Este artículo se publicó hace 8 años.
¿Son una amenaza las bases militares rusas en el extranjero?
Rusia cuenta con 18 instalaciones fuera de su territorio para sus Fuerzas Armadas,
muy por debajo de las 800 que Estados Unidos dispone en todo el planeta.
Àngel Ferrero
-Actualizado a
MOSCÚ.- Lo más recordado de la intervención de Vladímir Putin en el programa de televisión Línea directa de diciembre de 2014 fue su parábola del oso. “No nos dejarán en paz”, dijo el presidente ruso, “siempre intentarán encadenarnos, y cuando estemos encadenados, nos arrancarán los dientes y las garras”. Aunque las declaraciones de Putin se referían a la capacidad de disuasión nuclear de Rusia, pueden extenderse razonablemente al resto de las fuerzas armadas del país.
Cuando Putin asumió la presidencia a mediados del año 2000, el Ejército ruso todavía no se había recuperado del estigma de corrupción e incompetencia militar que marcaron la etapa de Pavel Grachev al frente del Ministerio de Defensa (1992-1997). La tragedia del submarino Kursk el 12 de agosto de aquel año devino en símbolo del mal estado de las fuerzas armadas de Rusia. Dieciséis años después la imagen es muy diferente.
El presupuesto de defensa ruso ha aumentado prácticamente de manera constante desde la llegada
de Putin al poder
La intervención del Ejército ruso durante la crisis de Crimea en 2014 y la operación aérea que comenzó un año después en Siria han generado debate, y en algunos casos preocupación, sobre el regreso de Rusia a la arena internacional como potencia militar. Mientras Barack Obama calificaba a Rusia en marzo de 2014 como una mera “potencia regional” que amenazaba “a sus vecinos no por su fortaleza, sino por su debilidad”, a mediados de octubre cambiaba su discurso. “Creemos que Rusia es un país grande e importante, con un Ejército sólo superado por el nuestro y que tiene que ser una parte de la solución en el plano internacional más que parte del problema”, declaró.
Según fuentes del Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), el presupuesto de defensa ruso ha aumentado prácticamente de manera constante desde la llegada de Putin al poder. El año pasado alcanzó los 66.000 millones de dólares, convirtiendo a Rusia en el cuarto país del mundo que más dinero destina a su defensa, por detrás de EEUU (596.000 millones), China (215.000 millones) y Arabia Saudí (87.000 millones).
El pasado mes de agosto, el vicepresidente del comité de defensa y seguridad del Senado ruso, Frants Klintsevich, declaraba al diario Izvestia que la base aérea de Jmeimim, en Siria, pasaría a ser permanente cuando termine el conflicto. Construida en 2015 en unos terrenos adyacentes al aeropuerto internacional Bashar al-Assad de Latakia para alojar a las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia durante su intervención en el país, ésta será la segunda base militar rusa en Siria.
La mayoría de las bases rusas en el extranjero se encuentran en repúblicas de la antigua Unión Soviética
Un día después la agencia de noticias RIA Novosti informaba de que Rusia estaba planeando también reconstruir su aeródromo en la base naval de Cam Rahn, en Vietnam. También en agosto, durante el restablecimiento de relaciones entre Turquía y Rusia, se llegó a rumorear que el Gobierno turco podría abrir las puertas de su base en Incirlik a los cazas y bombarderos rusos que participan en la operación en Siria.
A comienzos de octubre el viceministro de Defensa, Nikolai Pankov, confirmó los planes de Moscú, y añadió a la lista la base de Lourdes, en Cuba, para la intercepción de señales, operada por los servicios de inteligencia rusos (SVR) hasta el año 2002. El portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, alimentó la noticia al decir que consideraba “muy apropiada” la decisión de meditar su reapertura. “Es natural que todos los países valoren estos cambios en consonancia con sus intereses nacionales y tomen determinados pasos”, dijo. Tanto Cuba como Vietnam han declarado que no existen planes para reabrir sus bases.
¿Cuál es realmente la presencia internacional del ejército ruso? Rusia dispone actualmente de 18 bases e instalaciones mlitares fuera de su territorio (si se considera Crimea como parte de Ucrania; Transnístria como parte de Moldavia y Osetia del Sur y Abjasia como parte de Georgia, y el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, como una instalación militar). La mayoría se encuentran en repúblicas de la antigua Unión Soviética: Bielorrusia (3), Kazajistán (3), Armenia (2), Osetia del Sur (1), Abjasia (1), Kirguistán (1), Transnístria (1), Tadyikistán (2), Siria (2), Ucrania (1) y Vietnam (1) (Cam Rahn aún se utiliza para abastecer buques rusos).
Durante la primera década del siglo XXI Rusia se quedó sin la estación de radar de Cuba (2002), ya mencionada, y otra en Azerbaiyán (2013), así como tres bases militares en Georgia (2007), luego que el presidente Mijeíl Saakashvili modificase la política exterior del país para situarlo en la órbita de Washington y Bruselas. La presencia de tropas rusas en Transnístria (no reconocida por ningún Estado miembro de la ONU) y en Osetia del Sur y Abjasia (reconocidas únicamente por Rusia, Nicaragua, Venezuela y Nauru, y en el caso de Osetia del Sur también por la República Áraba Saharaui Democrática) es fuente de controversia.
David Vine: “EEUU tiene probablemente más bases militares en el extranjero que cualquier otro pueblo, nación o imperio en la historia”
Frente a Rusia, Estados Unidos sigue siendo el país con más bases e instalaciones militares fuera de su territorio. Los otros países con bases en el extranjero son: Reino Unido (16), Francia (6), Italia (2), India (1), Japón (1) y Turquía (1). De acuerdo con David Vine, autor del libro Nation Base, EEUU tiene unas 800 bases militares repartidas por todo el planeta, que acogen a cientos de miles de soldados. “Estados Unidos tiene probablemente más bases militares en el extranjero que cualquier otro pueblo, nación o imperio en la historia”, aseguró Vine en un artículo publicado en The Nation en diciembre de 2015.
La presencia militar de EEUU, calificada por sus críticos de “imperial”, es en ocasiones motivo de rechazo y protestas por parte de la población local, desde las marchas anti-OTAN a la base naval de Rota, en Andalucía, hasta las concentraciones frente a las bases de Ramstein, en Alemania ─desde donde se coordinan los ataques con drones en Oriente Próximo y Oriente Medio, según documentos obtenidos por el semanario Der Spiegel─, o de Okinawa, en Japón, notoria por los crímenes cometidos por sus soldados contra la población local.
A las 800 bases de EEUU aún habría que añadir la presencia de tropas y asesores militares en 160 países. En 2014, por ejemplo, Washington llevó a cabo sólo en África 674 operaciones militares, según señaló en su día Nick Turse para TomDispatch. Además, todavía habría que añadir los 11 portaaviones en activo de la Armada estadounidense, que pueden ser considerados como bases flotantes. Rusia, en cambio, sólo cuenta con un único portaaviones: el Almirante Kuznetsov, motivo de controversia ahora por su escala abortada en Ceuta. El Almirante Kuznetsov viaja por el Mediterráneo, escoltado por el crucero lanzamisiles Piotr Veliky y otras embarcaciones. Allí servirá con toda probabilidad de plataforma para que los aviones rusos apoyen la ofensiva de otoño del Ejército Árabe Sirio.
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