Este artículo se publicó hace 13 años.
El Gobierno británico prestará directamente a las empresas
El Tesoro comprará bonos a las pymes que no puedan obtener créditos de los bancos
Acuciado por las presiones de su propio partido para que ponga en marcha una política económica que impulse el crecimiento, el ministro británico de Hacienda planteó ayer una medida innovadora con la que solucionar un problema evidente: la falta de crédito disponible para las empresas.
En su discurso ante el congreso anual del partido, George Osborne anunció que el Gobierno pondrá en marcha un sistema con el que se utilizarán fondos públicos para comprar bonos de las empresas y que estas puedan acceder así a la financiación que les niegan los bancos.
El objetivo último es crear un mercado de bonos corporativos para las pequeñas empresas similar al que ya existe en EEUU, y que en Europa sólo funciona con las grandes compañías.
"Todos saben que las pequeñas empresas tienen problemas para conseguir créditos y que los bancos están en una posición débil", dijo Osborne. "Por eso he puesto al Ministerio a trabajar para buscar formas de inyectar dinero directamente en las partes de la economía que lo necesitan".
Los detalles del plan no se conocerán hasta noviembre, pero fuentes del Ministerio han desvelado a varios medios que los fondos saldrán del Tesoro británico que asumirá el riesgo de los posibles créditos impagados, aunque en la práctica se canalicen a través del Banco de Inglaterra.
Los asesores de Osborne han recalcado que la medida será "fiscalmente neutral", según el Financial Times, porque los fondos no se contabilizarán como deuda, ya que el Gobierno será propietario de ciertos activos en forma de bonos.
Las pymesPara las grandes empresas, el paso no sería un gran obstáculo. Está por ver cómo se aplicará a las pymes, que no han tenido hasta ahora en Gran Bretaña la posibilidad de acceder a esta fuente de financiación.
Tampoco se sabe cuánto dinero pondrá el Estado en el mercado. Unos pocos miles de millones de libras no tendrían un gran impacto, y por eso se habla de decenas de miles de millones. En concreto, The Spectator cita fuentes del Ministerio para decir que podría llegar a 50.000 millones en caso de que la crisis financiera empeorara.
La iniciativa de Osborne responde a las quejas hechas públicas por algunos diputados conservadores en los días anteriores al congreso. La deuda de Reino Unido mantiene la calificación de AAA, pero el mensaje de austeridad no es suficiente para impulsar la recuperación económica. Reino Unido sólo ha crecido dos décimas en los últimos nueve meses.
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