MADRID.- Sindicatos y empresarios han logrado un acuerdo salarial para la negociación colectiva, que contempla un incremento de hasta un 1% para este año, y de hasta un 1,5% para 2016, según fuentes de la negociación.

El acuerdo, a la espera de su redacción definitiva, contempla igualmente una claúsula de garantía salarial para este dos años. El acuerdo establece que si el IPC crece por encima del 2,5% entre los dos ejercicios, se compensaría a los trabajadores con la variación de la inflación para que no pierdan poder adquisitivo (ahora, la tasa de inflación registra una tasa interanual negativa del 0,6%).

Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, han mantenido una reunión este lunes con los presidentes de la CEOE, Juan Rosell, y de Cepyme, para tratar de alcanza un acuerdo, después de meses de intenso diálogo sin fruto. Este martes, los agentes sociales volverán a encontrarse para ratificar el pacto y cerrar el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva.

Los incrementos salariales pactados se sitúan prácticamente en el punto medio de las propuestas de ambas partes. Los sindicatos abogaban por subir los salarios este año no menos de un 1%; y reclamaban un alza de hasta un 1,5% si el PIB superase el 2% (el Gobierno prevé un crecimiento del 2,9%), y de hasta el 2% para 2016. Los empresarios, por su parte, habían puesto sobre la mesa un incremento de sueldos de entre el 0,8% y el 0,9% en 2015, y de entre el 1,2% y el 1,3% en 2016.

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha evitado dar por cerrado el acuerdo, y se ha limitado a señalar que "las negociaciones se están acabando" y que en la reunión de este martes (previsiblemente por la tarde) se podrá ultimar el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. Tal acuerdo acuerdo sería sometido a aprobación de la junta de la CEOE en la reunión del miércoles.

En lo que va de año, la subida salarial pactada en los convenios se sitúa, de media, en el 0,7%. Algunos sectores, como la banca, estaban a la espera de que se pudiera alcanzar un acuerdo entre los interlocutores sociales para cerrar su convenio colectivo.

Uno de los flecos pendientes de la negociación es la llamada ultraactividad, esto es, el tiempo que se mantiene la aplicación de un convenio colectivo más allá de la vigencia prevista en el propio acuerdo. La reforma laboral limitaba este tiempo a un año. Pero una sentencia del Tribunal Supremo del pasado diciembre vino a decretar que los convenios no caducan. Sindicatos y patronal tratan ahora de pactar una fórmula intermedia.