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Coronavirus Trump La covid de Trump pone patas arriba la campaña electoral en EEUU: estas son las dudas e incertidumbres que se plantean

El positivo del presidente de Estados Unidos, en un brote en el que se han infectado al menos 20 personas, deja en suspenso la campaña electoral y pone sobre la mesa qué sucederá si la salud del magnate se resiente.

Donald Trump. REUTERS/Carlos Barria/File Photo
Donald Trump. REUTERS/Carlos Barria/File Photo

El positivo por covid-19 del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que tuvo que ser incluso hospitalizado este viernes por la noche en Washington, ha puesto patas arriba la campaña electoral a 31 días de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. El brote en la Casa Blanca alcanzaba anoche a una veintena de personas.

El presidente ha dejado en suspenso todos los actos de campaña e incluso renunció a participar, como tenía previsto, en una llamada telefónica con varios gobernadores sobre la protección de personas mayores vulnerables al covid-19, tarea que asumió el vicepresidente Mike Pence. Trump padece sobrepeso y tiene 74 años y, según los datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, para la franja de 65 a 74 años la tasa de mortalidad por covid-19 es del 8%. Así que la pregunta emergió por sí sola: ¿qué sucede si un candidato a la presidencia como Donald Trump queda imposibilitado antes de las elecciones o para asumir el cargo en caso de que las ganase?

En la franja de 65 a 74 años la tasa de mortalidad por covid-19 es del 8%

Según explicó este viernes el profesor de Políticas de la Universidad de Nueva York, Joshua Tucker, en The Washington Post, la situación de Trump planeta varios interrogantes: "El presidente podría estar incapacitado en dos situaciones: antes de las elecciones o si las gana pero está incapacitado para asumir el cargo el Día de la Inauguración [establecido desde 1933 por la Constitución el 20 de enero]". El primero de los escenarios es sencillo de resolver, asegura Tucker; el segundo se antoja mucha más complejo.

En el primer caso, el Partido Republicano debería elegir a otro candidato, cosa que haría a través del Comité Nacional Republicano (CNR), el organismo que tiene la potestad de declarar oficialmente el candidato del partido. Teniendo en cuenta que las elecciones son dentro de 31 días, la lógica indica que el CNR elegiría al actual vicepresidente y candidato a repetir el cargo, Mike Pence. "Pero –advierte Tucker – si no es así [y no hay acuerdo en el CNR], el debate político dentro del Comité podría ser extraordinariamente intenso".

El nombre de Donald J. Trump ya está impreso en las papeletas que habrá el 3 de noviembre y en las que ya han usado millones de estadounidenses que han votado por correo. Según Tucker, no habría mayores problemas en este sentido puesto que el sistema de elección de un presidente en Estados Unidos es por método indirecto: el ciudadano de cada Estado elige en realidad a sus representantes en un el llamado Colegio Electoral. Son los miembros de este ente los que han de elegir al presidente. Los republicanos elegidos en el Colegio Electoral no tendrán ningún problema en votar ese día por el candidato de su partido en cuestión.

El segundo escenario, advierte Tucker, es el "más complejo". Se trataría de que Trump ganara las elecciones pero luego no pudiera acceder al puesto. El riesgo que ve Tucker es que el Colegio Electoral vaya a votar al presidente pero este no se encuentre en disposición de servir al cargo. "En algunos Estados –dice el politólogo– los miembros [del Colegio Electoral] no están legalmente obligados a votar por el candidato [de su partido] que ha ganado su Estado, pero en otros muchos sí están obligados, así que la ley tiene una brecha: no dice qué deben hacer los miembros del Colegio Electoral en el caso de que tengan que votar por su candidato pero éste no pueda servir".

Tucker opina que, en ese supuesto, "incluso aunque los miembros del Colegio Electoral estén obligados a votar por el candidato que ha ganado en ese Estado en particular, votarían por el candidato que el Comité Nacional Republicano haya seleccionado para reemplazar al presidente. Sería difícil imaginar que vayan a ser sancionados por violar esas leyes".

Junto a esto, un medio de Washington, The Hill, recordó ayer que "si la condición de salud de Trump empeora significantemente, podría invocar la cláusula de la enmienda 25º de la Constitución que permite al presidente transferir sus poderes temporalmente al vicepresidente", es decir, a Mike Pence. Si esto sucede, sería la cuarta vez que esta cláusula en los últimos 40 años. Ronald Reagan la firmó una vez y George W. Bush dos veces. En las tres ocasiones debido a cirugías programadas que implicaban anestesia general.

Una veintena de contagios en el brote de la Casa Blanca

Por el momento, el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, aseguró ayer que Trump estaba experimentando "síntomas leves" y se mostró optimista en que el presidente "tendrá una muy rápida y veloz recuperación". La Casa Blanca aseguró después que el presidente tenía algo de fiebre y cansancio. Fuentes citadas por The New York Times aseguraron que el presidente también sufría congestión nasal y tos.

