Boric plantea "ajustes" en el equipo de Gobierno tras el rechazo a la Constitución

El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha deslizado este domingo la posibilidad de que realice cambios en su gabinete en los próximos días tras el contundente rechazo a la nueva Constitución chilena que planteaba su Gobierno. Esta posibilidad ya estaba en el aire desde hace unas semanas, cuando los pronósticos en las encuestas jugaban en su contra de cara al plebiscito constituyente.

La dura derrota de la nueva Constitución y los errores cometidos por algunos de sus ministros parece que han terminado de decantar la balanza ante los posibles cambios en su equipo de Gobierno. "Hacer frente a estos importantes y urgentes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de Gobierno para enfrentar este nuevo período con renovados bríos", declaraba a los medios al poco de conocerse el resultado.

El Gobierno de Boric comenzaba más de la mitad de la aprobación del pueblo chileno, pero ya en sus primeros días tuvo algunos tropiezos, concretamente por parte de su ministra del Interior, la médico Izkia Siches. El propio Boric reconocía que habían "despegado con turbulencias" cuando se cumplía un mes de su toma de posesión.

Siches, la primera mujer en ocupar la poderosa cartera de Interior, fue uno de los grandes activos de Boric durante la campaña, pero para muchos expertos se ha terminando convirtiendo en uno de sus grandes lastres, sobre todo tras su accidentado viaje a la sureña Araucanía, donde fue recibida con disparos al aire y barricadas. Por otro lado, la ministra tuvo que pedir disculpas después de que acusara a la Administración anterior de deportaciones irregulares.

Otro de los nombres señalados es el del ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y mano derecha de Boric, Giorgio Jackson, que ha recibido críticas por su gestión de la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo por parte de la oposición y del sector moderado del oficialismo.

Uno de los focos principales a los que se enfrenta Boric es el agravamiento del "conflicto mapuche", cuya escalada de violencia en las zonas de disputa por las tierras ancestrales es uno de los temas más complejos con el que tiene que lidiar su equipo y la pasada semana se cobraba la primera baja en su gabinete.

La caída fue de la ya exministra de Desarrollo Social Jeannette Vega, que presentó su dimisión después de que se filtrase que una de sus asesoras contactó el pasado mayo con el líder mapuche, Héctor Llaitul, al que han arrestado recientemente.