Este artículo se publicó hace 2 años.
Nancy Pelosi asegura que EEUU "no abandonará" su compromiso con Taiwán
La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense a la isla ha generado un gran malestar en el Gobierno chino. Pekín la ha definido como "una provocación deliberada", y la Unión Europea pide evitar "errores de cálculo".
Madrid--Actualizado a
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EEUU), Nancy Pelosi, ha abandonado Taiwán este miércoles entre agradecimientos y condecoraciones. En su visita, la representante del país abanderado de la democracia liberal se ha reunido con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen. Un encuentro no anunciado oficialmente que el Gobierno chino ha interpretado como un desafío, ante el cual respondió con un despliegue militar en el estrecho y sanciones comerciales.
"No abandonaremos Taiwán", ha reafirmado la estadounidense. Desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaran allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas, EEUU ha considerado a la isla un bastión de su modelo social, político y económico en el extremo oriente. China, por su parte, reclama la soberanía del país y considera a Taiwán una provincia rebelde.
EEUU considera a China como una amenaza para su poder en la comunidad internacional
Pelosi ha asegurado que la "solidad estadounidense con Taiwán es crucial" y que la determinación de su país por "proteger la democracia taiwanesa y en el resto del mundo" permanece "inalterada". Tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991 y la aniquilación de los líderes del terrorismo islámico, China se ha erigido durante estos último años como nueva amenaza para las maniobras internacionales del país estadounidense. Así lo determinó la última cumbre de la OTAN en Madrid.
La presidenta taiwanesa ha respondido como es propio y ha condecorado a Pelosi con la Orden de las Nubes Propicias por su "apoyo" al territorio. En la misma línea, ha mostrado su esperanza de que ambos países "continúen su apoyo mutuo". La invasión rusa de Ucrania, a donde Pelosi también viajó el pasado mayo, ha hecho que el estrecho "haya recibido atención mundial", con las principales potencias temerosas de que se desencadene una situación similar a la que se está viviendo en el continente europeo y se agrave el contexto de crisis.
Taiwán hará todo lo posible para que EEUU proteja su independencia de las fuerzas chinas
La intención de Tsai es convertir a la isla en "una fuerza estabilizadora clave" a la hora de "garantizar el desarrollo del comercio global y de las cadenas de suministro" para posicionarse como un peón imprescindible en la economía mundial y asegurarse así su protección frente a China. El Acta de Relaciones de Taiwán de 1979 no garantiza que EEUU vaya a intervenir militarmente si la República Popular de Xi Jinping ataca a la isla, pero tampoco lo descarta.
China "no se quedará cruzada de brazos"
Durante su visita, Pelosi se ha reunido, además, con miembros de los partidos políticos representados en el legislativo, entre ellos, el gobernante Partido Progresista Democrático (PPD) y el opositor Kuomintang. Está previsto que la funcionaria abandone Taiwán a lo largo de la tarde del miércoles para reanudar su gira por Asia, con paradas en otros países amigos como Corea del Sur.
China considera que la visita de Pelosi a Taiwán es "una provocación deliberada"
Japón, que ha transmitido su rechazo a las maniobras militares anunciadas por China en torno a Taiwán, también será anfitriona de Pelosi. En rueda de prensa, el portavoz gubernamental nipón, Hirokazu Matsuno, ha afirmado sentirse "preocupado" por la situación en el estrecho y ha pedido contención al país vecino. "La paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán es importante no sólo para la seguridad de Japón, sino para la estabilidad de la comunidad internacional", sostiene el japonés.
Por su parte, China ha asegurado que "no se quedará de brazos cruzados" y ha decidido convocar al embajador de EEUU en el país asiático, Nicholas Burns, para trasladarle su malestar y protestar por la visita de Pelosi, que ya considera "una provocación deliberada". Según el Gobierno pekinés, el encuentro constituye una seria violación del principio de 'una sola China', que daña las bases de la relación bilateral y ataca seriamente a la soberanía e integridad territorial de su país: "EEUU debe rendir cuentas por decir una cosa y hacer otra".
No es la primera vez que los mandarinos chinos se sienten violentados por las políticas internacionales de los estadounidenses, pues ya advirtieron de la escalada de tensiones con otras acciones de Washington como la inclusión de Taiwán en su "Estrategia para el Indo-Pacífico", la desaparición de la frase "Taiwán es parte de China" de la página web del Departamento de Estado o el incremento de la venta de armas a la isla.
Bruselas pide evitar "errores de cálculo"
La Unión Europea no ha querido pronunciarse sobre la visita de Pelosi a Taiwán. Este miércoles, la portavoz comunitaria de Exteriores Nabila Massrali ha indicado a EFE que la UE tiene "interés en preservar la paz y el statu quo en el estrecho de Taiwán". Ha recordado que Bruselas tiene una "clara política" de "una sola China".
"Alentamos la resolución pacífica de los asuntos del estrecho", dijo la portavoz, quien consideró que deben mantenerse "los canales de comunicación adecuados para reducir los riesgos de errores de cálculo" y "las tensiones deben resolverse mediante el diálogo".
"Reconocemos al Gobierno de la República Popular China como el único gobierno legal de China, al tiempo que mantenemos relaciones amistosas y una estrecha cooperación con Taiwán en una amplia gama de ámbitos", ha sentenciado Massrali.
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