Los pescadores seguían con secuelas cinco años después del 'Prestige'

La participación en las labores de limpieza del vertido del Prestige podrían ser la causa de las dolencias respiratorias detectadas en pescadores, que persisten cinco años después de la exposición, apunta un estudio publicado por la revista Occupational and Environmental Medicine.

El estudio, en el que participó un grupo de centros hospitalarios españoles, relata que entre los pescadores expuestos permanecía en 2008 "más alta" la prevalencia de síntomas respiratorios en el tracto bajo (sofocos, dificultad para respirar, tos y flemas); mientras que el riesgo de tener síntomas respiratorios persistentes "se incrementó de acuerdo con el grado de exposición" al combustible y sus vapores en el grupo de los que habían estado en contacto con el fuel de forma moderada o alta.

Los objetivos del trabajo eran evaluar la persistencia en el tiempo de los efectos sobre la salud del vertido, que tuvo lugar en noviembre de 2002, cinco años después del mismo, y tras conocerse que dentro de los dos años posteriores al naufragio del petrolero los pescadores que habían participado en la limpieza mostraron un "riesgo excesivo de síntomas respiratorios".

Los pescadores mostraron un "riesgo excesivo de síntomas respiratorios"

En este trabajo científico, los investigadores crearon dos subgrupos, uno de 501 pescadores que habían estado expuestos en los trabajos y otros 177 que no. Todos fueron entrevistados de nuevo por teléfono en el año 2008, con el mismo cuestionario que se había realizado años antes. Además, explica el artículo, se introdujeron en el análisis ajustes en función del sexo, la edad y la condición de fumador de los entrevistados.

Las conclusiones del estudio, titulado Síntomas respiratorios persistentes en los trabajadores de limpieza cinco años después del vertido del Prestige, indican la necesidad de que se establezcan una serie de "medidas preventivas" y una "vigilancia continua" de los trabajadores que participaron en la limpieza. Jan-Paul Zock, investigador del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona, lideró un colectivo de especialistas que han participado en la investigación. En total han participado mas de 10 centros de investigación de Madrid, Barcelona y Palma.