Además de Donald y Melania Trump y la asesora del presidente Hope Hicks, se anunciaron otros positivos ayer en Washington relacionados con este brote: la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel; los senadores por Utah Mike Lee y por Carolina del Norte Thom Tillis, ambos del Comité de Justicia del Congreso; y el presidente de la Universidad de Notre Dame, John Jenkins. Todos ellos coincidieron el pasado sábado en la ceremonia del jardín de la Casa Blanca en la que Trump anunció el nombre de Amy Coney Barrett como candidata para cubrir la vacante del Tribunal Supremo dejada por la recién fallecida Ruth Bader Ginsburg. En la ceremonia, al aire libre, muy pocos llevaron mascarilla y no practicaron la distancia social. A última hora de la noche de ayer, la exasesora de Donald Trump, Kellyanne Conway, que también asistió a esa ceremonia, anunció su positivo por coronavirus en Twitter.

El Gobierno de la ciudad de Cleveland, Ohio, donde tuvo lugar el debate entre Trump y Biden el pasado martes, anunció ayer, según recoge la cadena NBC, que ha detectado hasta once casos de positivos en la ciudad de personas que tuvieron alguna participación en el debate. Por último, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca informó, según recoge la CNN, de que tres periodistas que cubren al presidente dieron ayer positivo por coronavirus.

"La familia de Trump violó las reglas del debate"

Las alarmas saltaron ayer en todas partes porque la Casa Blanca fue el epicentro ayer del brote de coronavirus en Washington, lo que implica que decenas de personas están en riesgo de haberse contagiado: asesores, trabajadores de la residencia oficial, políticos, periodistas, donantes de los partidos y un largo etcétera.

Donald Trump anunció su positivo y el de Melania a la 01.00 horas del viernes. Confirmaba el mal presagio que se cernía sobre el presidente después de que en la tarde-noche del jueves se confirmara el positivo de una asesora personal, Hope Hicks, de 31 años. Hicks tiene un contacto directo con el presidente en el día a día, había viajado con él en al avión presidencial hasta Cleveland el miércoles, donde Trump tuvo el debate con su oponente demócrata Joe Biden. Así que cuando Trump confirmó vía Twitter su positivo, las alarmas saltaron: todas las personas que han tenido contacto con él o su entorno al menos desde el miércoles tienen que estar en cuarentena y realizarse la prueba de detección de coronavirus.

Entre ellas, Joe Biden y su esposa, quienes, tras confirmar ayer que sus test dieron negativo, anunciaron que seguían con la campaña y celebraron un mitin en Grand Rapids, Michigan. En el caso de Trump, el presidente ha cancelado de momento todos sus actos. No así el vicepresidente Mike Pence, que el miércoles de la semana que viene mantendrá un debate con la candidata demócrata a dicho cargo, Kamala Harris, en Salt Lake City, Utah. La comisión que organiza los debates aseguró ayer que implementará nuevas medidas de seguridad, entre otras, una mayor distancia entre los candidatos, Pence y Harris, que la que mantuvieron en el plató el martes pasado Trump y Biden.

Precisamente, el moderador de este debate, el periodista de la Fox Chris Wallace, criticó ayer que a pesar de que, según las reglas del debate, "sólo Trump y Biden fueron los únicos a los que se les permitió no llevar mascarilla, todos [los miembros de la familia Trump, que presenciaron el debate ante el escenario] entraron al recinto con las mascarillas puestas pero cuando ocuparon sus sitios se las quitaron, lo que violó las reglas de la Clínica de Cleveland que estaba a cargo de la seguridad allí dentro".

"Los donantes han llamado aterrados"

Trump se hizo un test de coronavirus antes y después del debate y en ambos dio negativo, sin embargo, un infectado puede tardar varios días en dar positivo, hasta que el virus se replique dentro del organismo y sea posible su detección mediante la prueba de la PCR. Por lo tanto, no está claro cuándo se contagió Trump. Según la CNN, Hicks empezó a presentar síntomas la noche del miércoles, cuando fue puesta en cuarentena.

Ante esta situación, de hecho, la decana de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, Ashish Jha, recomendó ayer, según recoge el medio The Hill que "cualquier que haya estado cerca del presidente desde el pasado sábado debe hacerse un test y cualquiera que haya estado cerca de él desde el martes debería ponerse en cuarentena".

A pesar de que Hicks presentó síntomas la noche del miércoles, Trump decidió ir a un encuentro con donantes de su campaña el jueves en Nueva Jersey, donde según informa la cadena CNBC, tuvo contacto cercano con decenas de personas, si bien el encuentro fue al aire libre, puesto que se produjo en un club de golf.

Desde que Trump y la Casa Blanca hicieron oficial el positivo de Trump, "los donantes han estado llamando y enviando mensajes, aterrados", aseguró una fuente del evento con los donantes a la CNBC. Según esta fuente, entre 30 y 50 donantes estuvieron cerca del presidente la noche del jueves, si bien la mayoría de las interacciones tuvieron lugar en el exterior. Aun así, afirma la cadena norteamericana, muchos de ellos se han puesto ya en cuarentena.

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