Este artículo se publicó hace 11 años.
La Fiscalía pide seis años de cárcel e inhabilitación para Berlusconi por prostitución de menores
La fiscal Ilda Boccassini considera probado que 'Il Cavaliere' mantuvo relaciones sexuales a cambio de dinero con Ruby cuando era menor y que trató de ocultarlo abusando de su posición política
Nada de cenas elegantes en la mansión de Silvio Berlusconi en la localidad de Arcore por mucho que Il Cavaliere trate de influir en la opinión pública con un documental sobre el caso Ruby en prime time plagado de mentiras y omisiones. Para Ilda Boccassini, fiscal que lleva el proceso en el que el ex primer ministro italiano está acusado de prostitución de menores y abuso de poder, la investigación prueba que en esas fiestas había un "sistema organizado de prostitución para satisfacer sexualmente a Berlusconi", que Karima el Mahroug, alias Ruby robacorazones ejercía la prostitución cuando aún no tenía 18 años y que Emilio Fede, exdirector de informativos de una de las cadenas de Mediaset Italia y reclutador de la joven lo sabía, como también sus presuntos cómplices, el caza estrellas televisivas venido a menos, Lele Mora, y la exhigienista dental de Berlusconi y consejera de Lombardía, Nicole Minetti.
Boccassini, que ha pedido seis años de cárcel para el exmandatario y su inhabilitación de cualquier cargo público, ha asegurado durante la audiencia que "no hay dudas de que Karima El Mahroug tuvo relaciones sexuales con Berlusconi y que recibió un beneficio a cambio", que el ex primer ministro "sabía que la joven era menor de edad" y que "Ruby recibía de Berlusconi todo lo que necesitaba para vivir a cambio de las fiestas de Arcore".
La historia comienza el 27 de mayo de 2010, cuando Ruby es detenida en Milán después de que otra joven la denunciara por haberle robado 3.000 euros. Según la investigación, cuando los agentes la llevaron a comisaría comprobaron que era menor de edad y, al no tener papeles, intentaron sin éxito contactar primero con sus padres y, después, trataron de buscarle un puesto en un centro de acogida. Al no haber plazas, la fiscal del menor decide que debe pasar la noche en el calabozo.
Eso, hasta que el jefe de seguridad de Palazzo Chigi (la sede del Gobierno y residencia del primer ministro, entonces Berlusconi), telefoneó a la comisaría exigiendo la liberación de la menor porque era la nieta del exdictador egipcio, HosniMubarak, y aquello podría provocar un incidente diplomático. Obviamente no era cierto, ya que Ruby es de origen marroquí.
Finalmente se pactó que una persona que conocía a la menor la recogería en comisaría y se la llevaría a su casa haciéndose cargo de ella. Esa persona era Nicole Minetti, consejera del partido de Berlusconi en Lombardía, ex higienista personal de Il Cavaliere, exbailarina de televisión y, tal y como afirman los fiscales, prostituta de lujo y proxeneta. Minetti, en efecto, se presentó en comisaría, pero en lugar de llevarse a Ruby a casa, la entregó a Michele Conceiçao, prostituta de lujo relacionada con el entorno de Lele Mora, también él imputado por prostitución de menores.
Al tratarse de una menor, la Justicia empezó a investigar su puesta en libertad pero se encontraron con una trama inmensa que tenía en el centro al propio Berlusconi.
La versión de la Fiscalía de Milán es que Il Cavaliere presionó a la comisaría aquella noche abusando de su posición como primer ministro para esconder que había mantenido relaciones sexuales con la menor. Las más de 700 páginas recopiladas por los fiscales hablan de una red de prostitución promovida por Mora, Minetti y Fede en la que participaban asiduamente 33 mujeres que acudían a las fiestas de Arcore y tenían relaciones sexuales a cambio de dinero. Ruby era una de ellas y en algunos de los pinchazos telefónicos asegura que Il Cavaliere le prometió cinco millones de euros si estaba callada. La joven, tal y como descubrieron los fiscales, recibió mucho dinero.
La nieta de Mubarak y los coches de lujoLa investigación reveló aspectos como que Berlusconi mantenía a muchas de ellas, les proporcionaba un piso en el complejo inmobiliario de Milano II, les pagaba las facturas y les regalaba coches de lujo. Algunas pusieron de moda la palabra bunga bunga, el festival erótico que tenía lugar en la planta de abajo de la mansión, una vez terminada la cena. Otras decidieron hablar.
Berlusconi ha tratado de parar el proceso en inmuerables ocasiones. No sólo con una lista infinita de testigos entre los que estaban George Clooney y Cristiano Ronaldo, sino presentando recursos para trasladar el juicio a Monza e incluso obligando a sus diputados a perpetrar uno de los episodios más vergonzantes de los últimos tiempos: votar en el Parlamento a favor de que el juicio lo llevara el Tribunal de Ministros (que juzga a los cargos del Gobierno que podrían haber cometido un delito en el ejercicio de sus funciones) porque Berlusconi pensaba de veras que Ruby era la nieta de Mubarak.
En otro movimiento más para desprestigiar a la magistratura, Canale 5, una de las cadenas de Mediaset, el imperio mediático de Berlusconi, emitió ayer un documental sobre la supuesta persecución judicial contra su patrón y las supuestas mentiras del caso Ruby.
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