El Gobierno de Alemania endurecerá la legislación del país sobre armas tras la desarticulación la semana pasada del grupo ultraderechista que planeaba un golpe de Estado. La ministra del Interior del país, Nancy Faeser, ha alertado de la peligrosidad de este movimiento, cuyos miembros han aumentado un 10% en el último año, hasta llegar a 23.000.

Faeser anunció este domingo que ya se ha retirado el permiso de armas a 1.050 personas de los llamados Reichsbürger ("ciudadanos del Reich"). "No estamos ante locos inofensivos, sino ante sospechosos de terrorismo", declaró la ministra al diario Bild. Las autoridades alemanas estiman que en la actualidad unos 500 miembros del grupo poseen armas legalmente.

Además de la retirada de licencias de armas, el Ministerio del Interior alemán ha pedido ayuda a los gobiernos locales, a las que reclama un mayor control en la entrega de permisos. "Aquí necesitamos la máxima presión de todas las autoridades", señaló al respecto la ministra. 

La Policía alemana detuvo a 23 miembros y simpatizantes de una presunta organización terrorista del entorno de los Reichsbürger que planeaba tomar el Bundestag (Parlamento) y coger como rehenes a miembros del Gobierno y diputados. Otras dos personas fueron detenidas en Kitzbühel (Austria) y Perugia (Italia).

Según Faeser, el 10% de estos extremistas está dispuesto a recurrir a la violencia. De acuerdo a los datos del Ejecutivo alemán, el año pasado se registraron 239 delitos de violencia atribuibles a los Reichsbürger.

Se trata de un grupo que se caracteriza por su rechazo fundamental de la República Federal de Alemania y su ordenamiento jurídico. Lo forman personas de clase alta, ultraderechistas y negacionistas, entre los que se encontraban simpatizantes de QAnon.