Mercosur y la Unión Europea cierran en Montevideo un acuerdo de libre comercio pese al rechazo de Francia e Italia
El pacto se ha firmado tras 25 años de negociaciones y ahora deberá ser ratificado por ambos bloques.
Montevideo--Actualizado a
Mercosur y la Unión Europea cerraron este viernes en Montevideo (Uruguay) el texto de un tratado de libre comercio después de casi 25 años de negociaciones y que ahora tendrá que pasar por un proceso de ratificación en ambos bloques.
"Estamos reforzando nuestra asociación como nunca antes", afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sentada junto a los jefes de Estado de los países del Mercosur, en una rueda de prensa.
"Es un día verdaderamente histórico", aseguró la presidenta de la Comisión Europea, quien en ese sentido recordó diálogos que las partes llevaron a cabo hace 30 años y dijo que este viernes en Montevideo se convirtió esa visión en una realidad, mientras que también aprovechó la oportunidad para agradecer a los negociadores que trabajaron "de forma incansable por muchísimos años".
Von der Leyen: "Estamos reforzando nuestra asociación como nunca antes"
"Estamos fortaleciendo esta alianza única como nunca antes y al hacerlo estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo", indicó Von der Leyen, quien añadió que el acuerdo no es solo una necesidad económica, sino también "una oportunidad política".
Von der Leyen aseguró que el acuerdo también refleja el "sólido compromiso" del bloque con la lucha contra la deforestación, tras la inclusión de un nuevo anexo con garantías medioambientales. Dijo que los "esfuerzos" del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, para "proteger" la Amazonía son bienvenidos, pero indicó que esto es una "responsabilidad compartida" por toda la humanidad.
Por otra parte, apuntó que el acuerdo es una "clara respuesta" ante el fraccionamiento e hizo hincapié en que ambos bloques derribaron barreras que permitirán el ingreso de inversiones en un mercado de más de 700 millones de personas.
Finalmente, le habló a Europa y dijo que será "una ganancia" para dicho continente, que tiene 60.000 empresas exportando al Mercosur y que ahorrará 4.000 millones de dólares a estas.
Durante el anuncio también habló el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien lo hizo en representación de todo el bloque del que su país ejerce hasta este viernes la presidencia pro témpore.
En su discurso, contó que tiene hijos de 18 y de 20 años que cuando se enteraban que el acuerdo había llevado 25 años de negociaciones "no podían entenderlo". "Hoy voy a volver a casa un poco mas tranquilo", enfatizó el mandatario.
Antes de la conferencia, Von der Leyen se reunió durante unos 30 minutos en la sede del Mercosur con Lacalle Pou, Javier Milei, Santiago Peña y Luiz Inácio Lula de Silva.
Francia e Italia rechazan el acuerdo; España y Alemania lo celebran
Francia ha marcado su clara oposición al acuerdo con el Mercosur y ha avisado que luchará "en cada etapa" contra su aplicación. Así lo ha advertido la ministra de Comercio Exterior en funciones, Sophie Primas, quien puntualizó que el anuncio del pacto en Montevideo no supone su firma.
La responsable francesa indicó que ahora tienen que pronunciarse el Consejo Europeo y luego el Parlamento Europeo. "Francia luchará en cada etapa junto a los Estados miembros que comparten su visión", concluyó.
Cuando el jueves se supo que Von der Leyen estaba en la capital uruguaya, el presidente francés, Emmanuel Macron, recordó la posición de su país, que considera el acuerdo "inaceptable en el estado actual" y previno: "Seguiremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola".
Macron: "Seguiremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola".
Francia se queja de que ese acuerdo permitirá la entrada en la UE de productos que no cumplen las normas sanitarias o medioambientales europeas y eso supone una competencia desleal que va a perjudicar gravemente a sus agricultores y ganaderos. También reprocha que el acuerdo no ha integrado el Acuerdo de París sobre el clima.
De la misma manera, el Gobierno italiano ha advertido de que no firmará el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur a menos que incluya mayores garantías para los agricultores europeos, según fuentes del gabinete de la primera ministra, Giorgia Meloni.
"Confirmando que la profundización de las relaciones con los países del Mercosur debe seguir siendo una prioridad estratégica, en términos políticos, económicos e industriales, tanto para la UE como para Italia, el Gobierno italiano considera que no hay condiciones para firmar el texto actual", indicaron a Efe las fuentes.
Añadieron que la firma del acuerdo UE-Mercosur "sólo puede tener lugar a condición de que se incluyan garantías y compensaciones adecuadas en caso de desequilibrios en el sector agrícola".
Por otra parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado de histórico el acuerdo, que ha dicho que servirá para tender un "puente económico" sin precedentes entre Europa y América Latina.
Sánchez ha calificado de histórico el acuerdo
El jefe del Ejecutivo ha garantizado que España trabajará para que este acuerdo sea aprobado por mayoría en el Consejo Europeo. "La apertura comercial con nuestros países hermanos latinoamericanos -ha añadido- nos hará a todos más prósperos y más fuertes".
Su homólogo alemán también celebró el hito alcanzado: "Tras más de 20 años de negociaciones, los países del Mercosur y la UE han alcanzado un acuerdo político", escribió el canciller de Alemania, Olaf Scholz, en la red social X.
"Un importante obstáculo para el acuerdo ha sido superado. Esto creará un mercado libre para más de 700 millones de personas, así como más crecimiento y competitividad", agregó.
Críticas de los sindicatos y consumidores europeos
La Confederación Europea de Sindicatos y la organización europea de consumidores BEUC criticaron este viernes el acuerdo de asociación entre la UE y el Mercosur por el impacto que podría tener sobre las condiciones laborales y la sostenibilidad, mientras que la patronal BusinessEurope celebró el pacto porque envía "una señal positiva" en un momento de auge del proteccionismo.
La Confederación sindical pidió al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE (los Estados miembros) que rechacen el acuerdo puesto que contempla una "débil protección laboral" y la "falta de transparencia y legitimidad democrática" de las recientes negociaciones ha incrementado esa inquietud.
"Necesitamos mecanismos para asegurar que nuestras condiciones de trabajo por las que tanto hemos luchado sean respetadas. Esto significa dar a las disposiciones laborales auténtica fuerza, de modo que trabajadores y sindicatos, aquí y en los países socios, puedan hacer rendir cuentas a las grandes corporaciones", dijo en un comunicado su secretario general, Claes-Mikael Stahl.
La organización criticó que el acuerdo no contemple mecanismos robustos, incluidas sanciones, para perseguir las violaciones de los derechos laborales, y que las herramientas propuestas por la UE para proteger a los trabajadores de los sectores que se verán perjudicados por el acuerdo "son inadecuadas".
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