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Este artículo se publicó hace 10 años.

Las cuchillas de Hungría, un obstáculo en el camino a Alemania

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Una refugiada siria camina por un maizal cerca de la frontera entre Hungría y Serbia cerca de Roszke (Hungría) .- EFE/Sandor Ujvari
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Una niña junto a su familia, refugiados sirios, trata de cruzar la valla de cuchillas instalada por Hungría en su frontera con Serbia, cerca Röszke.- REUTERS / Bernadett Szabo
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Un refugiado sirios coge una manzana durante su caminata junto a la frontera, antes de hacer noche y tratar de atravesar la alambrada de cuchillas levantada por Hungría en su frontera con Serbia.- EFE/SANDOR UJVARI
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Un refugiados sirio gatea después de cruzar por debajo de una cerca de cuchillas para entrar en Hungría desde Serbia, cerca Röszke. Austria será su próximo destino.- REUTERS / Bernadett Szabo
Una refugiada siria sujeta a su hijo mientras duerme en un parque con un niño duerme en un parque cerca de la principal estación de autobuses y de tren en Belgrado, Serbia, después de días caminando desde Macedonia para llegar al norte de Europa.- REUTERS / Marko Djurica
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Refugiados sirios duermen entre cartones en un parque cerca de la principal estación de autobuses y de tren en Belgrado, Serbia, antes de intentar cruzar a Hungría.- REUTERS / Marko Djurica
Una refugiada siria corre con su bebé en brazos después de atravesar la valla de cuchillas que ha levantado Hungría en su frontera con Serbia, cerca Röszke.- REUTERS / Bernadett Szabo
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Refugiados sirios cruzan la valla de cuchillas que Hungría ha instalado en su frontera con Serbia, cerca Röszke.- REUTERS / Bernadett Szabo
Varios refugiados caminan por la línea férrea, cerca de Roszke, Hungría, para cruzar su frontera con Serbia.- EFE/Zoltan Balogh
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Refugiados sirios, muchos de ellos niños, caminan después de cruzar la frontera húngaro-serbio en Hungría, cerca Röszke, y sortear la alambrada de cuchillas recién instalada.-REUTERS / Laszlo Balogh
Un refugiado sirio intenta pasar la alambrada en la frontera entre Hungría y Serbia cerca de Roszke (Hungría).- EFE/Zoltan Balogh
Refugiados sirios caminan con sus hijos en brazos a lo largo de una vía de ferrocarril, después de cruzar la frontera húngaro-serbio en Hungría, cerca Röszke, donde se ha construido una alambrada de cuchillas para frenarlos de 175 km de longitud.- REUTERS / Laszlo Balogh
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Zapatos y calcetines de refugiados sirios, colgados a secar cerca de la frontera de Serbia con Hungría, cerca del pueblo de Horgos.- REUTERS / Marko Djurica
Refugiados sirios son transportados dentro de un vehículo de la policía serbia en el pueblo de Horgos cerca de la frontera de Serbia con Hungría.- REUTERS / Marko Djurica

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