La Iglesia oficial guarda un silencio hermético mientras sus satélites ultra confesionales denuncian el contenido del programa Salvados por la Iglesia, emitido el pasado domingo en La Sexta, y que prepara su segunda entrega para el próximo 1 de junio.

Una plataforma de nueva creación, el Observatorio Antidifamación Religiosa, denuncia que el contenido del espacio de humor conducido por Jordi Évole, 'El Follonero', constituyó 'una burla de mal gusto' contra la Iglesia.

'Me tragué el programa entero, y fue un despropósito, y eso que yo tengo sentido del humor', dice Antonio Alonso, el presidente del Observatorio, que esgrime el artículo 525 del Código Penal como bandera. Su contenido castiga el 'escarnio de los dogmas, creencias o ritos' para 'ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa'.

Como en otras ocasiones, la denuncia viaja por los raíles virtuales de plataformas en internet de agitación ultraconservadora como HazteOir.org, que ha hecho suya la protesta. En sus páginas recoge, por ejemplo, la petición de la Confederación Católica de Padres de Alumnos de Andalucía para que 'las familias cristianas' anulen la sintonización de La Sexta en sus casas para evitar a 'personajes como Buenafuente o Wyoming', que, a su juicio, 'viven de mofarse de nuestra fe'.

'Nosotros no queremos, nunca, ridiculizar a nadie, pero sí ironizar', replica Antonio García Ferreras, director de La Sexta. 'Nos reímos, incluso, de nosotros mismos'.

Salvados por la Iglesia es un programa de 'humor inteligente y muchísima calidad', según el responsable de la cadena. García Ferreras cree que, si alguien se siente ofendido 'puede cambiar de canal o buscar una emisora más acorde con su ideario'. 'La vida necesita serias dosis de humor. Sabemos, además, que muchos cristianos de base han disfrutado enormemente del programa', concluye.