ELECCIONES EN EL REINO UNIDOBritánicos residentes en el Estado español sueñan con la derrota de Theresa May

Chris Allen Turner quería venir a vivir a España. Hace ahora dos años hizo una entrevista por skype para trabajar en una academia de València y no lo dudó. Hizo las maletas y puso rumbo a la capital del Turia. La experiencia le duró tres meses. "No salió bien, pero yo no quiero volver", explica Chris quien ve a su familia los veranos cuando viene a visitarle.

Nada más llegar solicitó el NIE y desde entonces trata de certificar su estancia en España. "He hecho cursos de francés, de monitor de tiempo libre, con la intención de encontrar un trabajo, me he abierto una cuenta bancaria, más fácil que en mi país", explica mientras se ve buscando un puesto en una academia, pero las condiciones laborales no le convencen.

Chris dejó atrás su pueblo natal, cerca del bosque de Sherwood, porque le encanta España, como a muchos ingleses que han decidido vivir aquí. "Económicamente estoy peor que nunca, yo vine porque quise, no como otras personas que vienen por necesidad, he venido por estar feliz y por seguir con mi vida aquí". Chris se ha integrado, apenas mantiene contacto con otros británicos y aprende valenciano y gallego viendo la televisión por internet. En València ha conocido a su compañera con la que vive, un motivo más para no irse.

La palabra que le asalta es incertidumbre tras el referéndum del Brexit. "A mí me pilló aquí, no pude votar, pero hubiera votado que no", sentencia. Como muchos de sus compatriotas no se esperaba la salida de la Unión Europea. Las elecciones le preocupan porque puede suponer un cambio. Es más un deseo que lo que realmente piensa porque asegura que "la decisión está tomada y que no hay marcha atrás".

Ni se han planteado casarse para obtener la nacionalidad, " a lo mejor lo hago algún día, pero porque quiera, no apra quedarme aquí". Su futuro es incierto, porque el Gobierno británico no aclara que va a pasar con lso británicos residentes fuera del Reino Unido. Son los nuevos sin papeles, ciudadanos de pleno derecho de la UE que en menos de dos años quedarán en tierra de nadie. Chris es joven pero la colonia de compatriotas que residen en España le dobla la edad y sus problemas son otros.

El lento éxodo de los británicos censados en España

Si en 2014 había 300.286 británicos censados en España, el último padrón a 1 de enero de 2017 arroja una cifra de 236. 669, una reducción progresiva año tras año. Cabe recordar que el entonces primer ministro británico David Cameron anuncio el 23 de enero de 2013 que haría un referéndum para que los británicos decidieran si abandonaban o no la Unión Europea . La serie es progresiva y los datos evidencian que esta pérdida es constante. En 2015 el censo era de 282.120 y un año después bajaba a los 253. 908, según datos que figuran en el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El dato de enero de este año confirma que un 21 por ciento de los británicos censados en España antes del anuncio del referéndum del Brexit han dejado el país, al menos de manera oficial.

Por comunidades, la valenciana es la segunda más poblada con 73.304 británicos censados, sólo superada por Andalucía con 74.252. Sin duda municipios como Sant Fulgenci a Alacant reflejan la presencia de británicos en nuestro país. Este pueblo alicantino de 10.000 habitantes y con un 70 por cientos de extranjeros tiene la colonia más grande de ingleses de España y en el 2008 llegó a tener un alcalde Mark Lewis que por entonces no hablaba ni español.

Es normal tener que hablar en inglés para pedir una comida o un desayuno en este municipio alicantino. En su mayoría pensionistas jubilados que ven con preocupación su futuro tras el Brexit.

Eurocitizens, una plataforma en la red

Pero no todos optan por borrarse del censo, más bien al contrario. "Son muchos los que están tramitando la nacionalidad española" explica Michael Harris, residente desde hace 15 años en España y quien reconoce que él mismo la ha solicitado. Michael es uno de los fundadores y vicepresidente de la asociación Eurocitizens, una plataforma con perfiles en redes sociales como Facebook o Twitter y que busca el apoyo de las instituciones españolas y europeas para "proteger nuestros derechos", sentencia.

Las estadísticas, a su juicio, son imposibles de saber porque "hay mucha gente que pasa largas temporadas en España y no están registrados".

Y es que no confían para nada en el Gobierno británico. "Nos sentimos abandonados, somos un millón y medio de personas que viven fuera del Reino Unido, hemos mantenido reuniones con la Comisión, tenemos su apoyo y el de los 27 países de la UE, que han propuesto reuniones al Gobierno británico para mantener nuestros derechos, pero May no ha hecho ni caso", se lamenta.

Pendientes de las elecciones

Michael está pendiente del resultado de las elecciones. Pero no es optimista. "Depende del resultado que obtenga, si obtiene una amplia mayoría nada va a cambiar" insiste, mientras asegura que solo un resultado contundente contra [Theresa] May cambiaría la situación. Son muchos los residentes británicos residentes en el extranjero que no pueden votar. No es el caso español donde estima que un 70 por ciento puede hacerlo, en su mayoría pensionistas y jubilados.

La mayor preocupación para Harris es que "el Gobierno británico no dice nada de lo que va a hacer y nos preocupan nuestras necesidades, nuestros derechos, como las pensiones o la sanidad". En este sentido muestra su satisfacción por el apoyo que han recibido en España. "Nos han mostrado su apoyo partidos como el PSOE, Ciudadanos, Podemos... nos hemos reunido con Jorge Toledo, Secretario de Estado para la UE, quién nos ha mostrado su disposición a garantizar nuestras necesidades".

La jornada electoral, marcada las últimas semanas por los atentados terroristas, ha silenciado el debate sobre el Brexit pero muchos británicos dentro y fuera del Reino Unido no han perdido de vista esta decisión que marca su futuro. Si el Brexit se llevó por delante a David Cameron, May se juega su futuro, pero las encuestas parecen estar de su lado. Chris o Michael o muchos de los miles y miles de británicos que vinieron aquí buscando un lugar donde vivir tienen claro que se quedan. Aunque sea renunciando a su propia nacionalidad.