El Parlamento Europeo ha aprobado este viernes con una holgada mayoría la resolución que defiende su plan de recuperación económica tras la pandemia del coronavirus, basada en transferencias y recursos propios. El texto, que había sido pactado por populares, socialistas, liberales, verdes y conservadores, ha recibido 505 votos a favor, 69 abstenciones y 119 votos en contra.

Todos los eurodiputados españoles han apoyado la resolución de la Eurocámara; incluso los de Unidas Podemos, pese a que el grupo en el que están integrados, la Izquierda Unitaria Europea, planteaba la abstención. Sólo Vox ha votado en contra.

Vox pertenece al grupo de Reformistas y Conservadores, uno de los cinco que había pactado la resolución. Sin embargo, los diputos de ultraderecha españoles han votado en contra porque dice que la propuesta de la Eurocámara "no hace ni un solo gesto para aliviar la economía de los europeos".

Con su resolución, el Europarlamento espera ejercer la presión necesaria a los países del norte de Europa y a la Comisión Europea, que es la encargada de elaborar el plan anticrisis, tal y como le encargaron los jefes de Estado y de Gobierno, el pasado mes de abril. La propuesta del Ejecutivo comunitario, que debería de haberse presentado la semana pasada, no verá la luz hasta el próximo 27 de mayo, tal y como ha anunciado este viernes Bruselas.

La propuesta del Parlamento Europeo defiende un paquete de 2 billones de euros. Este fondo estaría financiado con deuda comunitaria y se canalizaría a la economía real a través de transferencias directas y entraría en vigor lo antes posible.

El presidente de la Eurocámara, David Sassoli, ha advertido  al Ejecutivo comunitario que haga los deberes o bloquearán la propuesta si el fondo no cuenta con una dotación suficiente.

La ultraderecha española argumenta que su prioridad es "salvar la política agrícola común e impulsar el fondo de recuperación económica para salvar vidas". Pero, para ello, defienden recortar en transición ecológica y política de género. La formación de Santiago Abascal en Bruselas ve "inaceptable" que se condicionen las ayudas europeas al cumplimiento del llamado pacto verde, una de las bases de la política de la Comisión Europea, para "no darle el dinero a Greta Thumberg".