El Grupo Unicaja Banco obtuvo un beneficio neto atribuido de 43 millones de euros durante el primer trimestre del año, lo que supone un descenso interanual del 7,4% después de haber destinado otros 25 millones a provisiones frente a potenciales riesgos derivados de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19.

Su hucha de dotaciones extraordinarias construida con las nuevas provisiones y las realizadas durante el año 2020 para dichos potenciales riesgos se eleva así a 225 millones de euros, según detalló este miércoles el banco.

Unicaja, actualmente en proceso de fusión con Liberbank, precisó que sin las nuevas dotaciones su resultado habría alcanzado los 53 millones de euros y eso supondría una rentabilidad sobre recursos propios o ROE del 5,4%.

A pesar del impacto, el banco explicó que sus cuentas se han caracterizado por "la mejora de la rentabilidad del negocio básico", y el crecimiento del negocio junto a un descenso de gastos de explotación y en activos improductivos, a la vez que ha reforzado su solvencia y liquidez, indicadores todos ellos "que confirman la fortaleza de la entidad para afrontar la situación actual y seguir dando respuesta a sus clientes en el actual contexto de incertidumbre".

En lo que respecta al negocio, el banco refirió que su actividad comercial "continúa mejorando trimestre a trimestre desde la irrupción de la pandemia". Su cartera de crédito no dudoso al sector privado avanzó ya un 0,1%, gracias a un aumento del 38% en las nuevas operaciones de préstamo.

La nueva concesión en particulares creció un 39% y ya ha recuperado los niveles máximos de producción trimestral de los últimos dos años, mientras que en empresas aumentó un 36%, pero aún no alcanza los niveles preCovid.

Los recursos de clientes aumentaron a su vez un 9,6% en la comparativa interanual, con aumentos del 9,8% en depósitos en balance y del 8,95 en productos fuera de balance como fondos y seguros.

En paralelo continuó reduciendo la exposición a activos improductivos (dudosos más adjudicados inmobiliarios) en 208 millones de euros o en un 8,4% interanual, permitiendo bajar su tasa de morosidad en 0,5 puntos porcentuales, hasta el 4,2%.

Su saldo de activos dudosos se situó así en 1.184 millones, y el de inmuebles adjudicados en 1.072 millones. La alta hucha de provisiones permitió situar la cobertura de activos improductivos en el 65,9%.

En la cuenta de resultados, el margen básico experimentó un incremento del 2,8%, gracias a una expansión del 3,6% en el margen de intereses y del 0,9% en la recaudación por comisiones. El margen bruto se redujo, en cambio, un 5,3% al caer un 90,7% la partida de dividendos y otro 51,2 los resultados por operaciones financieras.

El margen de explotación descendió a su vez un 4% pese a que los gastos de explotación fueron un 6,1% inferiores a los del mismo periodo del pasado año.

Por su parte, el ratio de capital de máxima calidad CE1 fully loaded ascendió al 15,1%, y el de capital total al 16,7%, con aumentos de 1 y 1,1 puntos porcentuales respecto a marzo del pasado año, respectivamente.