El periodista estadounidense James Foley fue secuestrado el pasado 22 de noviembre en Siria cuando atravesaba la provincia de Idlib camino de Turquía. La familia, que en un primer momento prefirió mantener en secreto su desaparición dada la delicada situación del conflicto, puso en marcha ayer una campaña en internet pidiendo su liberación.

Foley, que lleva cubriendo desde hace cinco años los conflictos en Afganistán, Irak, Libia y Siria para agencias como AFP y medios como Globalpost, la CNN o la CBS, fue interceptado y capturado por dos hombres armados cuando se dirigía en su vehículo hacia la frontera turca.

Por el momento ningún grupo ha reivindicado el secuestro, hecho que ha empezado a convertirse en un peligro añadido para los periodistas que están informando sobre la guerra en Siria. 

Sus familiares dieron vida ayer a la página web freejamesfoley.org, desde la que hacen un llamamiento a sus captores para que lo pongan en libertad. 'Jim es el mayor de cinco hijos. Ha informado de manera independiente y objetiva desde Oriente Medio durante los últimos cinco años. Antes de comenzar a trabajar como periodista, Jim trabajaba como profesor y mentor de personas desafavorecidas ayudándoles a mejorar sus vidas', dicen en un escueto comunicado.

No es la primera vez que Foley vive una situación similar. En la primavera de 2011, cuando se encontraba cubriendo el conflicto en Libia, fue detenido por el régimen de Muamar Gadafi junto con el fotoperiodista español Manu Brabo y la periodista Clare Morgana Gillis.

En el último trabajo que publicó en su blog el 15 de noviembre, Foyle escribía sobre las armas caseras que emplean los rebeldes para defenderse del régimen de Bashar al Asad.