Este artículo se publicó hace 14 años.
31 muertos y 48 heridos por tres explosiones al noreste de Bagdad
La explosión de dos coches-bomba y el ataque de un suicida tiñen de violencia las elecciones parlamentarias previstas para el próximo domingo
Al menos 31 personas han muerto este miércoles y otras 48 han resultado heridas en una cadena de atentados en Baquba, al noroeste de Bagdad. En total hubo tres explosiones. Dos de ellas fueron causadas por sendos coches-bomba, mientras que la tercera fue obra de un terrorista suicida que detonó el cinturón de explosivos que llevaba amarrado al cuerpo, según la Policía.
Según la agencia EFE, los ataques fueron casi simultáneos y tuveron lugar en el centro de la ciudad. Uno de los dos vehículos estalló cerca de la oficina del Ministerio de Vivienda y el otro junto a la del Ministerio de Aguas. La agencia Reuters, por su parte, informaba de que ambos ataques podían haberse producido contra dos comisarías de Policía.
Después de los dos coches bomba, un suicida que portaba un cinturón de explosivos atentó en la entrada del hospital general de Baquba. Allí estaban llegando los heridos de los dos primeros ataques, por lo que se teme que la cifra de víctimas vaya en aumento.
Baquba es la capital de Diyala, provincia que se ha convertido en uno de los santuarios de Al Qaeda y varios grupos suníes insurgentes en Irak. El gobernador, Samira al-Shibli, confirmó que la Policía ha cortado los accesos a la ciudad y ha impuesto el toque de queda en toda la región.
Elecciones decisivas Las elecciones marcan el comienzo del autogobierno iraquí, con los estadounidenses poniendo fin a las operaciones militares en agostoIrak sigue sufriendo una oleada de atentados a escasos días de la celebración de las elecciones parlamentarias. La situación es controvertida, con el presidente del país, Nuri Al- Maliki, buscando una mayoría en la Cámara. Los ataques recientes han mermado su popularidad y ha empezado a sufrir ataques desde la oposición.
En los últimos días, se le ha acusado de vender armas y ofrecer protección a los jefes tribales a cambio de votos. También de querer borrar de la política a los miembros del aprtido Baas, de Sadam Husein.
Una de las principales armas políticas de Al-Maliki era el aumento de la seguridad en todo el país y, en especial, en Bagdad. Pero los últimos atentados han dejado claro que las Fuerzas de Seguridad iraquíes siguen sin estar preparadas para defenderse de la insurgencia.
Las elecciones del día 7 son decisivas para el futuro del país. En agosto el Ejército de EEUU pondrá fin a todas sus operaciones, como antesala de la retirada total prevista para 2011.
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