Ofrecido por Moeve
Cuando los residuos pasan a ser recursos
Habitamos un planeta en el que los recursos son limitados. Ante esta realidad la economía circular se abre paso como una de las soluciones clave para un futuro sostenible.
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Poner en valor la importancia de los residuos, su segunda vida, y la posibilidad de reutilizarlos se ha convertido en una especie de mantra en la sociedad actual. Reducir, reutilizar y reciclar son tres verbos que marcan el camino para gobiernos y empresas, que asumen que, en el contexto de la transición energética, la economía circular juega un papel crucial.
Al hablar de economía circular nos referimos a un modelo económico sostenible diseñado para minimizar el desperdicio y hacer un uso eficiente de los recursos. Contribuye a que los recursos permanezcan como materias primas en la cadena de valor el máximo tiempo posible.
Sostenibilidad a largo plazo
A diferencia de la economía lineal tradicional de usar y tirar, que nos habla de que el ciclo de vida de los productos y las materias primas tienen fecha de caducidad tras un solo uso, la economía circular propone un circuito cerrado donde los materiales y productos son constantemente reintroducidos en el proceso productivo. Esto no solo reduce la dependencia de materias primas vírgenes o de primera generación, sino que también disminuye el impacto ambiental y promueve la sostenibilidad a largo plazo, lo que nos permite abordar retos globales tan relevantes como el cambio climático.
Es un planteamiento clave para seguir avanzando en la transición energética y que cada vez gana más peso en nuestras vidas. En este contexto, gobiernos y empresas se comprometen a cumplir objetivos en materia de economía circular en línea con la Agenda 2030 de la ONU, al mismo tiempo que velan por la salud del planeta y en quienes lo habitamos.
Hacia el residuo cero
Precisamente el papel de las compañías, las colaboraciones y alianzas entre distintas industrias o simbiosis industriales son esenciales para impulsar la economía circular, porque se trata de un compromiso común basado en maximizar la eficiencia y reducir los residuos. En este contexto, Moeve (antes Cepsa) concibe la economía circular desde tres dimensiones: incrementar la intensidad de la circularidad de sus residuos, reducir la captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico y mejorar la biodiversidad en sus proyectos. Son los tres pilares de la Estrategia de Economía Circular de Moeve que en febrero 2023 logró la certificación de AENOR, siendo una de las primeras compañías energéticas en lograrla.
En este sentido, la compañía tiene el objetivo de incrementar la intensidad de la circularidad de sus residuos en un 50% para 2030, frente a 2019. Lo que supone llegar a darle una segunda vida a 8.000 toneladas también al final de esta década.
Se trata de objetivos que ya se palpan y que ofrecen grandes datos, como que la compañía ha conseguido minimizar, reciclar y valorizar hasta 6.390 toneladas de sus residuos operacionales, según datos consolidados en 2023, cifra que equivale a darle una segunda vida a los residuos generados durante un año por una población de 12.000 habitantes. Además, la energética logró evitar la emisión de más de 3.000 toneladas de CO2.
En este sentido, desde Moeve se tiene el compromiso de maximizar el uso de residuos como materia prima, aprovechando su capacidad y conocimiento industrial para darles una segunda vida y reflejarlo en soluciones sostenibles. La energética trabaja para dejar de utilizar de forma progresiva las materias primas fósiles, produciendo biocombustibles de segunda generación (2G) a partir de residuos, como aceites usados de cocina. En este sentido, está desarrollando el que será el mayor complejo de biocombustibles 2G del sur de Europa, ubicado en Palos de la Frontera (Huelva), con una capacidad anual de producción de un millón de toneladas de combustible sostenible para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés) y diésel renovable.
Para Mar Perrote, directora de Seguridad, Medioambiente y Calidad de Moeve, "la clave pasa por maximizar el uso de los residuos propios y de terceros como materia prima, dándo-les una segunda vida; y apostar por nuevas formas de producción por medio de la innova-ción, el uso de nuevas tecnologías y el desarrollo de proyectos para el coprocesamiento de residuos. Además, nuestra Estrategia de Economía Circular apuesta también por la gestión eficiente del agua y el cuidado de la biodiversidad".
Circularidad del agua
En el ámbito de la circularidad no se puede obviar la importancia del agua, de ahí que desde Moeve se trabaje con el compromiso de reducir el 20% la captación de agua dulce en 2025 respecto a 2019. Según datos consolidados de 2023, Moeve consiguió reducir en un 16% su captación de agua dulce en zonas de estrés hídrico. En este sentido, la compañía apuesta por impulsar proyectos de hidrógeno verde utilizando agua regenerada.
Una de las iniciativas más destacadas de la compañía es un acuerdo que tiene con Aguas y Residuos del Campo de Gibraltar (ARCGISA) para el suministro de agua residual urbana (regenerada) en el Parque Energético San Roque, ubicado en Cádiz. Este acuerdo permitirá la producción de hidrógeno verde mediante el suministro de 4,2 millones de metros cúbicos anuales de agua regenerada, proveniente de una estación depuradora de aguas residuales (EDAR). La iniciativa se destaca como un modelo pionero de economía circular en España, al integrar aguas urbanas en procesos industriales, una práctica que según la Unión Europea (UE) podría reducir globalmente el consumo de agua potable en un 5%.