Este artículo se publicó hace 12 años.
Gingrich lanza otro 'Contrato con América' tras la victoria de Romney
El candidato ultraderechista sigue en la lid republicana pese a perder por 14 puntos en las primarias de Florida
Isabel Piquer
Newt Gingrich no pudo dejarlo más claro. "Nos quedan 46 estados" aseguró el martes por la noche, en un discurso que pareció obviar su contundente derrota frente a Mitt Romney en las primarias de Florida que perdió por 14 puntos (32% frente a 46%).
Gingrich prometió que redactará en las próximas semanas algo parecido al Contrato con América, el manifiesto conservador que aseguró su gloria política en 1994; "un compromiso personal" con sus simpatizantes en el que explicará punto por punto cómo piensa derogar todas las medidas tomadas por Barack Obama, empezando por su reforma sanitaria. El expresidente de la Cámara de Representantes ha prometido que en su primer día en la Casa Blanca desmantelará "el 40% de la estructura de Gobierno montada por Obama".
El expresidente del Congreso no parece asumir la magnitud de su última derrota
Gingrich no pareció en ningún momento encajar su derrota en lo que muchos analistas han interpretado como un exceso de confianza. "Voy a estar en cada estado, voy a ganar y voy a ser nominado en [la convención republicana de] Tampa", afirmó.
Los comentaristas políticos están encantados: lo que iban a ser unas primarias bastante predecibles, con un candidato aburrido pero relativamente sólido (Romney) se ha convertido en un duelo a muerte entre dos rivales que se lanzan ataques despiadados con los millones de los Political Action Committees (PAC), una nueva figura legal que permite canalizar una cantidad ilimitada de dólares para arrastrar al contrincante por el lodo.
En ese apartado, Romney tiene una ventaja muy clara. Según las cuentas hechas públicas esta semana, el PAC afín a Romney, Restore our Future, se gastó más de 15 millones de dólares (11,4 millones de euros) en promover al candidato en Florida, mientras que la plataforma favorable a Gingrich, Winning our Future, sólo llegó a los tres millones.
El exgobernador de Massachusetts lleva una clara ventaja en fondos recaudados
Florida, el estado más grande y más diverso de los cuatro que hasta ahora han celebrado las primarias, ha aportado algunas lecciones. La primera y la más alentadora para Romney es que sí puede llevarse parte del voto conservador, quizás no el más ultra, pero al menos un fragmento lo bastante significativo como para ganar la nominación. Los sondeos apuntaban ayer que en Florida Romney obtuvo el 48% del voto republicano duro frente al 34% para Gingrich, en un estado donde dos de cada tres conservadores se definían como cercanos al ultraderechista Tea Party.
Romney sobre todo ha conseguido superar el bache de Carolina del Sur (que perdió el pasado 21), donde los ataques de Gingrich a su pasado como empresario, al frente del fondo de inversiones Bain Capital, y su fortuna (que se estima en más de 200 millones de dólares) perjudicaron su imagen. Pero Romney no ha salido del todo de apuros porque ayer volvió a meter la pata.
46,2 millones de pobresRomney mete la pata al proclamar que no le preocupan "los muy pobres"
Entrevistado por la CNN, Romney dijo no estar "preocupado por los pobres, porque tienen una red de ayuda", y anunció que dedicará su campaña a las clases medias. "Uno debe elegir: no me voy a centrar en los ricos, ni tampoco en los muy pobres. Me centro en los estadounidenses medios, en los jubilados, en la gente que no puede encontrar trabajo". Es obviar de un plumazo a gran parte de la población. Según los últimos datos del censo, un 15% de la población estadounidense es pobre, 46,2 millones de personas en 2010, tres millones más que en 2009 (43,6 millones).
Otra lección de Florida: el tono negativo de la campaña, especialmente por parte de Romney, no parece haber influido en los votantes. El 92% de los anuncios que se emitieron a lo largo de estos días fueron ataques entre rivales, apuntaba ayer The Washington Post, lo que no afectó a los buenos resultados del exgobernador de Massachusetts.
Las tertulias viven ahora del suspense de los comicios: ¿Conseguirá Romney afianzar su nueva ventaja? ¿Con qué dinero logrará Gingrich mantenerse en la carrera? Si Rick Santorum, el favorito del Tea Party, abandona la contienda, ¿dónde irán a parar sus votos? ¿Los seguidores de Ron Paul, el congresista de Texas, seguirán con él hasta el final?
Romney debería salir bien parado en la próxima etapa de las primarias, Nevada, este sábado, debido en parte a la importancia de la comunidad mormona que representa el 7,5% del electorado republicano. Gingrich no tiene casi infraestructura en ese estado mientras que otros candidatos, como Ron Paul, llevan ya tiempo trabajándose al electorado.
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