La crecida del Ebro: ¿Catástrofe o beneficio?

ZARAGOZA.- Según Alfredo Ollero, profesor titular de la Universidad de Zaragoza y presidente del Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), cada vez que se asiste a la crecida de un río, como la que estamos viviendo estos días, emergen las voces de los habitantes ribereños -alcaldes, agricultores y cualquier persona de la calle- reclamando la “limpieza” del cauce y asegurando, además sin ningún género de duda por su parte, que la inundación está siendo grave “por culpa de que el río no está limpio”.

La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) recoge en un artículo titulado Las 'limpiezas' o 'dragados' de los ríos, tan inútiles como peligrosos, elaborado por Alfredo Ollero y la consultora en restauración fluvial, Camino Jaso, que cuando “se pide limpiar un río no se pretende liberarlo de basuras, sino eliminar sedimentos, vegetación viva y madera muerta, elementos naturales del río y fundamentales para su dinámica. Se demanda, en suma, agrandar la sección y reducir la rugosidad para que el agua circule en mayor volumen sin desbordarse y a mayor velocidad”, e insisten en que “las limpiezas son acciones que nada benefician a los que las demandan”.

Defienden Ollero y Jaso que en las primeras horas de la siguiente crecida el río volvería a acumular materiales en los huecos limpiados. Comentan que si se degrada el río rebajando un metro el lecho, para una crecida de 2.000 m3/s similar a la de estos últimos días y teniendo en cuenta el campo de velocidades, tan solo bajaría el nivel de la corriente unos 8 centímetros en la misma sección dragada. Y si se quiere mantener este pequeño efecto habrá que seguir limpiando una y otra vez.

Por otra parte, hablar de los beneficios de las crecidas cuando agricultores y ciudadanos han perdido sus cosechas e incluso sus viviendas, mal contadas pueden levantar la ira de los afectados. Según Olga Campos, técnico de educación ambiental en el Ayuntamiento de Zaragoza, en su artículo Las crecidas también aportan múltiples beneficios, estas crecidas permiten diluir los contaminantes del agua superficial que circula por el río y que las depuradoras solo resuelven en parte, de esta forma aumenta la calidad del agua que bebemos y la del riego de los productos de la huerta; arranca las algas, donde la mosca negra realiza sus puestas; remueve sedimentos del cauce y oxigena los fondos a la vez que genera nuevos hábitats fluviales; también arrastra sedimentos y nutrientes que llegan a la desembocadura del Ebro permitiendo la existencia del Delta y las actividades agrícolas existentes en él.

La aportación anual de la cuenca del Ebro es de casi 19.000 hm3, con máximos de 29.726 hm3 y mínimos de 8.393 hm3, con una presente irregularidad. Así, en Tortosa, el río Ebro ha llegado a tener un caudal de 32 m3/s en periodo de sequía y también ha superado los 10.000 m3/s en algunas crecidas. En su curso alto se han llegado a superar los 1.000 m3/s en Miranda de Ebro y en el curso medio destacan los aforos de Castejón con un máximo en 1961 de 4.950 m3/s, casi el doble de los 2.500 metros cúbicos por segundo con una “altura muy importante” que, según el presidente de la CHE, ha llegado a alcanzar durante estos días.

Según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, la última crecida del río Ebro se debe a que “hace tres semanas se registraron nevadas muy intensas en toda la cuenca y eso generó zonas con mucha nieve; se han registrado tres frentes, dos de ellos muy intensos, y el último con aire cálido, que han generado el deshielo cuando ya teníamos caudales bastante altos. Así que la suma de muchos factores hace que tengamos una avenida extraordinaria".

26-2-2015: jueves negro

Reforzando las palabras del presidente de la CHE, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) marcó el punto de salida de esta crecida el pasado 26 de febrero, cuando avisó de riesgo de aludes y deshielos en el Pirineo occidental, aumentando la posibilidad de desbordamiento de los ríos en el entorno del área pirenaica y en el margen izquierdo del río Ebro. Reforzadas por las nevadas del día anterior, que fueron lluvias el jueves 26.

