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La rebaja del IVA de los alimentos apenas se nota: tres euros al mes por hogar

Las subidas de precios de los artículos básicos de alimentación engullen una medida diseñada ante la carestía del último año y cuyo impacto en las arcas públicas compensan los impuestos a los envoltorios y la refrigeración.

Un carrito de la compra en un supermercado de Carrefour en Cabrera de Mar, cerca de Barcelona. REUTERS/Albert Gea
Un carrito de la compra en un supermercado de Carrefour en Cabrera de Mar, cerca de Barcelona. Albert Gea / REUTERS

Un total de 11 céntimos al día, 3,32 euros mensuales por hogar, es el impacto medio que está teniendo en las economías familiares la rebaja del IVA de los alimentos básicos en sus primeros meses de aplicación, una medida que el Gobierno implementó en enero para abaratar la cesta de la compra tras las desmesuradas subidas de precio que la práctica totalidad de esos productos sufrió el año pasado con la guerra de Ucrania, el encarecimiento de la energía y de las materias primas y las maniobras especulativas desatadas a su socaire.

El Informe de Recaudación del mes de abril que este miércoles ha difundido la Agencia Tributaria cifra en 254 millones de euros el impacto que esa medida ha tenido en las arcas públicas, una cifra que repartida para los 19,1 millones de hogares que contabiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) sale a 13,28 euros para los primeros cuatro meses del año.

Según han apuntado diversos estudios, y por tratarse de un impuesto indirecto carente de progresividad al gravar el consumo, el grueso de esas rebajas se concentra en los hogares de mayor renta ya que su gasto en alimentos es mayor (aunque supone un menor porcentaje de su renta) que en las familias que tienen menores ingresos.

Curiosamente, ese impacto en las arcas públicas se ve parcialmente compensado, hasta en un 75%, por los ingresos que generan otros dos impuestos relacionados con la alimentación: el que grava el uso de envases y embalajes de plástico, que aportó 167 millones de euros de enero a abril, y el que se aplica a la utilización de gases fluorados, entre otras actividades en la refrigeración de alimentos, que recaudó otros 25.

Un "sistema de seguimiento de la evolución de los precios"

La medida, recogida en un decreto aprobado a final de 2022 y que consideraba el aumento de los precios "especialmente relevante en los alimentos", con "incrementos cercanos al 40% interanual" en "productos de primera necesidad, como la harina, la mantequilla o el azúcar", consiste en eliminar el IVA de los comestibles básicos frescos.

La lista incluye el pan común, la harina panificable, la leche de origen animal, el queso, los huevos, las "frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales, que tengan la condición de productos naturales", a lo que se añaden rebajas del 10% al 5% en el de los aceites vegetales y la pasta alimenticia.

La medida, vigente hasta el 30 de junio, debía "beneficiar íntegramente al consumidor"

La medida, vigente hasta el 30 de junio, debía "beneficiar íntegramente al consumidor, sin que, por tanto, el importe de la reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios en la cadena de producción, distribución o consumo de los productos".

Su "efectividad", añadía, "se verificará mediante un sistema de seguimiento de la evolución de los precios" al margen de, o complementario a, la supervisión "que corresponda realizar a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) en el ámbito de sus competencias".

Alimentos que suben más que el IVA que se les quita

Sin embargo, no parece que ese control de precios, ni en el sentido de supervisarlos ni en el de embridarlos, haya resultado muy efectivo según los datos de rúbricas y de subclases que publica el INE.

Así, y de enero a abril, entre los productos de IVA cero, solo las frutas y la harina panificable se han depreciado y únicamente el pan, la leche, el queso y los huevos han sufrido encarecimientos inferiores a la bajada de cuatro puntos del IVA (cuyo impacto en el precio es en realidad del 3,85%) mientras el resto subían entre un 4,8% y un 14,6%.

De enero a abril, el pan, la leche, el queso y los huevos han sufrido encarecimientos inferiores a la bajada del IVA

La tendencia es similar en los precios de los alimentos para los que el IVA se reduce cinco puntos (4,55% de impacto real), con una caída de algo más de 15 puntos para los aceites de semillas, aunque en eso tiene más que ver con el pico que experimentó el aceite de girasol con el inicio de la guerra de Ucrania, mientras el de oliva acumula una subida de cinco puntos y medio en solo cuatro meses.

A efectos prácticos hay que tener en cuanta que esas variaciones se producen sobre una base ya elevada por la subida precios generalizada del año anterior, lo que significa que legumbres y hortalizas se han encarecido un 28,6% en dieciséis meses y que las legumbres se han apreciado un 30% en ese mismo periodo.

"Han subido los precios de cuatro de cada diez productos"

"Está claro que aplicarles a algunos alimentos una rebaja de cuatro o cinco puntos no resuelve el problema después de brutales subidas, de 40 y de 50 puntos", señala Rubén Sánchez, portavoz de la asociación de consumidores Facua.

Esta organización, que lleva meses realizando un seguimiento de la evolución de los precios de venta al público de los alimentos incluidos en el decreto, ha detectado cómo el incumplimiento de esa congelación de precios se ha convertido en algo habitual.

"Entendemos que es rebaja no se ha cumplido en buena parte de los productos. Hemos visto subidas de precios. En mayo cuatro de cada diez precios de productos afectados han subido", explica Sánchez, que recuerda cómo las empresas que los venden al público "tenían la obligación de que no volvieran a tener un precio superior al que tenían cuando se comenzó a aplicar la medida".

Facua: "Entendemos que es rebaja no se ha cumplido en buena parte de los productos"

Sin embargo, añade, "eso no lo ha querido controlar, o actuar ante ello, nadie", algo que ha llevado a Facua a presentar ante el Defensor del Pueblo una queja por lo que consideran inacción de la CNMC. "Hemos presentado desde enero reiteradas denuncias ante la CNMC, una por mes, y no nos ha contestado. Entendemos que está haciendo una dejación de funciones", indica Sánchez, quien teme que "no quieren expedientar a nadie por aplicar subidas de precios que no tienen relación con los costes".

Tampoco el Ministerio de Agricultura ha hecho públicas las conclusiones de los seguimientos de los precios que se supone que lleva cinco meses desarrollando. Estas tendencias se producen en un contexto de mantenimiento del consumo con una ligera tendencia al alza, con un aumento del 1,7% en la recaudación por IVA en la que "se nota la menor intensidad de las subidas de precios" y con la inflación en fase de moderación (ha caído a menos de un tercio en diez meses para situarse en el 3,2%).

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