El conflicto diplomático entre Israel y España se resiste a tocar techo. El Gobierno hará efectivo este martes el reconocimiento del Estado de Palestina, tal y como anunció el titular de Exteriores, José Manuel Albares, hace siete días. "La decisión es una recompensa para Hamás. Hamás les felicita por ello. Esto tendrá consecuencias más graves para nuestras relaciones". El director general del Ministerio de Exteriores de Tel Aviv, Yaakov Blitshtein, valoró con estas palabras la acción conjunta de España, Irlanda y Noruega, que se suman a los otros 142 países del mundo que reconocen la independencia de los territorios ocupados. Este fin de semana, Netanyahu ha subido todavía más los decibelios, con el Partido Popular como principal altavoz para amplificar su discurso.

"Pedro Sánchez, Hamás le agradece su servicio". Este otro mensaje lo lanzó el ministro de Exteriores de Tel Aviv, Israel Katz, hace apenas unas horas. El vídeo alterna música flamenca con imágenes de los milicianos de Hamás y del ataque perpetrado el 7 de octubre. Feijóo, Ayuso y la plana mayor de los populares no han tardado en comprar este relato, reprochándole al presidente del Gobierno lo que ellos definen como una "recompensa" de Pedro Sánchez para el grupo terrorista.

"Lo que se reconoce es el Estado, no al Gobierno. Los discursos de que es un premio son falsos y están manipulados, porque nadie habla de la soberanía de Hamás. España reconoce el Estado de Palestina y los habitantes son los que tienen que decidir qué régimen quieren", señala Isaías Barreñada, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid. El experto tacha de "paternalistas" los argumentos [esgrimidos por el PP] de que la medida puede "dañar" al pueblo palestino y recuerda otros procedimientos similares, como el reconocimiento del Estado de Montenegro en 2006, aunque por aquel entonces "nadie miró si su Gobierno era legítimo o ilegítimo". 

El vídeo difundido por las instituciones de Tel Aviv vino acompañado de una serie de amenazas y descalificativos. "Los días de la Inquisición han terminado. A aquellos que nos hacen daño, nosotros les haremos daño como respuesta", declaró este lunes Israel Katz. El ministro de Exteriores también anunció en una nota que prohíbe al Consulado de España en Jerusalén dar servicio a los palestinos que no tengan nacionalidad española. "La diplomacia tiene unos códigos muy encorsetados, pero las formas se han degradado y las respuestas de Israel son una buena prueba de ello", precisa Noé Cornago, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad del País Vasco. 

El Gobierno de Netanyahu asegura en el comunicado –remitido a la Embajada de España en Tel Aviv– que sus movimientos responden a las "declaraciones antisemitas odiosas e incitadoras" de altos cargos españoles, como la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz y la ministra de Defensa, Margarita Robles. La líder de Sumar ha utilizado este fin de semana el lema "desde el río hasta el mar", una proclama que hace referencia a los límites fronterizos de Palestina cuando se constituyó como Mandato Británico tras la Primera Guerra Mundial. Robles, por su parte, calificó de "auténtico genocidio" el ensañamiento de las tropas israelíes en la Franja de Gaza. El Ejército de Israel ha asesinado este domingo a medio centenar de personas –algunas han sido quemadas vivas– en el campo de refugiados de Rafah. ​

El PP, portavoz "gratuito" de Netanyahu

El PP sigue enrocado en su férrea defensa de Israel pese a las movilizaciones sociales contra la masacre en Palestina. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de "empoderar" a los "terroristas de Hamás" y ha censurado la política exterior del Ejecutivo. "Lo que están haciendo es actuar como portavoces –de manera gratuita y voluntaria– del Gobierno de Netanyahu. Los argumentos son flojos y están más relacionados con protestar contra cualquier iniciativa que salga de la Moncloa que con el conflicto como tal", continúa Barreñada.

El que fuera ministro de Exteriores con Mariano Rajoy, José Manuel Garcia-Margallo, también considera que el reconocimiento del Estado de Palestina es un "premio" hacia Hamás. Durante su etapa al frente de la cartera, el ahora tertuliano de televisión amenazó con adoptar la misma medida si Israel no dejaba de apoyar el procés en Catalunya. "Las relaciones con Tel Aviv se están deteriorando y su respuesta era bastante previsible. La retirada de la embajadora entra dentro de la normalidad diplomática; restringir la actividad del Consulado es una medida más agresiva; pero las amenazas de este lunes han sobrepasado todos los límites", señala Noé Cornago. 

El Estado de Palestina, más allá del papel

El reconocimiento del Estado de Palestina se puede entender como un acto unilateral que no necesita el visto bueno de las Cortes, sino que basta con el sí del Consejo de Ministros. Los expertos consultados por este diario coinciden en que se trata de una medida más simbólica que jurídica, aunque el escenario puede cambiar si viene acompañada de otros movimientos políticos capaces de elevar la presión. "Si España reconoce las fronteras de Palestina que estuvieron vigentes hasta 1967 [como hicieron otros países] sería una forma de mandar un mensaje a Israel, diciendo que no reconoce la presencia de los asentamientos ni la ocupación de Jerusalén Este", explica Isaías Barreñada.

El profesor insta al Gobierno a tomar medidas con los productos y las empresas españolas que trabajan en los territorios ocupados, además de "fijar unas líneas rojas" a la hora de relacionarse con Israel, una tesis que comparte Amnistía Internacional. "Lo que pedimos es la puesta en marcha de sanciones para los funcionarios israelíes implicados en el crimen del apartheid, como la prohibición de viajar y la congelación de activos", detallan fuentes de la organización. 

"La escalada discursiva opera en un contexto altamente mediatizado y surge por el reconocimiento del Estado de Palestina, aunque el gesto de España, Irlanda y Noruega difícilmente va a tener efectos inmediatos", sugiere Noé Cornago. La Convención de Montevideo establece los requisitos que debe cumplir un Estado para configurarse como tal: disponer de territorio, autoridad política y pueblo. "La medida tendrá un efecto constituyente, pero habrá que ver si la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Hamás son capaces de llegar a un acuerdo para gobernar los territorios ocupados", continúa el profesor.

Las autoridades de cualquier país tienen que avisar con antelación al Gobierno de Israel antes de visitar Gaza o Cisjordania. El reconocimiento del Estado de Palestina abre la puerta a que Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y cualquier otro miembro del Ejecutivo puedan cruzar la frontera de los territorios ocupados sin dar este preaviso. "Si algún cargo del Gobierno intenta viajar a Palestina y le impiden el paso, estaríamos ante un conflicto diplomático de primer orden. La sobreactuación de Israel es una huida hacia adelante, porque ven la ola de reproches y tensiones que se avecina. Israel tiene una fuerte dependencia de sus aliados. Si el problema diplomático se europeiza, pueden cambiar muchas cosas", sentencia Isaías Barreñada.