Este artículo se publicó hace 2 años.
Rusia intensifica sus ataques contra la acería de Mariúpol mientras la ONU busca la forma de evacuar a más civiles
Las tropas rusas avanzan en el este de Ucrania centradas en su objetivo de controlar las regiones de Donetsk y Lugansk.
Rusia ha aumentado en las últimas horas la intensidad de sus ataques contra la acería de Azovstal, en Mariúpol. Asimismo, según el último parte del Alto Mando del Ejército de Ucrania, las tropas rusas avanzan en el este del país con el objetivo de controlar las regiones de Donetsk y Lugansk. Mientras, la ONU, sin posibilidades de mediar para detener la guerra, se centra en las operaciones de evacuación de civiles.
La planta de Azovstal aún se mantiene como el último reducto de la resistencia ucraniana en la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol. Allí siguen escondidos cientos de civiles atrincherados desde el inicio de la invasión el pasado 24 de febrero, incluidos niños, aunque algunos ya han podido salir gracias a una operación de evacuación auspiciada por Naciones Unidas y la Cruz Roja.
Las autoridades de la autoproclamada república de Donetsk han informado de que doce civiles, incluidos cuatro niños, han sido evacuados este viernes de la planta siderúrgica. Con este ya son cuatro días consecutivos que civiles abandonan la acería donde se refugian.
Rusia, en cambio, cifra en 50 los civiles evacuados, entre ellos 11 niños. "El 6 de mayo de 2022 se llevó a cabo una operación de evacuación de civiles retenidos por nacionalistas ucranianos en la planta metalúrgica de Azovstal. 50 civiles fueron rescatados, incluidos 11 niños", ha señalado el Ministerio ruso de Defensa.
Moscú aspira a lograr el control total de las regiones de Donetsk y Lugansk y mantener una ruta terrestre entre esos territorios y Crimea
El Ejército ruso también ha intensificado su ofensiva en el este, donde Moscú aspira a lograr el control total de las regiones de Donetsk y Lugansk y mantener una ruta terrestre entre esos territorios y Crimea. De acuerdo al parte castrense ucraniano, las tropas de Putin han atacado posiciones ucranianas en dirección a Lyman, Siversk y Popasna, mientras que en el norte de la región de Jérson y Mykolaiv han bombardeado los asentamientos de los que se habían retirado.
Más calmada ha estado la situación en dirección a South Bug, el segundo río más importante del país que desemboca en el Mar Negro. Según el mando ucraniano, las tropas rusas están ampliando los sistemas de defensa aérea, al mismo tiempo que se están reagrupando y restableciendo la capacidad de combate de sus unidades.
Evacuación de civiles y crímenes de guerra
Naciones Unidas ha puesto en marcha otra misión para sacar a la gente atrapada por los combates en Mariúpol y en la acería de Azovstal. La operación se lleva a cabo junto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), al igual que las otras dos efectuadas esta semana, que han permitido evacuar a casi medio millar de personas, de las que al menos un centenar se encontraban en la estratégica planta.
"Una tercera operación está en marcha, pero es nuestra política no hablar de los detalles antes de que concluyan para no perjudicar las posibilidades de éxito", anunció este jueves ante el Consejo de Seguridad el secretario general de la ONU, António Guterres.
El jefe humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, precisó por su parte que esta misión busca sacar más civiles del área de Mariúpol, incluida Azovstal. "Espero que la continua coordinación con Moscú y Kiev lleve a más pausas humanitarias para permitir la salida segura de los civiles de los combates y que la ayuda llegue a aquellos en necesidad crítica", señaló Guterres.
La ONU denuncia torturas y ejecuciones de prisioneros de guerra cometidas por los dos bandos del conflicto
Desde el inicio de la guerra, la ONU se ha visto arrinconada a un papel limitado en Ucrania, dado que el poder de veto ruso bloquea cualquier acción en el Consejo de Seguridad. Además, Moscú no ve a Guterres como imparcial y, en consecuencia, no lo acepta como mediador para negociar la paz. Así, la organización ha apostado por centrarse en la vertiente humanitaria, coordinando en lo posible el suministro de ayuda y las evacuaciones de civiles.
La organización ha seguido denunciando las consecuencias de la guerra, sobre todo a través de su alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. La expresidenta chilena dijo que la ONU continúa documentando cada vez más graves violaciones de las leyes internacionales en este conflicto, con muchos casos que pueden ser crímenes de guerra.
Entre otras cosas, Bachelet denunció ataques indiscriminados sobre zonas urbanas, ejecuciones sumarias, secuestros, deportaciones ilegales a Rusia y Bielorrusia y posibles violaciones de mujeres cometidas por fuerzas rusas. También dijo que están apareciendo pruebas de torturas y ejecuciones de prisioneros de guerra cometidas por los dos bandos del conflicto.
Amnistía Internacional también ha denunciado crímenes de guerra, en este caso de las fuerzas rusas en la región de Kiev. La organización ha documentado bombardeos ilegales y ejecuciones extrajudiciales en varias localidades situadas en los alrededores de la capital. "Las fuerzas rusas deben responder ante la justicia por una serie de crímenes de guerra cometidos en el noroeste de Kiev", ha indicado la ONG durante la presentación del informe No volverá: crímenes de guerra en áreas en el noroeste de la región de Kiev, que recoge decenas de entrevistas y un análisis de pruebas materiales recabadas en la zona tras la retirada de las tropas de Rusia.
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