Este artículo se publicó hace 15 años.
El niño balsero Elián reaparece como delegado juvenil comunista
Sobrevivió al naufragio de la balsa que lo conducía a Miami y en la que murió su madre
Han transcurrido diez años. Elián, el niño balsero, se ha transformado hoy en el jovencito Elián González, delegado de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y camilito (estudiante en una escuela militar). Tiene 16 años y "esa mirada que cautivó al padre, al abuelo, a las madres, a las familias norteamericanas, a la señora Reno [Janet Reno, fiscal general durante la Administración de Bill Clinton, que puso todo su empeño para que Elián volviera a Cuba con su padre]". El fotógrafo Ismael Francisco, autor de estas palabras y de las fotografías que aparecen en el portal oficialista cubadebate.cu, captó a Elián durante el Congreso de la UJC que terminó ayer.
A lo largo de esta década, Elián ha comparecido en algunas concentraciones junto a su padre, Juan Miguel González, y a Fidel Castro, pero esta es la primera vez que participa en una reunión del partido. La odisea de Elián, que milagrosamente sobrevivió al naufragio de la balsa que lo conducía a Miami y en la que murió su madre, atrajo durante meses la atención internacional.
Los sectores más ultras de Miami quisieron convertir al niño en emblema anticastrista, negándose a que volviera a la isla junto a su padre, que recuperó la patria potestad de Elián. Por primavera vez en mucho tiempo, revolucionarios y detractores se unieron para pedir el regreso del niño, que durante semanas vivió con unos familiares de su madre en la capital de Florida mientras se llevaba a cabo un proceso legal. Finalmente, una contundente intervención policial, criticada y alabada por igual en EEUU, le arrancó de aquel hogar para devolverle con su padre.
Durante la reunión de la UJC, Elián ha escuchado a sus compañeros quejarse del "consumismo", la "apatía" y la "desobediencia" de gran parte de la juventud cubana, "que dañan con sus actitudes y sus conductas los nobles propósitos de la obra revolucionaria", según Liudmila Álamo, reelegida al frente de la UJC. "Ante la subversión ideológica dirigida a quebrar la unidad del pueblo, sembrar la duda, modificar patrones de conducta de nuestra ideología, y promover el individualismo y el hipercriticismo, resulta vital fortalecer la unidad", insistió la secretaria general.
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