Este artículo se publicó hace 12 años.
El capitán del crucero dice que cayó al mar y alardea de salvar vidas
La jueza ordena el arresto domiciliario de Schettino pese a las pruebas grabadas de que abandonó su puesto y el temor del fiscal de que se fugue
Francesco Schettino no está dispuesto a vender su piel a cualquier precio, y eso que su coartada hace aguas por todas partes. El capitán del Costa Concordia, el crucero de lujo encallado en la noche del pasado viernes frente a la pequeña isla italiana de Giglio con 4.234 personas a bordo, negó ante la jueza para la investigación preliminar, Valeria Montesarchio, haber abandonado el barco. Aseguró también que tras el impacto con los escollos cayó al mar y que luego no fue capaz de volver a subir a la nave. Por último, presumió de haber salvado "centenares, miles de vidas".
Escuchando las grabaciones que publicó Il Corriere della Sera y analizando las averiguaciones que ha hecho la Fiscalía de Grosseto a través del testimonio de centenares de pasajeros y tripulantes, el argumento resulta tragicómico. Pese a todo, Montesarchio decretó el arresto domiciliario, desestimando la petición del fiscal jefe, Francesco Verusio, para que permaneciera en la cárcel por miedo a que se diera a la fuga.
Los oficiales acusan al capitán de no actuar, por lo que al final se amotinaron
"No entiendo la decisión. Por un lado no convalida la petición para que siga en prisión porque no considera necesario este extremo, pero por otro impone una medida cautelar como el arresto domiciliario", dijo Verusio. El fiscal jefe confirmó tras el interrogatorio que la jueza ha aceptado mantener los cargos de los que se acusa por ahora: abandono de la nave, naufragio y homicidio múltiple involuntario. "Se arriesga a pasar 15 años en la cárcel", añadió.
Durante la declaración, Schettino explicó que él estaba al mando de la nave en el momento del impacto a las 21.42 horas y que poco después el barco se inclinó 90 grados. "Intentadlo vosotros, a ver si conseguís volver a subir a una embarcación en esas condiciones. Habría hecho falta un helicóptero", espetó a los periodistas fuera de la sala su abogado, Bruno Leporatti. "No se puede mandar a la cárcel a una persona por la opinión pública", añadió.
Verusio explicó que Schettino había dado "su punto de vista particular" a la jueza sobre por qué no avisó a la Guardia Costera de la situación real del barco la Fiscalía sostiene que fue la hija de una de las pasajeras quien dio la voz de alarma a la Capitanía de Livorno y por qué no se empezó a evacuar el Costa Concordia hasta las 22.58 horas.
Schettino perdió el tiempo en el que se podría haber salido del crucero en botes
Según el oficial Alessandro di Lena, la razón es sencilla: el capitán se dedicó a hablar por teléfono tras el accidente y no fue capaz de dar ninguna orden. "Me acerqué al puesto de mando y le pregunté: Capitán, ¿qué hacemos?' Pero él no respondía, estaba siempre hablando por teléfono", dijo a los fiscales. Costa Crociere confirmó a La Repubblica que al otro lado de la línea estaba Roberto Ferrarini, responsable de la unidad de crisis.
Al comprobar que Schettino no estaba por la labor de tomar ninguna decisión, entre varios oficiales decidieron sacar a la gente de allí, saltándose el mando y protagonizando un motín de emergencia. "Durante los primeros 40 minutos después del impacto, la nave estaba completamente parada. Podríamos haber salido en los botes salvavidas con los pasajeros. Habríamos llegado a tierra sin mojarnos si quiera los pies", sentenció Di Lena.
Schettino, que este martes se sometió a un análisis para comprobar si había consumido drogas, será trasladado a su casa y permanecerá bajo vigilancia policial. Mientras tanto, los equipos de rescate hallaron los cadáveres de otras cinco personas cuatro hombres y una mujer, todos con chalecos salvavidas en la parte sumergida del barco, lo que eleva a 11 los muertos.
Los equipos de rescate hallan otros cinco cadáveres con chalecos salvavidas
Varias unidades del Ejército procedieron este martes por la mañana a colocar diversas cargas explosivas de pequeña intensidad en el casco, con el objetivo de abrir siete vías de entrada y acelerar el reconocimiento de los intestinos del crucero, en busca de supervivientes. La cifra volvió a ser una incógnita, y algunos medios como La Stampa acusaron a Costa Crociere de manejar una lista secreta con 40 nombres.
Al menos 28 desaparecidosEl administrador general de la naviera, Pierluigi Foschi, lo negó rotundamente: "Estamos trabajando en una situación de emergencia, no estamos escondiendo la verdad sobre el número de desaparecidos". Otra explicación la dio el propio Verusio: "Con la rapidez con la que se desarrolló todo, es muy posible que haya gente que fuera recogida por sus familiares o que directamente no constara en el censo que se hizo en el puerto". Esta mañana se le realizará una autop-sia a las cinco primeras víctimas, entre las que se encuentra el español Guillermo Gual.
Para zanjar la polémica, la Prefectura de Grosseto publicó la lista final de personas sin localizar. En total son 28, entre los que hay 13 alemanes, seis italianos, dos estadounidenses, cuatro franceses, un indio, un húngaro y un peruano.
Por otra parte, el Gobierno no se ha cruzado de brazos. Al estado de emergencia en la zona habrá que añadir una inves-tigación del Senado y otra del Ministerio de Infraestructuras y Transportes. Su titular, Corrado Passera, lo calificó como "un error dramático y clamoroso". Una vez que se conozcan los avances de la inves-tigación, se plantea contactar con las autoridades europeas para evaluar si es necesario cambiar la política sobre el tráfico de cruceros y así evitar nuevos accidentes.
Los buzos encontraron este martes una segunda parte de la caja negra. Su análisis será clave para dibujar de una vez por todas qué pasó realmente en el Costa Concordia.
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