Colgarse en exceso puede ser mortal

No me quieras tanto, quiéreme bien. La dependencia patológica y el apego ansioso a las parejas es una de las causas principales de la violencia de género, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sevilla. “Cuando el agresor ve un gesto de desaire o falta de atención, el vínculo afectivo se carga de hostilidad; en estas personas alterna el desprecio con el deseo intenso, que no es amor, sino afán de posesión”, explica Félix Talego, uno de los responsables del estudio, financiado por la Consejería andaluza de Igualdad y Bienestar Social.

Según la investigación, este tipo de maltratadores construye su vínculo afectivo en torno al deseo de posesión, que tiende a perdurar. “Hemos encontrado mujeres que, 15 años después de la separación, seguían siendo acosadas por sus ex parejas”, asevera el profesor Talego.

Sociedad patriarcal

El equipo de investigación, formado por antropólogos y psicólogos, se desplazó hasta las cárceles. Allí, en un ambiente privado, realizaron entrevistas en profundidad a condenados por maltrato y a presos preventivos por la misma causa. En total, incluidas algunas víctimas, más de 80 testimonios, además de encuentros con jueces y agentes especializados
en violencia de género.

¿Se puede atribuir la violencia de género a la herencia de una sociedad patriarcal? “Es una condición necesaria, pero no suficiente”, responde Talego. Y pone un ejemplo: “Hay relaciones entre personas homosexuales en las que existe violencia, maltrato...”. Tampoco es una cuestión de generaciones –entre los agresores entrevistados los hay de todas las edades–. “Los sentimientos de deseo de posesión y de amor siguen confundiéndose”, añade. Lo que sí ha cambiado es el contexto social: “Ahora las mujeres tienen la salida legítima de la separación frente a los castigos que antes tenían que soportar”.

Generalizaciones abusivas

¿Y es determinante que un maltratador proceda de un ambiente en el que ha sido a su vez maltratado? “No, las generalizaciones son abusivas y que culpemos a los padres establece prejucios infundados”, sentencia. Sobre la violencia hacia los hombres, el estudio concluye que ellos tienen más prejucios que ellas a la hora de hacer público el maltrato.

En lo que va de año, el número de mujeres supuestamente asesinadas por sus parejas o ex parejas en España asciende a once, según el Instituto Andaluz de la Mujer. El último caso se produjo el sábado en Cheste (Valencia).