El PIB crece un 0,5% en el primer trimestre, cinco veces más que la Eurozona, pese al desplome del consumo
El Ministerio de Asuntos Económicos asegura que, tras los crecimientos de 2021 y 2022 , la economía española alcanza prácticamente el nivel previo a la pandemia.
La economía española acelera su crecimiento en el primer trimestre, con un aumento del 0,5%, frente al 0,4% revisado del trimestre anterior, según los datos preliminares publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística. El crecimiento entre enero y marzo, cinco veces superior a la media de los países de la Eurozona, se apoya sobre todo en la inversión empresarial y en las exportaciones, pues el consumo de los hogares se contrajo un 1,3% y el gasto público bajó un 1,6%.
En términos interanuales, el PIB pisó aún más el acelerador y elevó nueve décimas su crecimiento, desde el 2,9% al 3,8%. El Gobierno estima que la economía española crecerá de media un 2,1% en 2023, mientras que el Banco de España prevé un 1,6%.
El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que la aceleración del PIB se ha producido "en un contexto internacional de gran incertidumbre", marcado por las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, lo que evidencia, a su juicio, la "gran solidez y resiliencia" de la economía española.
El Ministerio, además, ha destacado que, tras dos años consecutivos de un fuerte crecimiento del 5,5 % en 2021 y 2022, con el crecimiento registrado este primer trimestre España ha alcanzado prácticamente el nivel de PIB previo a la pandemia, que es el último indicador pendiente de recuperar.
De acuerdo con los datos de contabilidad nacional avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la demanda nacional (consumo e inversión) restó 0,8 puntos porcentuales al crecimiento trimestral, mientras que la demanda exterior (exportaciones e importaciones) contribuyó positivamente con 1,3 puntos.
El consumo final de los hogares, el agregado con mayor peso en el PIB, se contrajo un 1,3% y encadena dos trimestres consecutivos de caídas tras ceder un 1,7% en el cuarto trimestre (lo que no sucedía desde que el segundo trimestre de 2020, recién llegada la pandemia), por el impacto de la elevada inflación en el gasto de las familias.
Además, el gasto público se contrajo un 1,6% entre enero y marzo después de aumentar un 1,7% y un 2% en los dos últimos trimestres de 2022. Es su mayor descenso trimestral desde el cuarto trimestre de 2021.
En contraste con el frenazo del consumo de las familias y del gasto público, la inversión creció un 1,9% en el primer trimestre del año tras dos trimestres en negativo (de hecho, en el último cuarto de 2022 registró su mayor descenso trimestral desde el inicio de la pandemia, con una caída del 3,7%).
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 5,8 %, después de un cuarto trimestre en negativo. Las importaciones también se recuperaron y avanzaron un 3,1 %, en línea con el repunte de la inversión empresarial interna.
El PIB a precios corrientes se situó en 351.617 millones de euros, lo que supone un nuevo máximo trimestral en la serie histórica del INE.
El empleo de la economía, en términos de puestos equivalentes a tiempo completo, se incrementó un 2,3% interanual, tres décimas más que en el cuarto trimestre, lo que supone que en un año se han creado 426.000 puestos de trabajo.
El PIB de la eurozona aumentó un 0,1%
La economía española sigue siendo de las más dinámicas de la Eurozona, que, de media, creció un 0,1% en el primer trimestre del año, saliendo así del estancamiento del último trimestre de 2022, según los datos preliminares de la oficina comunitaria de estadística Eurostat, que todavía pueden sufrir cambios.
La inflación galopante debida a los elevados costes de la energía tras la invasión rusa de Ucrania y la subida de los precios de los alimentos, el debilitamiento de la confianza y el aumento de los tipos de interés han hecho mella en la economía de los países de la moneda única. Pero también ha mostrado una resistencia inesperada, como ocurrió durante la pandemia, cuando el crecimiento superó las expectativas al adaptarse las empresas a las nuevas circunstancias más rápidamente de lo que se había previsto
Con todo, aunque la Eurozona lo está haciendo mejor de lo que se temía, el crecimiento en 2023 será uno de los más débiles por la gran caída de los ingresos reales y al aumento de los tipos de interés. La Comisión Europea prevé un crecimiento medio del 0,9% este año y del 1,5% el próximo.
La economía de la zona euro entre enero y marzo se vio impulsada, principalmente, por el crecimiento del 0,5% registrado por España e Italia, dos de las cuatro mayores economías de la moneda común, mientras que la expansión en Francia fue del 0,2%.
El PIB de Alemania, motor económico de la UE, se mantuvo estable con una tasa trimestral del 0 % que contrasta con la contracción del 0,4% observada en el último trimestre de 2022.
Portugal, por su parte, registró la mayor expansión económica entre aquellos para los que existen datos, con un aumento del 1,6%, mientras que el PIB de Bélgica creció un 0,4%. Por el lado negativo, Irlanda sufrió una contracción del 2,7% y Austria también vio disminuir su PIB en el primer trimestre, aunque en una tasa muy inferior (un 0,3%).
En comparación con el primer trimestre de 2022, el PIB de la eurozona registró un crecimiento del 1,3%, frente al 1,8% observado un año antes.
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