Este artículo se publicó hace 3 años.
La Ciudad México, partida en dos por la polarización electoral
Morena, el partido del presidente López Obrador, se desplomó en los comicios en la Ciudad de México, bastión tradicional de la izquierda, al ganar solo en 7 de las 16 alcaldías que forman la capital.
Inés Amarelo (EFE)
Ciudad De México-
Como si del Muro de Berlín se tratara, la Ciudad de México ha quedado dividida entre el este y el oeste tras las elecciones del 6 de junio: mientras que un lado de la ciudad se mantiene fiel al oficialismo, el otro se decantó por la oposición.
"Hay más personas con muchas carencias (en el oriente de la ciudad) y en Movimiento Regeneración Nacional (Morena) hemos visto mucho apoyo", relató este miércoles a Efe Estela, una mujer de la alcaldía de Tláhuac, en las inmediaciones del lugar donde hace poco más de un mes hubo un accidente de metro que dejó 26 muertos y que está siendo investigado por fallas estructurales.
Ella representa a los muchos habitantes de la zona oriente de la capital mexicana que dieron su voto al partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones intermedias del pasado domingo, las más grandes de la historia del país por el número de cargos a elección.
"Hay mucha gente con necesidades y entiendo que se quiera concentrar en ese sector, pero dejan a un lado al resto de la población", consideró Valeria, una joven que paseaba por la alcaldía Miguel Hidalgo, que antes era gobernada por Morena pero que ahora optó por la oposición.
Morena, el partido del presidente, se desplomó en los comicios en la Ciudad de México, bastión tradicional de la izquierda, al ganar solo en 7 de las 16 alcaldías que forman la capital.
División este y oeste
La ciudad quedó dividida entre este y oeste, rojo y azul, representando, respectivamente, a Morena y a la coalición de la oposición Va por México, formada por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Desde la noche de las elecciones proliferaron imágenes en redes sociales reflejando el mapa de la capital dividido en dos colores, y para los expertos la polarización electoral fue, en gran parte, la causante.
"A mí me parece preocupante que (la clase política) clasifique en buenos y malos, ricos y pobres, fifís (conservadores) y chairos (progresistas). Naturalizamos esa división", consideró en declaraciones a Efe Carolina del Ángel, profesora en la facultad de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Desde la llegada de Morena a la Presidencia y al Gobierno de la ciudad (con Claudia Sheinbaum) en 2018, los programas sociales fueron una de sus mayores apuestas.
Luis, un vecino de Iztapalapa, consideró que lo más positivo de Morena "es que está ayudando a la gente más pobre", dijo.
"Durante 30 años tuvimos Gobiernos que no tomaron en cuenta al pueblo, y ahorita (...) Morena está apoyando a la gente que realmente lo necesita", continuó.
Por su parte, un hombre del acomodado barrio de Polanco, también llamado Luis, consideró que la pérdida de alcaldías de Morena guarda relación con la necesidad de políticas más específicas.
"Con este cambio, yo creo que la propuesta es que estén más preparados los políticos, que estén mas cercanos a la ciudadanía. No solo con propuestas muy genéricas, sino más especificas", consideró.
Distintas necesidades
Sin embargo, sobre esto, Del Ángel consideró que los reclamos de estas dos zonas de la ciudad son muy diferentes y que el voto es el resultado de cuáles satisfacen o no las autoridades.
"La gente pondera: '¿Necesito calle sin baches? No tengo automóvil, no necesito eso, necesito otra cosa'. Las necesidades son diferentes, por lo que el incentivo es otro y es ahí donde juegan un papel importante los programas sociales", relató.
Según explicó, los programas sociales se "partidizan" y terminan por generar en parte de la población a los que van dedicados un sentimiento de "deuda" que puede reflejarse en el voto.
Además, en su discurso, López Obrador, que protagonizó las recientes elecciones aunque no estuviese en juego la Presidencia, y la oposición hacen referencias frecuentes a términos que, para Del Ángel, no hacen más que profundizar en la polarización.
Y esto se vio reflejado en las urnas, relató la profesora, después de que ya varios años observara en redes sociales una gran polarización y violencia.
Memes con "peligro"
Asimismo, las imágenes más compartidas en redes sociales en los días recientes referidas a la división de la capital, fueron, consideró el filósofo y columnista de The Washington Post Fernando Bustos, una muestra del "clasismo" que todavía pervive en la sociedad mexicana.
Memes con un símbolo comunista sobre la zona en la que ganó Morena, comparaciones con el Muro de Berlín, o la indicación de que en el oeste pagan impuestos y en el este reciben subsidios son "peligrosas", indicó el experto.
"Detrás de esta comicidad se puede producir una violencia hacia un 'otro' que generalmente es uno que ha sido vulnerado o precarizado históricamente".
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