Este artículo se publicó hace 17 años.
"Esperamos un cambio de actitud con la oposición"
Jenny De Freitas, 29 años, hija de emigrantes portugueses en Venezuela y coordinadora en política internacional de Nuevo Tiempo, vive en un estado de euforia por el triunfo del No, pero insiste en que la prioridad es reconciliar a un pa&iacu
El ambiente en las filas del Bloque No es de euforia desmedida. De reunión en reunión, tratan de canalizar su triunfo hacia una alternativa coordinada entre las decenas de partidos que han conformado la base opositora a la reforma rechaza por el pueblo venezolano el domingo.
La organización de mayor peso es Nuevo Tiempo, quien el pasado año disputó la presidencia a Hugo Chávez y perdió. Jenny De Freitas, 29 años e hija de emigrantes portugueses en Venezuela, es su coordinadora en política internacional. Periodista y doctora en Ciencias Políticas no disimula la sonrisa. Sin embargo, atempera sus nervios e insiste en que la prioridad es reconciliar a un país estresado de tanta batalla..
-¿Qué conclusión sacan del resultado electoral?
- Pues siento una gran avance para la democracia. En primer lugar, fue una jornada cívica, La población ejerció su derecho al voto de forma pacífica. Todo esto es muy importante para todos los venezolanos porque significa que confiamos en que las elecciones son el mecanismo para lograr objetivos políticos.
Su principal objetivo era frenar la reforma electoral
-Efectivamente. Lo hemos logrado y estamos disfrutándolo. Nosotros hemos defendido que de ganar la opción de la reforma, corríamos el riesgo de vivir un retroceso en la democracia venezolana. Por tanto, nuestro triunfo es el triunfo del pueblo, de aquellos que piensan que el mejor camino para avanzar y desarrollarse como sociedad no era la reforma constitucional propuesta.
El presidente Chávez ha cumplido su palabra de reconocer la victoria del Bloque No. ¿Cómo valoran su reacción?
-Acertada. El año pasado, nuestro candidato presidencial Manuel Rosales, también reconoció el triunfo de Hugo Chávez. La democracia es así. Se reconoce la victoria del adversario y en esta oportunidad ha sido la que se estaba esperando. Queda saber si ahora abrirá el camino al diálogo, al consenso porque la democracia es el gobierno de las mayorías y de las minorías. La respuesta que le ha dado el pueblo es que comienza el tiempo de gobernar para todos. Todos vivimos en la misma patria
¿Están dispuestos a reunirse con el presidente para tratar de buscar una vía de escape a la crispación reinante en Venezuela?
- Siempre hemos estado dispuestos a reunirnos con el presidente. La única exigencia por nuestra parte es que el diálogo sea democrático y busque el consenso sobre lo que está pasando en Venezuela. La propuesta de encontrarnos ya está echa
¿Cuál ha sido la respuesta del Gobierno a sus demandas de diálogo?
-Aún es pronto pero los antecedentes están ahí. El pasado año, los cuatro millones y medio de votos que obtuvo Manuel Rosales estuvieron esperando en vano una llamada del presidente para formar parte de la construcción de esta propuesta de reforma que acaba de ser rechazada. Nunca ha habido llamada desde el Palacio de Miraflores para hablar ni de esto ni de nada. Pero ahora la victoria es nuestra. Esperamos un cambio de actitud con la oposición ya que nadie puede decir que el país no lo desea. Las urnas hablaron el domingo.
Da la sensación se ha vuelto a legitimar el sistema democrático venezolano que tras el veredicto electoral. Nadie podrá acusar al Gobierno de arreglar los resultados manipulando al Consejo Nacional Electoral (CNE).¿Qué opina?
-Creo que lo único que se ha legitimado es que los venezolanos tienen fe en el voto como salida democrática a las cuestiones del país.
¿No legitiman totalmente al CNE?
- El CNE estuvo cuatro horas en silencio cuando todos sabíamos que habíamos ganado desde hacía mucho tiempo antes. Y nosotros cumplimos la norma de contención de la alegría. Esto demuestra que confiamos en la institución y en el sistema electoral pero es cierto que creemos aún más en el voto como mecanismo. El CNE nos tiene acostumbrados a hacer cosas que nos provoca duda y por eso exigimos mayor transparencia en los procesos electorales del futuro.
¿Entonces, considera que este último proceso no ha sido lo suficientemente transparente? ¿Piensan que en esas cuatro horas de espera hubo presiones al CNE por parte de instancias superiores para modificar los resultados?
-Es cierto que después de nueve años de chavismo y nueve o diez consultas, teníamos grandes dudas del CNE. Lo que nosotros sabemos es que el domingo esperaron cuatro horas bajo el argumento de tener el recuento del 90% de las mesas porque el resultado, aparentemente, estaba reñido. Sin embargo, podían haberlo dicho antes. No es bueno tener al país en una tensión tan grande durante tanto tiempo. En las últimas elecciones se dio el veredicto final con el 60% de los votos escrutados. No decimos que el CNE no sea transparente sino que puede actuar con mayor nitidez. Cuantos mayores mecanismos de control de voto implementemos, mayor confianza tendrá en esta institución.
La abstención fue casi del 45% y algunos expertos aseguran que proceden de las filas del presidente Chávez, que perdió casi 4 millones de votos respecto a las últimas elecciones. ¿Cuál es su interpretación?
-No lo creo. Desde el punto de vista personal, Hugo Chávez debe reconocer que la campaña estuvo mal planteada desde el principio. Primero le abandonaron varios partidos con gran peso electoral en las filas chavistas. Gente a que apoya a Chávez pero no a la reforma. Además, algunas personalidades simbólicas de la sociedad venezolana muy cercanas al presidente, como el general Isaías Baduel o la ex esposa de Chávez, también hicieron campaña por el no a la reforma. La oposición también logramos retirar algunos votos a favor del sí. La abstención no favoreció a nadie pero menos aún al bloque democrático.
¿Cuándo habla del bloque democrático para referirse a la oposición significa que la otra parte no lo es?
- Ayer el preidente Chávez demostró que todavía estamos en democracia en venezuela. Teníamos serias dudas.
¿Cuáles ?
- Pues parte del articulado era profundamente inconstitucional y algunos de los puntos relativos a la economía que a nosotros nos parecen positivos podían haberse modificado en base a decretos pero sin necesidad de plantear una reforma completa. Temíamos una deriva hacia el comunismo cubano. Nosotros apostamos por una democracia social
Pero llevar a las urnas una reforma de este calado, ¿no es un síntoma democrático?
- Aquí tenemos una Asamblea Nacional Constituyente para tratar las modificaciones que se estaban planteando. La intención del Gobierno era cambiar estructuras básicas del Estado, los principios fundamentales de nuestra Constitución. Y hacerlo por la vía rápida.
¿Acatan la Constitución en vigor que, tras los resultados del domingo, seguirá tal y como se aprobó en 1999 bajo la presidencia de Hugo Chávez?
- Nosotros siempre hemos acatado y acataremos la Carta Magna de 1999. Es absolutamente democrática, redactada por la Asamblea Constituyente y ratificada mayoritariamente por el pueblo en las urnas.
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