Este artículo se publicó hace 9 años.
Se eleva a 22 el número de muertos en el bombardeo de EEUU al hospital de MSF en Kunduz
"Ante la clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, se debe realizar una investigación transparente a cargo de un organismo internacional independiente", ha pedido Médicos Sin Fronteras.
El último balance eleva a 22 el número de fallecidos en el bombardeo estadounidense sobre el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad afgana de Kunduz (norte), según ha informado la propia organización humanitaria.
Entre los fallecidos hay doce trabajadores de MSF y diez pacientes, según el último comunicado de MSF, que exige una investigación independiente sobre lo ocurrido. "Ante la clara presunción de que se ha cometido un crimen de guerra, se debe realizar una investigación transparente a cargo de un organismo internacional independiente", señala MSF.
En cuanto a las especulaciones sobre la presencia de talibán en el hospital MSF recuerda que "ni un solo miembro de nuestro personal informó de combates dentro del complejo hospitalario hasta el ataque aéreo estadounidense de la madrugada del sábado".
Además, recuerdan que "el hospital fue golpeado de forma reiterada y precisa en cada ataque aéreo, mientras que el resto del complejo quedó casi intacto", por lo que cuestionan el planteamiento de los "daños colaterales" esgrimido por Estados Unidos.
El portavoz del Ministerio de Salud afgano, Wahidullah Mayar, criticó hoy la justificación, hecha este sábado, del bombardeo al hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz (norte) por la supuesta presencia de talibanes en su interior. "Cualquiera que fuera la situación, va en contra del derecho internacional humanitario bombardear un hospital repleto de personal médico y pacientes", sentenció Mayar, que fue además uno de los primeros en su Gobierno en culpar a Estados Unidos del ataque.
El portavoz hacía referencia así a las declaraciones de algunas autoridades afganas, como su homólogo en el Ministerio del Interior, Seddiq Seddiqi, que justificó el bombardeo estadounidense ayer contra el hospital de MSF, en el que murieron 12 miembros de su personal y siete pacientes, por la presencia allí de talibanes. "Fue terrible ver la pérdida de vidas de médicos de MSF (por el bombardeo), pero lamentablemente los terroristas decidieron ocultarse en el hospital", dijo ayer Seddiqi, que añadió que los "10-15 terroristas" que entraron en el centro murieron en el ataque.
MSF, sin embargo, negó ese extremo y aseguró en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter que las puertas del complejo sanitario habían permanecido "cerradas toda la noche, y cuando ocurrió el bombardeo solo había allí personal médico, pacientes y guardas". Tras el ataque, el centro sanitario de planta baja quedó calcinado por las llamas, lo que obligó a la ONG a declarar hoy "no operativo" el hospital, el único de la región con servicios de traumatología y cirugía.
"Hemos estado trabajando para enviar por tierra y aire equipos de cirujanos, equipamiento médico y medicinas hasta la provincia (de Kunduz) para activar nuestro hospital regional"
El portavoz del Ministerio de Salud aseguró que el Gobierno afgano estaba ahora tratando de tomar el relevo de MSF en Kunduz, al enviar personal sanitario y equipamiento al lugar. "Hemos estado trabajando para enviar por tierra y aire equipos de cirujanos, equipamiento médico y medicinas hasta la provincia (de Kunduz) para activar nuestro hospital regional", explicó Mayar.
Algunos de esos equipos médicos y personal ya se encuentran en Kunduz, anotó el portavoz, que pidió a todas las partes en conflicto que respeten su seguridad para que puedan trabajar. "Teníamos unas buenas instalaciones y equipamientos antes de que comenzaran los enfrentamientos, pero ahora se encuentran muy deteriorados", señaló Mayar.
La crisis se enmarca en la toma de Kunduz por los talibanes el lunes, la victoria más importante de los insurgentes desde que fueron sacados del poder en 2001, y la posterior reconquista el jueves de la ciudad por parte de las tropas afganas, con apoyo aéreo estadounidense.
Sin embargo los combates esporádicos continúan en Kunduz, debido a que "las fuerzas de seguridad aún no han sido capaces de expulsar a todos los talibanes de la ciudad", dijo el jefe adjunto del Consejo provincial, Amruddin Wali. Según fuentes policiales, desde el lunes han muerto unos 400 talibanes y 80 civiles en los enfrentamientos en Kunduz.
La misión de la OTAN en Afganistán ha informado de que la investigación preliminar multinacional sobre el bombardeo del hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz estará terminada "en cuestión de días".
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