Este artículo se publicó hace 7 años.
La Seguridad Social necesita en diciembre un dinero que no tiene
Tras esquilmar la hucha de las pensiones, sólo el préstamo concedido en julio por el Gobierno impide que el sistema caiga en bancarrota.
Vicente Clavero
Madrid--Actualizado a
Este 2017 va camino de convertirse en un año histórico para la Seguridad Social, que no dispone de recursos propios suficiente para hacer frente a sus pagos de diciembre. Durante la crisis, se ha sorteado esa eventualidad a base de recurrir al Fondo de Reserva, que en 2011 tocó techo al alcanzar los 66.815 millones de euros.
Pero la hucha de las pensiones se agota y este año no dará ya de sí para cubrir la diferencia entre ingresos y gastos ordinarios de la Seguridad Social.
El Fondo de Reserva se creó en tiempos de José María Aznar, con el propósito de tener un colchón cuando se jubile la llamada generación del baby boom (los nacidos entre 1958 y 1977), que elevará a quince millones el número de pensionistas, frente a los nueve millones actuales. Se nutrió de los superávit generados por la Seguridad Social durante la época de bonanza, hasta que los devastadores efectos de la crisis y de la precariedad laboral invirtieron las tornas.
La recaudación comenzó a caer de forma imparable, y el Gobierno de Mariano Rajoy decidió echar mano de la hucha de las pensiones, que desde 2012 ha ido disminuyendo su dotación a pasos agigantados. A 31 de diciembre de 2016 apenas quedaban 15.000 millones de euros, menos de una cuarta parte de lo que dejó José Luis Rodríguez Zapatero cuando abandono la Moncloa en diciembre de 2011, tras las victoria del PP en las elecciones celebradas un mes antes.
Ese dinero, sin embargo, no será suficiente para atender las obligaciones del sistema en el conjunto de 2017, según todos los cálculos. Como viene siendo habitual, el Gobierno ya le dio un buen mordisco en julio y tendrá que pegarle otro en diciembre, porque las cotizaciones cubren las pagas mensuales de los pensionistas, pero no bastan para sufragar las dos extraordinarias y las correspondientes liquidaciones semestrales del IRPF.
A fin de evitar el impacto en la opinión pública de dejar a cero la hucha de las pensiones, el Gobierno ideó el pasado verano un ardid que consistía en conceder a la Seguridad Social un crédito de 10.200 millones de euros, que en ese momento aún no le hacía falta. De ahí se utilizaron 6.000 millones y, gracias a ello, sólo fue necesario retirar 3.600 del Fondo de Maniobra, donde quedaron otros 11.600, suficientes en principio para atender las obligaciones de diciembre.
Los últimos datos de ejecución presupuestaria apuntan a que la Seguridad Social necesitaría el mes que viene más de 9.000 millones de euros, un dinero que en realidad no tiene. Su saldo neto entre ahorro y deuda es de 5.600 millones, pues a los 11.600 que nutren actualmente la hucha de las pensiones hay que restarles los 6.000 de la parte que ha se utilizado del préstamo de julio.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha anunciado que en diciembre sacará 4.000 millones de euros del Fondo de Maniobra, por lo que es de suponer que los otros más de 5.000 necesarios procederán también de ese préstamo. Siendo así, la dotación de la hucha bajará a 7.600 millones de euros, mientras que la deuda de la Seguridad Social subirá por encima de los 11.000 millones, lo que deja sus cuentas en una delicada situación para afrontar 2018.
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