barcelona
Entrevista al copresidente de la Associació Catalana de Jueus i Palestins – JUNTS, que se muestra muy crítico con Israel, su país de origen, y señala que desde hace unos años es "un modelo para la extrema derecha".
Intérprete y traductor, Laurent Cohen hace más de tres décadas que reside en Barcelona y actualmente es el copresidente de la Associació Catalana de Jueus i Palestins – JUNTS. Atiende a Público cuando ha pasado más de un año del inicio de los bombardeos de Gaza y se muestra muy crítico con el Estado de Israel, además de rehusar la confusión interesada entre "judíos" e "israelíes" que, entre otros, promueve el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu.
¿Cuándo nace la Associació Catalana de Jueus i Palestins (ACJP)? ¿Cuál es su objetivo?
La asociación nace a finales de 2008, con la Operación Plomo Fundido. Recibo una llamada de un miembro de la comunidad palestina, me dice que les gustaría presentar un manifiesto a José Montilla, el entonces presidente de la Generalitat, y que fueran cinco judíos y cinco palestinos juntos. No llegamos a tiempo porque los Estados Unidos pararon la operación antes, pero decidimos que valía la pena trabajar juntos porque compartíamos una visión política del mal dicho conflicto, que es un hecho colonial, y porque queríamos hacer una tarea de pedagogía entre la sociedad catalana y ayudar al movimiento de solidaridad por Palestina.
Califican el sionismo de "doctrina colonial". ¿Qué quieren decir?
Lo que pasa en Israel no es un conflicto religioso, como los Estados Unidos de América nos quieren hacer ver desde 2001. En la región siempre había existido cierta convivencia. También problemas, es cierto, pero nada comparable a la situación de los judíos en Europa. Tampoco es un conflicto étnico. Hay judíos desde Bielorrusia a Egipto, no constituyen una etnia, sino pueblos que compartían una religión y una tradición cultural: el judaísmo.
"Israel no ha dado nunca apoyo a ningún movimiento de liberación nacional"
El sionismo nace en una época en la cual el colonialismo no es visto como una cosa negativa y el nacionalismo es una ideología en ascenso. Desde buen principio el proyecto sionista se vendió como un baluarte occidental en Oriente Medio, sabiendo que Francia y el Reino Unido querían hacerse con los restos del Imperio otomano, que se desintegraba. Por eso sirvió rápidamente a los intereses del colonialismo británico, y, después de la Segunda Guerra Mundial, al imperialismo estadounidense. Cuando el sionismo dice que es un movimiento de liberación judía, bien, solo hay que ver qué han hecho otros movimientos de liberación nacional en el mundo... Básicamente ayudarse los unos a los otros. Israel no ha dado nunca apoyo a ningún movimiento de liberación nacional.
De hecho, más bien al contrario. Apoyó a Rhodesia o la Suráfrica del apartheid, por ejemplo.
También a las dictaduras de Argentina o Chile. Pero el caso más claro es que Israel no reconoce al pueblo original, los palestinos, este derecho a la autodeterminación.
Ni los propios sionistas saben dónde situar las fronteras de Israel en muchas ocasiones.
Es intencional. Es un estado sin constitución, por lo cual no tiene fronteras definidas. David Ben-Gurión, el fundador, quería asegurar una mayoría judía en el territorio del nuevo estado. El líder de los revisionistas, Vladímir Jabotinsky, decía que los nativos eran conscientes que se los quería expulsar y que hacía falta la colaboración de una gran potencia. Al conquistar en 1967 Cisjordania, donde vivían muchos palestinos, la mayoría judía dejó de serlo. Y ahora mismo no hay ninguna mayoría judía.
Aun así, Israel fue considerado durante muchos años como un modelo de progreso, también por la izquierda, que idealizaba los kibbutz. ¿Era todo un espejismo?
"Los kibbutz estaban al servicio de la conquista de territorio"
Era un fraude, esta es la verdad. Los kibbutz estaban al servicio de la conquista de territorio. Eran asentamientos militares que seguían el modelo de los fuertes de los colonos estadounidenses en su conquista del Oeste. Sorprende cómo esta aura de progresismo ha sobrevivido todos estos años de limpieza étnica.
Israel se proclama como estado judío y las autoridades israelíes hablan frecuentemente en nombre no de los ciudadanos de Israel, sino de los judíos. Aseguran que como consecuencia de esto, "la seguridad de los judíos en todo el mundo se ve amenazada". ¿Por qué?
¿Con la confusión entre "judíos" e "israelíes", cuál es el mensaje que se envía al mundo? Que los judíos son de alguna manera responsables de la política israelí. Mucha gente no hará esta distinción. Y las autoridades israelíes juegan con esta confusión. Cuando se produjeron en Francia los atentados contra Charlie Hebdo, Netanyahu voló enseguida a París y dijo que Israel es el único lugar seguro para los judíos en el mundo. Con esto buscaba que los judíos que todavía no viven allí emigren, porque la guerra contra los palestinos también es demográfica. Y si no puedes emigrar, entonces colabora: colabora con dinero, o con la propaganda, la hasbara.
