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Ahmadineyad y Gates cruzan fuego en Kabul

Irán y EEUU se acusan de mantener un 'doble juego' en Afganistán

ANTONIO LAFUENTE

EEUU cree que Irán mantiene un 'doble juego' en Afganistán y lo mismo piensa Irán de EEUU, según el cruce de acusaciones que mantuvieron en Kabul el presidente de la República Islámica, Mahmud Ahmadineyad, y el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, que coincieron durante unos minutos en la capital afgana sin verse las caras.

Ahmadineyad llegó prácticamente cuando Gates salía, lo que dio pie al secretario de Defensa para afirmar que la visita del líder iraní era 'forraje para los conspiradores'. Previamente, a su llegada a Kabul el día anterior, Gates había acusado a Irán de mantener un 'doble juego' al intentar mantener buenas relaciones con el Gobierno de Hamid Karzai mientras ayuda a los talibanes, socavando así la lucha de EEUU y la OTAN contra ellos. 'Creemos que Afganistán debe tener buenas relaciones con todos sus vecinos, pero también queremos que los vecinos de Afganistán mantengan un juego limpio con el Gobierno del presidente Karzai', aseguró Gates.

En rueda de prensa junto con Karzai, Ahmadineyad rechazó primero las acusaciones de Gates, al señalar que no tiene sentido que un Gobierno musulmán chií ayude a un movimiento integrista suní, y las empató después afirmando: 'Creo que es EEUU el que mantiene el doble juego, pues ahora lucha contra los terroristas que ayudó a crear'. Después comentó que el terrorismo no se combate con una guerra en la que mueren soldados y civiles, sino con los servicios de inteligencia.

La tensión sobre Afganistán es el reflejo de la que mantienen EEUU e Irán acerca del programa nuclear de Teherán. En las últimas semanas, Washington ha intensificado sus gestiones diplomáticas ante las capitales para lograr sanciones contra Irán. El Gobierno que preside Barack Obama, pretende primero el consenso del llamado P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) que hasta ahora ha intentado resolver la cuestión por la vía diplomática. Una vez conseguido ese consenso, Washington acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU para pedir la aprobación de las sanciones.

Sin embargo, ni el P5+1 ni en el Consejo de Seguridad EEUU tiene fácil superar las reticencias a las sanciones de China y Rusia, países con poder de veto en el Consejo. De hecho, esas reticencias son las mismas que han bloqueado las sanciones desde hace años. Tampoco las tiene todas consigo EEUU con los miembros no permanentes del actual Consejo de Seguridad, entre ellos Brasil, Turquía y Líbano, partidarios de continuar las gestiones por la vía diplomática. 'No quiero que se repita en Irán lo que ocurrió con Irak', dijo el martes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, cuando una agencia estadounidense le preguntó por las sanciones.

Irán, que se encuentra encajonado entre las tropas estadounidenses en Afganistán y en Irak, mantiene por su parte el juego de la ambigüedad con respecto a su programa nuclear, del que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha expresado sus dudas acerca de que sus fines sean sólo civiles y pacíficos como sostiene Ahmadineyad.

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