Este artículo se publicó hace 17 años.
Bhutto desafía a los islamistas tras el atentado
Afirma que se trata de “un ataque a la democracia” y desafia al país a derrotar a los “cobardes” que perpetraron la masacre
Calles vacías. Restos de sangre. Frustración. El día siguiente al peor atentado suicida de Pakistán, en el que murieron 138 personas, la ex primera ministra Benazir Bhutto , declaró que se trata de “un ataque a la democracia” y desafió al país a derrotar a los “cobardes” que perpetraron la masacre.
“El ataque no estaba dirigido a mí. Era un ataque contra lo que represento”, dijo Bhutto en una conferencia de prensa en Karachi.
El atentado tuvo lugar poco antes de la medianoche, durante una marcha organizada para dar la bienvenida a Bhutto a su regreso tras ocho años de exilio a la que acudieron al menos unos 250.000 simpatizantes. La ex primera ministra salió ilesa al encontrarse en el interior de un vehículo blindado cuando se dirigía al mausoleo del fundador de Pakistán, Muhamad Ali Jinnah.
“Si tenemos que sacrificar nuestras vidas, estamos preparados. Pero no lo estamos para entregar nuestra nación a los integristas”, añadió Bhutto. El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, expresó “su más profundo pesar” por el ataque pero le pidió “no comenzar a acusar a unos y a otros”.
Aunque las calles de Karachi se llenaron de pancartas de bienvenida y de miles de seguidores, Bhutto tiene muchos enemigos que podrían estar detrás del atentado. Nadio lo ha reclamado hasta el momento pero las primeras hipótesis apuntan hacia los islamistas, quienes habían proferido varias amenazas contra ella.
Sospechosos
El comandante talibán Baitullah Mahsud amenazó con “dar la bienvenida a Bhutto con un ataque suicida”. Otro líder islamista, Haji Omar, se expresó con términos parecidos: “Ella tiene un acuerdo con América.
Cometeremos atentados contra Benazir Bhutto igual que hicimos ya contra Musharraf.” El presidente ha sido víctima de tres ataques fallidos.
Las autoridades anunciaron que han encontrado la cabeza del presunto suicida, que salió despedida durante la explosión. “Tenía unos 20 ó 21 años”, dijo un investigador. “Llevaba entre 15 y 20 kilogramos de explosivos enganchados al cuerpo”.
Al parecer, el suicida logró atravesar dos cordones policiales pero fue detenido en el último de ellos. Pese a la intimidación islamista, Bhutto apuntó hacia los militares a la hora de identificar a los cerebros del ataque: “Sé exactamente quién me quiere matar. Son altos cargos del antiguo régimen del general Zia-ul-Haq que hoy están detrás del extremismo y el fanatismo. Debemos purgar estos elementos todavía presentes en nuestros servicios secretos”, declaró Bhutto a la revista francesa Paris Match.
La ex primera ministra de Pakistán ha negociado con Musharraf un pacto de poder que le ha permitido regresar al país. Su objetivo es presentarse a las elecciones generales, previstas para enero de 2008, y reinstaurar un poder civil tras ocho años de dictadura.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.