Este artículo se publicó hace 4 años.
AlemaniaBerlín cuenta sus sintecho
La capital alemana trata de hacer un censo de las personas que habitan en las calles de la ciudad. Con la medida, no exenta de críticas, las autoridades esperan poder ofrecer mejor ayuda a los miles de personas sin hogar que malviven en Berlín.
Javier Pérez de la Cruz
Berlín-
Es una imagen que sorprende a todo aquel que visita Berlín: la gran cantidad de personas bajo cartones o sepultados bajo chaquetas y sacos de dormir. En estaciones de metro, en las puertas de supermercados, debajo de algún puente. En la capital de la economía más poderosa de Europa, el número de personas sin hogar no deja de aumentar.
Hay consenso sobre el hecho de que es un drama que cada vez afecta a más personas. Se estima que son entre seis y diez mil personas, pero nadie lo sabe con exactitud. Por primera vez, el Gobierno local (una coalición del partido Socialdemócrata, La Izquierda y Los Verdes) quiere tratar de averiguar cuántos hay. La iniciativa, nunca realizada hasta el momento en Alemania, toma el ejemplo del recuento en otras ciudades como París o Nueva York.
Más de 3.700 voluntarios participaron la noche del miércoles en la denominada Noche de la Solidaridad, organizada por la oficina para Integración, Trabajo y Asuntos Sociales de Berlín. Los voluntarios recorrieron durante tres horas las calles de los 12 distritos de la capital alemana con un formulario de preguntas básicas: edad, género, procedencia, tiempo que lleva sin casa y con quién vive en la calle.
Berlín ya dispone de una amplia red de albergues para dar cobijo a las personas sin hogar, centros a los que también acuden trabajadores sociales que tratan de establecer contacto con los sintecho. Pero con esta acción, el Gobierno busca recopilar la mayor cantidad de información posible para, posteriormente, poder ofrecer una ayuda más concreta y eficiente.
Elvin Aydinoglu, empleada de la Administración local, es una de esas personas que se sumaron a la iniciativa. "Me parece que hay más personas sintecho de las que nos imaginamos. Y sabemos muy poco sobre cómo viven. Por ejemplo, a veces algunos de los albergues que tienen disponibles se quedan vacíos. Hay falta de comunicación y por eso creo que esta es una acción tan positiva".
"Miles de personas se apuntaron rápidamente para participar en la iniciativa. Eso demuestra que la gente sí es solidaria, que la gente sí piensa que los sintecho son parte de la ciudad y que tenemos que ayudarlos", afirmaba, poco antes de que comenzara el recuento, Elke Breitenbach, la encargada de la política social de la ciudad y responsable de la acción.
Más del 70% de las personas sin hogar en Berlín tienen problemas psicológicos
Desde otros sectores dedicados a la asistencia a personas sin vivienda la medida también se ve con buenos ojos. "Es algo positivo que la situación de los sintecho se haya convertido en una prioridad de la agenda política. Que se esté hablando de ello es ya bueno de por sí", sostiene Stefanie Schreiter, del Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del hospital universitario Charité.
Según esta especialista en modelos de asistencia para grupos específicos como refugiados o personas sintecho, más del 70% de las personas sin hogar en Berlín tienen problemas psicológicos. "Además también existe el problema de quién debe responsabilizarse de estas personas, si el Departamento para Asuntos Sociales o el de Sanidad. Muchas personas sin hogar no saben a quién han de dirigirse, y eso crea frustración".
Críticas a la iniciativa
Asimismo Schreiter no oculta sus dudas sobre la iniciativa: "El problema podría ser que el resultado del recuento sea bajo y que luego no se tomen medidas. Lo realmente importante es qué se hace después".
A la prensa no se le permitió acompañar a los voluntarios que salieron a la calle en busca de las personas sintecho. Se quería evitar que se tomaran fotografías y vídeos del recuento. "Vamos a asegurarnos de que se respeta la privacidad de las personas que viven en la calle. Y si no quieren participar en la encuesta, no se les preguntará nada", insistía Elke Breitenbach.
La responsable de la acción quería así rebatir otra de las críticas que se habían lanzado, que el recuento violara la dignidad de las personas que duermen en la calle. "Esto no es un safari de personas sintecho", anunciaron desde el Departamento de Asuntos Sociales durante la preparación del evento, que se extendió a lo largo de cinco meses. No obstante, las críticas no terminan ahí.
"Esto no es un safari de personas sintecho"
Aunque destacan la importancia de que miles de persones se impliquen en una iniciativa para ayudar a las personas sin hogar, algunos colectivos en contra de los desahucios y la especulación inmobiliaria, como el centro autogestionado Friedel54, consideran que estas acciones ocultan las causas de uno de los grandes problemas que lleva a las personas a tener que vivir en la calle.
"Si se observa a fondo, esta iniciativa se destapa como un espectáculo inflado por los medios de comunicación que, además, no identifica las causas reales de la falta de vivienda e ignora la responsabilidad política por la denominada "escasez de viviendas", aseguran en un comunicado publicado en su página web.
Mientras tanto, junto a una de las entradas de la estación de Zoologischer Garten, ajeno a que a solo unos pocos metros un grupo de voluntarios se preparaba para el recuento, Jan pedía limosna a los viandantes.
"Me parece bien que nos intenten ayudar", decía este joven alemán que lleva más de un año en la calle. Pero, apoyado en una muleta y aferrado a un vaso de papel de café para llevar con algunas monedas, no se sentía muy esperanzado. "Ya tenemos albergues a los que ir, no creo que vaya a cambiar mucho mi vida. Mañana seguiré en la calle".
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