Este artículo se publicó hace 4 años.
VaticanoLa liquidez del Vaticano, en manos de la Capilla Sixtina
Los célebres Museos Vaticanos representan más de la mitad de los ingresos anuales de la Santa Sede. Pero el coronavirus y la caída de las visitan aumentará drásticamente el déficit del Estado más pequeño del mundo. Por el momento, son principalmente los romanos quienes están visitando "los museos del Papa", de modo que las pérdidas podrían rondar en torno a los 100 millones de euros.
Roma (Italia)-
¿Cuánto pesan los ingresos de los Museos Vaticanos en la solvencia inmediata de la Santa Sede? El país más pequeño del mundo, por razones obvias, no puede pensar en términos productivos. Bien es cierto que se trata de un Estado funcional, al servicio de la causa religiosa del Papa y de la Iglesia Católica, pero al fin y al cabo tiene una vida propia en el concierto internacional. Y una autonomía económica que mantener.
En este contexto, los Museos Vaticanos que acogen la célebre Capilla Sixtina de Miguel Ángel son la principal fuente de ingresos de la Ciudad del Vaticano, con una facturación anual media que gira en torno a los 150 millones de euros, que equivale aproximadamente al 55% de los presupuestos totales de la Santa Sede. Aunque es bien conocido que el Vaticano no apuesta siempre por el equilibrio presupuestario en aras de ayudar a las iglesias y misiones más pobres del mundo; el coronavirus ha cambiado lógicamente no sólo su vida interna sino también el flujo de visitantes extranjeros hacia los Museos Vaticanos. Si por un lado la prensa italiana asegura citando fuentes oficiales que la Santa Sede este año 2020 podría tener un déficit de más de 50 millones de euros; habría que añadir otros 100 millones de pérdidas vinculados al coronavirus.
La desescalada ha permitido que los "museos del Papa" estén abiertos nuevamente, con las debidas medidas de seguridad. Pero lo cierto es que la tímida vuelta del turismo prevista para este año no ofrece muchas esperanzas a los Museos Vaticanos y a los responsables de las finanzas de la Santa Sede. Así que, por el momento, los principales visitantes de las pinacotecas del Santo Padre están siendo los romanos y, en menor medida, el resto de transalpinos. Muchos habitantes de la Ciudad Eterna se están acercando a los célebres Museos Vaticanos para apreciar, sin las habituales oleadas de turistas, las grandes colecciones papales. Como nunca antes.
¿Pero cuánto está perdiendo el Vaticano por tener "sólo" a los romanos en sus históricos Museos? Según una estimación publicada en los últimos días por el diario italiano La Repubblica, a lo largo del mes de junio han entrado en los Museos Vaticanos sólo unas 60.000 personas con una aportación de 1 millón de euros; todo ello cuando habitualmente los ingresos precoronavirus superaban los 12 millones de euros. Así pues, en un mes cualquiera antes de convivir con el coronavirus, los Museos Vaticanos acogían de media unas 750.000 personas. Entre 6 y 7 millones de turistas al año.
Así pues, la bajada drástica de las visitas está afectando directamente en la liquidez inmediata del Estado del Papa. Visto desde fuera, a pie de calle, el Vaticano sufre una suerte de contradicción: tiene un gran patrimonio inmobiliario y artístico, pero una recaudación directa muy limitada. En los últimos cuatro años, la Santa Sede ha registrado unos gastos anuales por un valor de 320 millones de euros, frente a unas entradas de 270 millones, así pues, con un descuadre anual de unos 50 millones de euros.
Pero este año, además, la crisis del coronavirus ha provocado que la fuente mayoritaria de ingresos de la Santa Sede, los Museos Vaticanos, pueda tener una caída muy importante ya que, siguiendo el actual ritmo, se podría llegar a los 100 millones de euros más de déficit a finales de 2020. Estos cálculos aproximados podrían no sufrir variaciones si se tiene en cuenta la progresiva desescalada a nivel europeo en relación al resto de países externos de la Unión Europea; lo cual invita a pensar que para apostar por un turismo precoronavirus habrá que esperar, al menos, al año 2021.
Casi el 8% de los gastos anuales se destina a las donaciones, es decir, a la caridad
Del total de los gastos anuales del país más pequeño del mundo, el grueso de los mismos, el 45%, se destina para el personal de la Santa Sede, es decir, el aparato político y administrativo del Estado de la Ciudad del Vaticano; otro 45% para el resto de gastos y casi el 8% a las donaciones, es decir, a la caridad y a la financiación de las misiones en las zonas más pobres del planeta.
La recaudación directa del Vaticano, igualmente, no engloba a toda su fortuna. Ni mucho menos. Sin salir del ámbito monetario, se estimas que la Santa Sede dispone de un total de unos 5.000 millones de euros, entre capital líquido e inversiones. Si también se considera el patrimonio inmueble del Estado más pequeño del mundo, según el prestigioso diario económico italiano Il Sole 24 Ore, la Iglesia Católica dispone de unos 6.000 millones de euros, repartidos en escuelas, hospitales, colegios, apartamentos, etc.
El Papa Francisco está actuando de la forma más contundente posible para limitar el desequilibrio financiero dentro de las murallas leoninas. Desde hace varios años, y especialmente en los últimos meses con la crisis del coronavirus, su administración está defendiendo con contundencia la idea de no realizar contrataciones, pero tampoco llevar a cabo ningún despido. Una de sus prioridades es, de hecho, limitar el despilfarro en la compleja economía de la Santa Sede.
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