Este artículo se publicó hace 3 años.
Marruecos adquiere a Israel drones 'suicidas' por valor de 22 millones de dólares
La creciente injerencia de Israel en los problemas de Oriente Próximo se extiende hasta Marruecos con la venta de drones y la firma de un acuerdo que impulsará las relaciones militares entre los dos países.
Eugenio García Gascón
Actualizado a
La empresa de armamento Israel Aerospace Industries, de propiedad estatal, suministrará a Marruecos drones de ataque conocidos como 'kamikaze' por valor de 22 millones de dólares en el primer acuerdo militar de esta naturaleza entre los dos países, según informó el martes el diario Haaretz, solo días después de que el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, visitara Rabat el 24 de noviembre.
El acuerdo prevé así mismo la fabricación del 'dron suicida' de la clase Harop en Marruecos, según informó Africa Intelligence, aunque el diario Haaretz no pudo confirmar este extremo puesto que la Israel Aerospace Industries declinó hacer comentarios al respecto.
Se trata de un dron capaz de localizar un objetivo, lanzarse contra él y explotar al llegar a su destino
Harop es un dron de 2,5 metros de largo y tres de anchura que puede volar hasta siete horas y más de 1.000 kilómetros con una carga de 20 kilógramos de explosivos. El dron Harop lo usó Azerbayán el año pasado en el conflicto de Nagorno-Karabakh, siendo esa la primera vez que se utilizó de manera ofensiva, proporcionando a Azerbayán una ventaja estratégica sobre Armenia.
Marruecos se sumará así al club del que ya forman parte Israel y la India, además de Azerbayán, en el uso de ese dron que es capaz de localizar un objetivo, lanzarse contra él y explotar al llegar a su destino.
Además, la semana pasada el ministro de Defensa israelí Gantz firmó con su homólogo marroquí Abdellatif Loudiyi un acuerdo de cooperación militar que allana el camino para que los dos países firmen e impulsen otros acuerdos de venta de armas.
Ese acuerdo llega justo un año después de que Israel y Marruecos anunciaran el establecimiento de relaciones diplomáticas impulsado por el presidente Donald Trump durante las últimas semanas de su mandato. A cambio de normalizar las relaciones con Israel, Rabat ha obtenido el reconocimiento de su disputada soberanía sobre el Sáhara Occidental ocupado desde 1975, tanto por parte de Israel como de Washington.
Con la adquisición de los drones y con la posible adquisición de más armamento israelí, que se une a la adquisición en septiembre de drones de fabricación turca Bayraktar, Marruecos busca incrementar el control militar sobre el territorio del Sáhara Occidental en el que todavía se mueve la resistencia del Frente Polisario.
Marruecos podrá usar el dron Harop en su ofensiva contra el Frente Polisario en el 20 por ciento del territorio que los marroquíes todavía no controlan. Pero su adquisición constituye una amenaza estratégica para otros países limítrofes como Argelia y España.
Marruecos busca incrementar el control militar sobre el territorio del Sáhara Occidental
Las tensiones entre Marruecos y Argelia, originadas precisamente por el conflicto del Sáhara Occidental, se han agravado en los últimos meses y han llevado a Argelia a romper las relaciones diplomáticas con Rabat. A principios de noviembre murieron tres camioneros argelinos en un ataque marroquí en el sector sur del Sáhara Occidental.
El 21 de noviembre la página oficial del ejército marroquí en Facebook ya informó de la adquisición del sistema anti-drones israelí Skylock Dome, una parte del cual habría llegado a Marruecos, otro dato que corrobora el interés del país magrebí por la industria armamentista de Israel.
Al entrometerse en los conflictos del Magreb, Israel no solo gana dinero para su industria militar (en los dos últimos años Israel Aerospace Industries no había vendido armas en África, según datos de la compañía) sino que también amplía su influencia al Mediterráneo occidental. Ahora mismo la presencia de Israel se extiende desde los confines de Irán hasta el Atlántico, es decir prácticamente por todo el mundo árabe incluido el Golfo Pérsico.
Esta presencia es decisiva en numerosos de los conflictos que hay en Oriente Próximo, unas veces de manera directa y otras indirecta. En el Magreb esta presencia sin duda conducirá a una escalada armamentista que no solo afectará a Marruecos y Argelia sino que con toda probabilidad también implicará a España.
El conflicto del Sáhara Occidental guarda un gran parecido con el de Palestina, puesto que ni Israel ni Marruecos están dispuestos a ceder y trabajan día y noche con el objetivo de anexionarse Cisjordania y el Sáhara Occidental sin atender a las resoluciones internacionales.
Su adquisición constituye una amenaza estratégica para otros países limítrofes como Argelia y España
En este sentido, ambos países cuentan con el respaldo de Estados Unidos mientras que la Unión Europea es incapaz de articular una política clara y justa en el norte de África y Oriente Próximo. Hace ya décadas que los comunicados de Bruselas y las capitales europeas son recibidos con sorna en toda la región.
Mandatarios como Angela Merkel y Emmanuel Macron parecen encantados con la expansión israelí en el sur del Mediterráneo y Oriente Próximo, a pesar de que es una presencia problemática y puede suscitar y alimentar a medio plazo problemas graves que redundarán en perjuicio de Europa.
Aunque es cierto que Alemania y Francia rechazan la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, no son capaces de mover ficha para defender sus intereses. Conforme se vaya solidificando la injerencia de Israel, será más complicado que los mandatarios europeos salgan del marasmo en que se encuentran.
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