EEUU estima 50.000 muertos y una ola de desplazados ante la posible invasión rusa a Ucrania

Ante una posible invasión rusa en Ucrania, el Gobierno de Estados Unidos estima la muerte de hasta 50.000 personas y una nueva ola de hasta cinco millones de desplazados hacia Centroeuropa, cuyo destino principal sería Polonia. Desde la Casa Blanca fechan el 15 de enero como el día clave para el comienzo de esta hipotética invasión. 

Fuentes bajo el anonimato de la Administración Biden han proporcionado al New York Times pronósticos actualizados de la situación actual en la frontera. Aseguran que Rusia habría concentrado hasta el momento "el 70%" de las fuerzas necesarias para iniciar una invasión. El objetivo del Ejército ruso, según estas fuentes, es el de acumular un mínimo de 120 grupos tácticos de batallones. 

Por su parte el diario Times, apunta a que las fuerzas rusas efectuarían un "movimiento de pinza" desde puntos distintos. Estos incluirían Bielorrusia, donde ahora mismo habría 30.000 militares rusos estacionados, y "rodear o capturar con rapidez" Kiev, para destituir al presidente del país, Volodimir Zelenski.

Otras hipótesis apuntan al principio de una guerra de desgaste. En ella Rusia pretendería anexionar el este del país, debilitando por el camino a las tropas ucranianas. 

Según Europa Press, esta información fue proporcionada a un grupo de congresistas estadounidenses el pasado jueves de manos del secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III; el Secretario de Estado Antony J. Blinken; la directora de Inteligencia Nacional Avril D. Haines, y el jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de Estados Unidos, general Mark A. Milley, de acuerdo con las fuentes del New York Times.

En esta sesión participaron diplomáticos y responsables de Inteligencia de otros tres países involucrados en tratar de disuadir una invasión rusa -según el diario, sin precisar las nacionalidades- que confirmaron las "líneas generales" del estado de las fuerzas rusas, aunque "discreparon sobre la importancia de ciertos elementos".

Reacción del Gobierno ruso

Dimitri Polianski, el embajador ruso ante la ONU, ha descrito las estimaciones como un acto de "alarmismo". "¿Y si dijéramos que Estados Unidos podría apoderarse de Londres en una semana y causar 300.000 muertes de civiles?", aseguró el embajador. "Todo esto basado en nuestras fuentes de Inteligencia que no revelaremos", ha apostillado.

"A los estadounidenses y a los británicos les sentaría igual de mal que a los rusos y a los ucranianos", ha añadido el embajador en su mensaje.

La postura del Kremlin se mantiene, afirmando que no tienen ninguna intención de protagonizar una incursión en suelo ucraniano. Desde Moscú justifican la acumulación de efectivos en la frontera a los ejercicios militares habituales.