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Frenazo a la extradición de Assange: Londres le permite un nuevo recurso tras ver insuficientes las garantías de EEUU

Los jueces del Tribunal Superior de Justicia cuestionan las garantías aportadas EEUU en las que se aseguraba que el periodista podría ampararse en la Primera Enmienda, y permiten a su defensa presentar un nuevo recurso.

Stella Assange
Stella Assange, esposa del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, habla con los medios de comunicación frente al Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, en Londres (20/05/24). Lucy Notrh / Europa Press

Julian Assange, fundador de Wikileaks, continúa esquivando la extradición. El Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales ha anunciado este 20 de mayo que admite la apelación de dos de los tres puntos presentados por la defensa del periodista el pasado mes de febrero, debido a las insuficientes garantías aportadas por EEUU. La decisión de los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson mantiene abierta la vía nacional y permite a la defensa continuar apelando en la jurisdicción británica. Se prorroga así de nuevo la extradición de Assange a EEUU, donde se le acusa de cometer 18 delitos que podrían sumar hasta 175 años de prisión.

Los dos puntos de apelación que la Justicia británica deberá volver a estudiar versan sobre la posibilidad de que el periodista se exponga a un trato discriminatorio debido a que carece de la nacionalidad estadounidense. Ello, según los argumentos de la defensa, podría impedirle ampararse en la Primera Enmienda que garantiza la libertad de prensa, de tal forma que además se vulneraría el acceso de Assange a este derecho.

Queda descartado el punto de apelación que abordaba el riesgo del periodista de ser condenado a muerte por el delito de traición. Se suma así a los otros seis puntos de apelación –de un total de nueve– que quedaron excluidos de un estudio más pormenorizado desde un primer momento.

La respuesta de los dos jueces del Alto Tribunal llega tras más de un mes de deliberación en el que han estudiado las garantías aportadas por EEUU. En una escueta nota diplomática fechada el 16 de abril y remitida al Secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Cameron, a la que tuvo acceso Público, EEUU tan sólo aseguró que durante el proceso americano no se le imputarían nuevos cargos que pudieran derivar en pena de muerte, así como que el derecho de libertad de expresión quedaría amparado por la Primera Enmienda.

Según ha declarado Edward Fitzgerald, abogado de Assange, en la vista judicial celebrada este lunes en Londres, esta garantía "no promete que el solicitante pueda ampararse en la primera enmienda", sino que "simplemente puede plantear y tratar de basarse en ella". La cuestión clave a resolver será si la nacionalidad del australiano –o más bien la carencia de la nacionalidad estadounidense– podrá influir en su procesamiento de forma negativa, impidiéndole ampararse en la Primera Enmienda. También, en las diferencias establecidas por EEUU entre la discriminación por razones de nacionalidad y de ciudadanía.

Este debate y sus muchas aristas han sido abordadas por los abogados de Assange durante la audiencia de este lunes. Todas las cuestiones "de hecho y de derecho" que han expuesto eran, para la defensa, razones más que suficientes para que el Tribunal accediera a la petición de Julian Assange de interponer un recurso de apelación.

Así ha sido. La Justicia británica ha considerado que existen fundamentos legales para, al menos, estudiar a fondo estos argumentos. La decisión ha aportado un poco de esperanza al fundador de Wikileaks y a su entorno. Pero también ha arrojado luz sobre lo que numerosas organizaciones de periodistas y en defensa de los derechos humanos consideran que es el fondo de la causa: el derecho a la libertad de prensa.

Para Rebecca Vicent, directora de campañas de Reporteros Sin Fronteras Internacional, la resolución anunciada por el Alto Tribunal es especialmente relevante en tanto que es la primera vez que Assange obtiene una resolución positiva en relación a las particularidades de la causa y "a la libertad de expresión, que es la razón por la que muchos de nosotros defendemos este caso".

También ha recordado que la última vez que la defensa de Assange recibió una resolución positiva fue el 4 de enero de 2021, cuando la anterior jueza del caso Vanessa Baraister, aceptó el punto de apelación relativo a el daño que comportaría la extradición de Assange para su salud mental, descartando el resto.

En aquel momento, EEUU presentó unas garantías por las que se comprometía a salvaguardar la integridad y el bienestar físico y psicológico de Assange. A diferencia de lo ocurrido hoy en Londres, la jueza aceptó estos argumentos sin ambages, aprobando la extradición. Un año más tarde, en 2022, la entonces ministra del Interior de Reino Unido, Priti Patel, rubricó esta decisión. Sin embargo, la extradición quedó paralizada por la apelación realizada de nuevo por la defensa del periodista, que hoy ha mostrado evidencia de haber llegado a buen puerto.

Stella Assange, esposa del periodista, también celebra que el proceso se esté centrando en el derecho a la libertad de prensa: "A medida que avanza el caso, se hace más evidente que Julian Assange está en la cárcel por hacer buen periodismo, por exponer la corrupción y la violaciones de personas inocentes".

12 años encerrado

La Justicia estadounidense acusa a Assange de cometer 18 delitos relacionados con espionaje y crímenes informáticos por la publicación entre 2010 y 2013 de informaciones que revelaron, entre otros escándalos, los crímenes de guerra perpetrados por militares estadounidenses en Irak y Afganistán. En 2012, el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, concedió a Assange el asilo diplomático en la Embajada del país latinoamericano en Londres, en donde el periodista permaneció refugiado siete años. En abril de 2019, el sucesor de Correa, Lenin Moreno, le retiró dicha protección.

Aquel mismo día, el fundador de Wikileaks fue arrestado por la policía inglesa y llevado hasta la prisión de Belmarsh, donde permanece encerrado. La continuación del caso en la jurisdicción británica no cambia esta situación, que está acabando con la salud mental y física de Julian Assange. "Nos preguntamos cuánto va a durar esto", ha declarado esta tarde Stella Assange frente a la multitud que se apelotonaba frente al Tribunal Superior de Justicia para mostrar su apoyo al periodista.

Sin fecha aún para la próxima vista, su equipo de abogados estudia ahora llevar el punto de apelación descartado –la posibilidad de ser condenado a muerte– al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Este organismo sería el siguiente escenario en el que Assange podría defender su inocencia si, finalmente, la Justicia británica rechaza el recurso de la defensa.


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