Las autoridades israelíes acostumbran a equiparar antisionismo y antisemitismo, una posición que rechazan. ¿Ahora bien, no creen que cada vez hay más judíos que comparten este rechazo? Hemos visto muestras en los Estados Unidos de América y en Alemania, por ejemplo.
"La guerra contra los palestinos también es demográfica"
Ya lo vimos antes del 7 de octubre, pero desde entonces hemos visto cómo ha crecido con iniciativas como Jewish Voice for Peace, que ocuparon Central Station o la Bolsa en Nueva York para pedir un embargo de armas a Israel. En Europa están coordinándose para dar visibilidad a otra voz, para decir: "Somos judíos, pero no estamos de acuerdo en lo que se está haciendo en nuestro nombre". Es imparable. Una parte de la sociedad israelí lo rechaza. Hay una parte del capital que ha huido del país. Una parte de los soldados se niega a combatir. Pero todo esto todavía sigue siendo minoritario.
Han afirmado en alguna ocasión que la solución de los dos estados no es factible.
Lo único que une a la sociedad israelí, que está en fragmentación, es el ejército y el odio al adversario, a los palestinos, a los árabes. Es un estado abocado a la violencia y la represión colonial, lo único que les permite mantener la ocupación y la expansión territorial. ¿Cómo se puede convivir en paz con un estado así? ¿Quién puede implementar a la hora de la verdad la solución de dos estados? Los Estados Unidos de América no lo harán y ya hemos visto cuál es el respeto de Israel hacia la ONU. ¿De qué sirve, pues, hablar de la solución de los dos estados? Es un mantra vacío que la Unión Europea usa para disimular su hipocresía e incapacidad políticas.
"Lo único que une la sociedad israelí es el ejército y el odio al adversario, a los palestinos, a los árabes"
Israel es un patchwork, un país creado de manera artificial. Ahora los partidos de los colonos, que han ganado mucho poder, continuarán con su política y acelerarán sus
acciones armadas contra los palestinos para expulsarlos.
Han dicho que Israel es un estado patchwork, pero sorprende la desatención hacia ciertos aspectos de la cultura judía misma. Pienso en la lenta extinción de los hablantes de yidis al país.
No solo no lo cuidaron, sino que quisieron acabar con él. Históricamente, el hebreo era la lengua sagrada de la oración. En Europa central y oriental los judíos hablaban yidis, en el Imperio ruso existió un partido socialista judío que defendía la autonomía cultural de los judíos. Los judíos que vivían en los países árabes hablaban árabe, en el Imperio otomano lo hacían en farsi o turco... Cuando se crea el estado de Israel se impuso el hebreo e incluso se cambia el sentido de algunas palabras para que encaje con el relato sionista. El yidis no se ha descuidado, se ha intentado borrar conscientemente para eliminar la idea de diáspora, que ven negativamente, y de crear un tipo de hombre nuevo. Muchos judíos no saben hasta qué punto se ha llegado en este proceso, por el cual el yidis se fue marginando de la vida política y cultural del país y que sobrevive gracias al trabajo de activistas.
¿Les resulta muy difícil mantener estas posiciones ante otros judíos y el conjunto de la población?
"En Barcelona hay cinco comunidades judías y todas apoyan a Israel"
En Barcelona hay cinco comunidades judías y todas apoyan a Israel. Pero se nos acercan miembros al final de nuestras charlas para decirnos: "Esto no puede ser, tiene que haber algún cambio". En cuanto a la población, en el último año hemos hecho más charlas. Yo diría que mayoritariamente la gente entiende la situación y hay simpatía hacia Palestina. Muy pocas veces nos hemos encontrado con una oposición enconada.
En Catalunya hay asociaciones y partidos políticos con una línea prosionista muy agresiva. ¿Han tenido algún encontronazo con ellas? ¿Qué opinión les merecen?
Hemos formado parte de la campaña para poner fin al hermanamiento entre Tel Aviv y Barcelona y hemos hablado con mucha gente, sobre todo durante la recogida de firmas a pie de calle. Y a pie de calle la opinión que domina es la que te decía. La televisión, los medios mayoritarios... ya es otra historia. El relato que domina es el sionista. Siempre hay intereses detrás.
¿Qué opinan del fenómeno, cada vez más extendido, también aquí, en Catalunya, de ultraderechistas que, a pesar de proceder de tradiciones políticas antisemitas, se identifican y defienden el estado de Israel?
"Desde hace unos años, Israel es un modelo para la extrema derecha"
Israel es un modelo para la extrema derecha. Lo es desde hace unos años. Es una relación mutuamente beneficiosa. A la extrema derecha le ha servido para sacarse de encima la mancha del antisemitismo. Ahora que ya no son antisemitas, son aceptables, son respetables. Israel gana aliados. Ideológicamente tampoco es sorprendente porque el sionismo es una ideología que plantea que el pueblo judío no es asimilable, que hay una esencia que lo impide. Es una forma de etnonacionalismo: cada cual en su casa. Militarismo, giro ultraderechista, etnonacionalismo: Israel es un ejemplo de lo que puede venir.
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