El PSOE mantiene el impuesto a la banca pero hará decaer el de las energéticas
Los socialistas pactan con el PNV la continuidad del impuesto bancario, que será gestionado por las haciendas forales. Pero la oposición de las empresas y la falta de apoyos parlamentarios hace caer el impuesto a las energéticas, que Sumar quería hacer ta
El impuesto extraordinario a la banca, cuya vigencia expiraba el 31 de diciembre, se mantendrá durante los próximos tres años, pero el de las energéticas acabará decayendo, después de la presión de las empresas del sector y la falta de apoyos parlamentarios, según las enmiendas presentadas por el PSOE en el Congreso al proyecto de ley para fijar un tipo mínimo global del 15% para empresas multinacionales.
El PSOE ha pactado el apoyo del PNV al mantenimiento del impuesto a la banca, y que pueda ser gestionado por las haciendas forales vascas y navarra. El PNV ha apuntado que las enmiendas pactadas con los socialistas permitirán que los impuesto a la banca y las multinacionales se apliquen a través de los regímenes tributarios forales del País Vasco y Navarra, en cumplimiento de la Ley del Concierto Económico. Asimismo, los vascos han acordado medidas normativas para "atajar el fraude del IVA en los hidrocarburos".
Según el PNV, "el gravamen a energéticas decaerá por factores externos a la formación jeltzale, que ha mostrado su voluntad de convertir en impuesto y concertar dicho tributo".
Junts había avisado que no apoyaría la permanencia de este gravamen si ello perjudicaba las inversiones previstas por Repsol en Tarragona, de unos 1.100 millones. Fuentes parlamentarias dejan una puerta abierta a que finalmente se pueda lograr un acuerdo político con los independentistas catalanes, y que se pueda introducir como enmienda transaccional en las próximas semanas.
Enfrente de la decisión de dejar morir el impuesto a las energéticas están el socio minoritario del Ejecutivo, Sumar, y aliados parlamentarios como Bildu, Esquerra Republicana (ERC), que han introducido enmiendas para convertirlo en permanente el impuesto tal como está concebido ahora. En concreto, Sumar quiere transformar los gravámenes temporales a la banca y las energéticas en impuestos permanentes, pues ya consigue recaudar 2.900 millones de euros al año en dos sectores "que tienen beneficios extraordinarios".
Impuesto sobre los intereses y comisiones hasta 2028
Las enmiendas registradas este miércoles por los socialistas en el Congreso transforman el gravamen extraordinario a la banca en un impuesto sobre los intereses y comisiones de las entidades financieras que estará vigente en los tres próximos años, hasta 2028.
En concreto, el nuevo impuesto gravará el margen de intereses y comisiones obtenidos por entidades de crédito y las sucursales en España de entidades de crédito extranjeras, en las actividades que desarrollen en España. Asimismo, el tipo del impuesto tendrá un carácter progresivo, del 1% al 6% en función de la base liquidable.
También permitirá la deducción del 25% de la cuota de Sociedades. Además, se establece una deducción extraordinaria en el caso de que sufran un descenso sostenido de su rentabilidad.
El impuesto tendrá efecto para los periodos impositivos que se inicien el 1 de enero de 2024 y se abonará en 2025. Será aplicable durante tres ejercicios consecutivos a partir de 2024.
El PSOE justifica en su enmienda el mantenimiento de un impuesto inicialmente planteado como un gravamen temporal en que la banca ha seguido aumentando su beneficio, pero establece una vigencia limitada de tres años ante la posibilidad de que futuras situaciones pongan en peligro la estabilidad financiera.
Impuesto a los vapeadores
Las enmiendas del PSOE además introducen un gravamen sobre los vapeadores. La enmienda establece que el líquido para cigarrillos electrónicos que contenga menos de 15 miligramos de nicotina por mililitro de producto pagará 0,15 euros por mililitro y 0,20 euros si la cantidad de nicotina es mayor. Las bolsas de nicotina y otros productos de nicotina pagarán 0,10 euros por gramo.
El PSOE también propone aumentar la tributación del ahorro para rentas altas, de manera que el tramo de este tipo de las rentas que supere los 300.000 euros pagará un IRPF del 29%, un punto más que ahora (0,5 puntos de la escala estatal y 0,5 puntos de la autonómica).
Asimismo, propone neutralizar el impacto recaudatorio de la anulación por parte del Tribunal Constitucional de las reformas del impuesto de sociedades del PP, por lo que propone limitar la compensación de bases imponibles negativas de las grandes empresas y las deducciones por doble imposición, así como revertir los deterioros de valor.
Asimismo, se extiende durante dos años (2024 y 2025) la norma que solo permite compensar la mitad de las bases imponibles de las sociedades a los grupos de los que forman parte.
Otra enmienda establece que el Gobierno impulsará la modificación de la directiva del IVA para permitir a los Estados gravar los alquileres de corta duración en las zonas donde estos alojamientos dificultan el acceso a la vivienda o implican saturación turística.
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