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Santander se convierte en el segundo banco privado de Portugal tras  la compra de Banif

El banco de Ana Botín pagará 150 millones de euros, mientras el Estado luso inyectará 2.255 millones y la entidad no asumirá los activos tóxicos

Sucursal en Lisboa del banco portugués Banif, comprado por el Santander. / AFP

REUTERS

LISBOA/MADRID.- Banco Santander se convertirá en el segundo banco privado en Portugal tras comprar por 150 millones de euros de la mayor parte del negocio comercial del atribulado banco luso Banif totalmente provisionado.

De esta forma, la cuota de mercado de Santander Totta en el país vecino se incrementará en un 2,5 puntos al 14,5 por ciento en una operación que Santander dijo tendrá un impacto "inmaterial" en su capital y ligeramente positivo en el beneficio desde el primer año.

La compleja operación de compra de Banco Internacional de Funchal tendrá un coste público y privado para el país luso superior a los 2.200 millones de euros.

La operación acordada con Banco Santander Totta, las autoridades portuguesas y europeas ha permitido salvaguardar, según el Banco de Portugal, la estabilidad financiera del país, los depósitos y la deuda senior de Banif, gracias a una inyección de 2.255 millones de euros "para cubrir futuras contingencias".

El fondo de resolución bancario portugués, que se nutre de las aportaciones de todas las instituciones financieras en Portugal, aportará unas ayudas de 489 millones de euros, mientras que los 1.766 millones de euros restantes serán una ayuda estatal directa.

Tras pasar la red de oficinas y una parte sustancial del negocio comercial, habría otra serie de activos y pasivos quedan en manos de las autoridades portuguesa, aparcadas en una especie de banco malo. Esta entidad será responsable de los posibles litigios derivados de su actividad en el pasado, para su liquidación o venta ordenada, según señalaron el Banco de Portugal y el Banco Santander.

En total, las autoridades comunitarias han permitido ayudas estatales por unos 3.000 millones de euros a Banif para otorgar una garantía estatal que permite cubrir recientes cambios de valoración en los activos vendidos a Santander Totta.

El pequeño banco portugués, con sede en Madeira, apenas tiene un valor bursátil de unos 91 millones de euros, con una red de 150 oficinas, 400.000 clientes y depósitos por unos 6.000 millones de euros.

Santander está ya presente en Portugal a través de su filial Santander Totta que a finales de septiembre contaba con 575 oficinas y una cartera de créditos de 24.300 millones de euros.

En los primeros nueve meses, el beneficio de Banco Santander en Portugal subió un 60,5 por ciento a 181 millones de euros. El resultado de esta filial supone en torno al 3 por ciento del total de los beneficios del grupo.

En bolsa, las acciones de Banco Santander cotizaban con un caída superior al 2,5 por ciento en un movimiento que operadores y analistas atribuían al riesgo político tras unas elecciones generales en España que auguran grandes dificultades para formar un gobierno. 

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