Sin embargo, en el fondo ambas comparten la misma preocupación, que emana directamente del sentimiento de vulneración de su Ley Básica. Esta preocupación, además se acentúa por el miedo a la desaparición de su Constitución, según augura el acuerdo alcanzado en 1997 entre parte del Reino Unido y la República Popular China.
¿Cómo han evolucionado las protestas?
Las protestas contra el proyecto de Ley de extradición o lo que es lo mismo, las protestas actuales en Hong Kong, comenzaron con una serie de concentraciones y manifestaciones pacíficas en las calles, hasta que cansados de no observar mucha reacción gubernamental, algunos grupos irrumpieron en el Parlamento con sombreros amarillos.
En verano la situación empeoró y las marchas se hicieron cada vez más frecuentes. Los manifestantes cerraron el aeropuerto de la ciudad, considerado punto clave por su seguridad y para hacer llegar su mensaje a la comunidad internacional y la Policía comenzó a intentar frenar a los manifestantes que lanzaban huevos, ladrillos y cócteles molotov con gases lacrimógenos, disparos al aire (que hirieron a un hombre) y cañones de agua.
Ahora, aunque el pasado septiembre el gobierno pekinés retiró la propuesta de reforma de la Ley de Extradición, Carrie Lam, ha prohibido el uso de máscaras en las manifestaciones desde la medianoche de este viernes, acción que según el Gobierno permitirá identificar a los manifestantes que usaban máscaras.
Lam ha recurrido a una Ley de Emergencia de la era colonial, pero ha remarcado que "la ley no implica que Hong Kong esté en estado de emergencia", sino que "las protestas son cada vez más frecuentes y violentas".
Según la Jefa Ejecutiva de Hong Kong, tomar la decisión de aprobar este tipo de legislación "no ha sido fácil, pero necesario" y especificó que esta ley se presentará en el Consejo Legislativo el 16 de octubre para que los legisladores puedan modificarla, pero ya después de haber sido implementada.
¿Cuáles han sido las consecuencias de las protestas?
En un principio, los jóvenes realizaron primero “un claro desafío contra la autoridad de Hong Kong y se ha terminado en una confrontación con Beijing”, según comenta a Público Rafael Bueno, director del departamento de Política, Sociedad y Educación de Casa Asia, un organismo de diplomacia pública e integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Generalitat de Catalunya y los Ayuntamientos de Barcelona y de Madrid.
Las consecuencias finales son difíciles de predecir. “Se comenzó pidiendo la retirada de una Ley de Extradición, luego pidieron unas elecciones libres para el 2020, y quizás se acabarán conformando con que la Ley Básica no se toque hasta el 2047”, explica Bueno.
¿Qué puede ocurrir en los próximos meses?
"Beijing tiene muchos frentes abiertos ahora mismo: la desaceleración de su economía, la guerra comercial con Estados Unidos... Pero no creo que deje escalar la situación en Hong Kong mucho más”, reflexiona Bueno a Público sobre el futuro de Hong Kong.
"El problema de fondo seguirá latente en mayor o menor intensidad"
“Si Carrie Lam, con la nueva medida que entra en vigor la medianoche del viernes de no poder llevar máscaras, no consigue parar las protestas, puede terminar perdiendo el apoyo de Beijing, escenario que recuerda a Tiananmen en el 89…”, confirma el director del departamento de Política de Casa Asia.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina y la tensión rozando límites extremos, Bueno cree que lo mejor para ambas partes es llegar a un compromiso, aunque matiza, “el problema de fondo, seguirá latente en mayor o menor intensidad porque, al final, como diría George Moustaki, "solo se puede renunciar a la libertad por una prisión de amor…", y lo que les ofrecen desde Beijing no es precisamente amor”.
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