La Confederación Hidrográfica del Ebro mantuvo la alerta roja en cinco municipios navarros por las crecidas de los ríos Arga (la localidad de Funes), Ebro (Mendavia y Castejón), Ega (Andosilla) e Irati (Liédena), y la alerta amarilla en uno más por el río Aragón (Caparroso). Las previsiones apuntaban a que el máximo volumen de caudal todavía no se había registrado en ninguna de ellos. Se avisaba de que a partir de la tarde del 26 las crecidas alcanzarían el mayor nivel.

En Castejón (Navarra), el Ebro tenía ese día una altura de 7,34 metros y un caudal de 2.060 metros cúbicos por segundo (inferior a las crecidas de marzo de 2003 -2.220 m3/s- y abril de 2007 -2.282 m3/s- y muy alejada de los 4.130 m3/s de 1961), con tendencia ascendente. En ese momento, en Zaragoza se registraba una altura de 4,13 metros y 1.412 metros cúbicos por segundo. Lo peor estaba por llegar.

El Gobierno de Navarra mantenía el nivel 1 de alerta por riesgo de inundaciones en la zona media y la ribera de la comunidad, así como por el previsible aumento del caudal de los ríos por el mencionado deshielo. La jornada se cerraba con un total de 17 carreteras cortadas al tráfico en esta comunidad por la crecida de los ríos, dos de ellas en la red principal.

Mientras tanto, Aragón se preparaba para enfrentarse a la avenida extraordinaria del Ebro, cuya punta se esperaba a partir del día 27, esperando superar los 2.500 metros cúbicos, según las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

27.02.2015: Zaragoza tocada

El río Ebro se había desbordado a su paso por Tudela (Navarra) y había inundado zonas de campo de cultivo y varias calles del casco viejo, anegando numerosas bajeras. Se vuelven a repetir las escenas de otras crecidas y las lanchas de Protección Civil acuden a varias casas de la localidad para transportar a los vecinos que no podían salir de sus domicilios.

Durante el día, a su paso por Castejón, el río Ebro tenía una altura de 7,4 metros y ya llevaba un caudal de 2.122 m3/s; aunque de madrugada llegó a marcar un volumen de 2.400 metros cúbicos por segundo y alcanzó una altura de 7,8 metros Esta crecida provocó alteraciones de tráfico y durante unas horas la autopista de Navarra estuvo cerrada.

En Tudela, el agua ha llegado hasta el paseo de Pamplona como estaba previsto, por lo que se encontraba libre de vehículos. Según el Consistorio de este municipio, se cree que no causó grandes daños porque se habían adoptado medidas por la experiencia acumulada en anteriores inundaciones.

Se empiezan a conocer, según la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra (UAGN), las hectáreas de cultivos inundadas en esta zona, superando las 20.000 y unos daños que rondaban el millón de euros sin contar infraestructuras.

Comienzan las evacuaciones y tienen que abandonar sus viviendas más de un millar de personas, principalmente vecinos de Boquiñeni y Pradilla (Zaragoza). Además, Boquiñeni quedó completamente aislado, porque se tuvo que romper la carretera de acceso para evitar que el agua llegara al núcleo urbano.

En Zaragoza, los alcaldes de la zona vigilan el estado de sus defensas ante la llegada de la punta de la crecida. El Centro de Coordinación Operativa en Emergencias (Cecop) del Gobierno aragonés se reunió para evaluar la situación y la subida del caudal del río. Recuerdan que es la cuarta crecida del mes de febrero y que, como medida preventiva, evacuarían a los 70 ancianos de una residencia en el barrio de Monzalbarba (Zaragoza). Recordaremos que la rotura de las defensas del Ebro a la altura de esta residencia dejó también aislados el 4 de febrero a los trabajadores del turno de noche que tuvieron que ser evacuados por los bomberos.

El presidente de la CHE, Xavier de Pedro, declara y pide precaución ante la crecida del Ebro, señalando que es la mayor riada desde 2007: “Hay que tener mucha precaución, sobre todo en las zonas próximas al río porque puede romperse alguna mota y generar situación de grave riesgo”.

