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Más de 90 muertos en una oleada de atentados en Irak

Al menos 223 personas han resultado heridas en 16 explosiones en varios puntos del país

Reuters

Al menos 91 personas han muerto en Irak y otras 223 resultaron heridas en una oleada de atentados que está siendo interpretada como un repunte de la violencia sectaria. Nadie ha reivindicado los ataques, que tuvieron como centros más importantes las zonas chiíes de Bagdad y Taji y la ciudad de Kirkuk. El Gobierno, sin embargo, acusa a Al Qaeda.

'Los últimos ataques son un claro mensaje de que Al Qaeda en Irak está determinada a provocar una sangrienta guerra sectaria', dijo a la agencia Reuters un alto cargo de seguridad iraquí bajo condición de anonimato. 'Con lo que está ocurriendo en Siria, estos ataques deberían tomarse seriamente como una potencial amenaza para nuestro país. Al Qaeda está intentando empujar a Irak al borde de una guerra entre chiíes y suníes', advirtió.

La violencia sectaria alcanzó su máximo nivel en 2006-2007 pero los ataques mortales han persistido mientras las tensiones políticas entre la mayoría chií de Irak, los suníes y facciones kurdas han aumentado desde la retirada de las tropas estadounidenses del país en diciembre. La avalancha de ataques orquestados se producen tras los atentados con coche bomba del domingo en dos ciudades al sur de Bagdad y en la ciudad santuario chií de Najaf, en los que murieron 20 personas y otras 80 quedaron heridas.

En Taji, a 20 km al norte de Bagdad, seis explosiones, incluido un coche bomba, estallaron cerca de un complejo de viviendas. Una séptima explosión en el mismo lugar provocó una carnicería entre los policías que habían llegado al lugar de la escena. En total murieron 32 personas y 48 resultaron heridas.

Dos coches bombas estallaron cerca de un edificio del gobierno en Ciudad Sadr (Bagdad) y en la principal zona chií de Husainiya en las afueras de la capital, matando a un total de 11 personas e hiriendo a 73, dijo la Policía. En Kirkuk, cinco coches bomba mataron a seis personas e hirieron a 17, mientras que los ataques con armas de fuego en puestos de control alrededor de la remota provincia de Diyala mataron a seis personas, incluidos cuatro soldados y un policía, e hirieron a 30, según fuentes policiales.

La explosión de dos coches bomba aparcados cerca de un control militar mató a cinco personas e hirió a 22 en la ciudad de Jan Bani Saad, a 30 km del noreste de Bagdad. Mientras que un grupo de hombres armados mataron a cuatro soldados e hirieron a otros cinco en un puesto de control en la ciudad de Udhaim.

El mes pasado fue uno de los más sangrientos en el país tras la marcha de las tropas estadounidenses, con al menos 273 muertos y más de 600 heridos.

Irak, cuya enorme provincia desértica de Anbar, un bastión suní, limita con Siria, está alterada por el impacto del conflicto que hace estragos en el país vecino, escenario de una revuelta suní contra el régimen alauí del presidente Bashar al Asad.

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