Este artículo se publicó hace 5 años.
Consejero delegadoEl Santander da marcha atrás en el fichaje del italiano Andrea Orcel como número dos por su "inasumible" coste
La entidad de Ana Botín debía hacer frente en su totalidad al bonus en diferido que se había comprometido a abonarle su anterior banco, el suizo UBS, que asciende a 50 millones de euros
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El consejo de administración de Banco Santander ha decidido no seguir adelante con el nombramiento de Andrea Orcel como consejero delegado,
al considerar inasumible tener que hacer frente en su totalidad al bonus en diferido que se había comprometido a abonarle UBS cuando fue fichado por la entidad cántabra.
En concreto, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), "la decisión adoptada es consecuencia de la modificación, tras las negociaciones mantenidas, de las bases sobre las cuales el consejo adoptó la decisión de designar al señor Orcel y la imposibilidad de que los costes de compensar a éste por sus remuneraciones pasadas excediesen los tenidos en cuenta al acordar el nombramiento".
De este modo, José Antonio Álvarez, actual consejero delegado del Santander y que iba a asumir la presidencia ejecutiva de Santander España y la vicepresidencia de Santander cuando se materializara la llegada de Orcel, se mantendrá en su actual cargo, además de asumir el de vicepresidente del consejo. Queda sin efecto su designación como presidente de Santander España.
José Antonio Álvarez, actual consejero delegado y que iba a asumir la presidencia ejecutiva de Santander España, se mantendrá por ahora en el cargo
De su lado, Rodrigo Echenique se mantendrá como presidente de Santander España en tanto que la entidad encuentra el relevo adecuado para este perfil, para lo que ha abierto un proceso de selección, y mantiene la condición de vicepresidente del consejo.
Tras estos acuerdos, los vicepresidentes del banco serán Bruce Carnegie Brown, Rodrigo Echenique y José Antonio Álvarez.
El bonus en diferido devengado por Orcel y acordado con UBS ronda los 50 millones de euros, según se desprende de los datos del informe anual de la entidad helvética. Finalmente, Santander y UBS no han llegado a un acuerdo para repartirse el coste de estos emolumentos.
Banco Santander comunicó el nombramiento de Andrea Orcel como nuevo consejero de la entidad el pasado 25 de septiembre, lo que supuso una auténtica convulsión en el sector, al tratarse del primer CEO de la entidad con perfil internacional, lo que desató las especulaciones sobre un cambio de rumbo en la estrategia del gigante financiero español y de la zona euro.
Debido a sus obligaciones con UBS Group, Orcel no podía asumir el cargo hasta marzo de 2019, debido a que una cláusula le exigía un preaviso de seis meses antes de trabajar en otra entidad financiera.
La intención del grupo era que José Antonio Álvarez se mantuviese en el cargo de consejero delegado hasta que se cumpliesen dichas condiciones y Orcel le relevase.
Sería entonces cuando Álvarez asumiría el cargo de presidente ejecutivo de Santander España y vicepresidente de Banco Santander, en sustitución de Rodrigo Echenique, que cesaría como vicepresidente y mantendría su cargo como consejero no ejecutivo.
Sin embargo, el grupo ha comunicado este martes a la CNMV que no continuará con el nombramiento de Orcel y que, por tanto, Álvarez mantendrá su posición de consejero delegado de la entidad presidida por Ana Botín.
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