Hasta ese momento, la avenida ha afectado sobre todo a la agricultura, con la inundación de miles de hectáreas, y su impacto ha sido menor en los cascos urbanos, donde se han producido socavones, desprendimientos, vehículos afectados por el agua, grietas en la calzada o árboles caídos.

1-3-2015: ayudas

El primer domingo de marzo, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, anunciaba que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobaría, en el próximo Consejo de Ministros, un Decreto legislativo que contemplaría las ayudas y medidas para paliar los efectos de la crecida del Ebro, que ha afectado al tramo medio del río.

Ramos de Armas ha considerado que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha gestionado “correctamente” esta crecida y ha subrayado que no existe la exactitud en las previsiones hidrográficas. Se ha mostrado partidario de acometer la limpieza del Ebro.

Desde la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente se dice que las motas de contención están aguantado el caudal del Ebro y la noche ha transcurrido en los pueblos de la ribera zaragozana sin sobresaltos; aunque preocupa la situación en Cabañas de Ebro por las filtraciones en la mota que están siendo achicadas permanentemente y se refuerzan colocando sacos terreros encima.

Los vecinos de Pradilla regresaron a sus casas, salvo las siete personas que no se pueden valer por sí mismas y que se quedarán un día más en la residencia de Tauste. Mientras tanto, los vecinos de Boquiñeni tendrán que esperar un poco más, hasta el final del día o el lunes, cuando termine la construcción de un puente por parte de la Unidad Militar de Emergencias (UME), para permitir el acceso a la población.

2-3-2015: granja inundada

La riada destroza la autopista aragonesa y causa estragos en Villafranca y Alfajarín. Mientras, el municipio de Pina de Ebro, ubicado aguas abajo de la capital aragonesa, espera con incertidumbre la decisión sobre la posible evacuación de sus 2.600 vecinos ante la crecida del Ebro, aunque los niveles en la actualidad se mantienen, con 4,40 metros, y las motas aguantan bien.

Crece la intranquilidad en Villafranca de Ebro, donde la crecida del río ha provocado graves afecciones, aunque no hay riesgo en su casco urbano. Sin embargo, una granja de cerdos ha quedado totalmente anegada y se cree que han muerto los 2.600 animales que se encontraban en su interior. Se ha roto la mota de contención y se han anegado los campos de la zona. Durante la mañana, los esfuerzos se centran en el tapado de los puentes de acceso al municipio, para crear una barrera que evite la entrada de agua a las calles habitadas.

Por su parte, la situación no es mucho mejor en Alfajarín, donde por la mañana se ha evacuado a los últimos vecinos de la urbanización de Casas de los Huertos. Ahora, los problemas se centran en una ganadería de reses bravas, afectada por el desbordamiento del río. Mientras, en Osera de Ebro no le quitan el ojo al río ante la falta de información sobre qué nivel alcanzará el caudal a su paso por la localidad zaragozana.

La crecida extraordinaria del Ebro que afecta a la provincia de Zaragoza ha impedido a 177 alumnos de distintas poblaciones de la ribera acudir a sus clases en las rutas de transporte escolar y mantiene cerrados los dos colegios de la localidad de Pina de Ebro, con 330 estudiantes, y el de Boquiñeni, con 51.

La presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha anunciado que se abrirá este martes una oficina de atención a los afectados por la crecida del río Ebro en la comarca zaragozana de la Ribera Alta del Ebro.

Los alcaldes afectados continúan reclamando la limpieza del Ebro como única manera de mejorar la situación. Reclaman que se pongan al cargo unos técnicos cualificados y que se haga un dragado si es necesario.

El Gobierno Aragonés cierra el día con la decisión de no desalojar de forma preventiva a los vecinos de Pina de Ebro, población ubicada aguas abajo de Zaragoza, debido a que la crecida está bajando con menos fuerza y a que está aguantando el refuerzo que se ha llevado a cabo en una segunda mota.