Este artículo se publicó hace 7 años.
Los agujeros de los impuestosLas multinacionales de EEUU que más defraudan a su fisco
El Tesoro americano deja de ingresar 123.000 millones de dólares, de media, cada año desde el inicio de la crisis, debido a la ingeniería fiscal de sus grandes corporaciones.
Madrid-Actualizado a
El Servicio de Ingresos Internos (IRS), el equivalente en EEUU a la Agencia Tributaria española, ha calculado la factura de la Administración Americana por los efectos devastadores de la crisis de 2008 y la falta de fluidez en los ingresos tributarios. En gran medida, debido a la ingeniería financiero-fiscal de sus grandes corporaciones, gracias a la concepción impositiva de sede social, con la que las multinacinales de todo el mundo han jugado para ocultar sus ingresos reales o, en su defecto, para tributar en territorios benévolos con los pagos tributaries.
Más de 458.000 millones de dólares anuales entre 2008 y 2010 -cifra similar a los PIB de Bélgica o Irán- años en los que se sucedieron los programas de estímulo y EEUU coqueteó con el llamado abismo fiscal, que hace referencia a un agujero presupuestario de tal calibre que oblige al Tesoro a acudir, de forma habitual, a financiación externa. La deuda despuntó desde entonces hasta sobrepasar en la actualidad el 100% del mayor PIB del planeta: más de 18 billones de dólares. Y las agencias de rating empezaron a poner en duda la triple A estadounidense.
El escenario post-crisis no ha mejorado las perspectivas. La Inspección General de la IRS asegura que la cifra se estabilizó en 2012, hasta situarse en los 123.000 millones de dólares anuales. Pero en los últimos ejercicios, según la firma de asesoramiento jurídico Pinsent Masons, el número de casos de especial gravedad por elusión de obligaciones tributarias ha repuntado un 8%, hasta registrar casi 3.000 sospechosos (en concreto, 2.972) de delinquir con los impuestos en 2015 y 2016. La gran mayoría, multinacionales, aunque también grandes patrimonios personales. En ejercicios, pues, de bonanza. Porque, como atestigua Moody’s las compañías no financieras de EEUU habían atesorado más de 1,84 billones de dólares de flujo de caja al finalizar 2016, un 11% por encima de los niveles del año precedente.
Por volumen de aportaciones, estas son las corporaciones que menos han contribuido a las arcas del Tesoso en función de sus ingresos y beneficios desde la quiebra de Lehman Brothers.
1. General Electric
De 2008 a 2013, a pesar de haber logrado beneficios superiors a los 33.900 millones de dólares en EEUU y de que el IRS repusiera en sus cuentas más de 2.900 millones en restituciones fiscales, la cuenta de pagos al Tesoro de la energética americana en estos seis años fue del -9%. En 2012, declaró 108.000 millones de dólares en territorios off-shore y paraísos fiscales. Ese ejercicio, la eléctrica debió pagar 37.800 millones por el Impuesto de Sociedades federal. Para más inri, la Reserva Federal inyectó a GE 16.000 millones de dólares de asistencia financiera durante la crisis mientras su CEO, Jeffrey Immelt, ejercía como director de la Fed de Nueva York.
2. Boeing
En el mismo periodo, Boeing obtuvo beneficios superiores a los 25.400 millones de dólares y reposiciones impositivas por valor de 401 millones de la IRS. Sin embargo, su tasa de pago por Sociedades fue del -2%. Su CEO, James McNerney, con ingresos que superaron los 23,3 millones de dólares el pasado ejercicio, es uno de los empresarios que más se han significado por la reforma del Medicare y por sus propuestas de recores de contribuciones a la Seguridad Social.
3. Verizon
Con beneficios superiores a los 42.400 millones de dólares entre 2008 y 2013 y una reposición de impuestos de 732 millones, su tasa efectiva de pagos al Tesoro en este periodo fue también de dos puntos negativos. En 2012, declaró 1.800 millones en territorio de baja tributación: off-shore o paraísos fiscales. En 2013, su CEO, Lowell McAdam tuvo que pagar una compensación impositiva personal de 15,8 millones de dólares.
4. Bank of America
Recibió reposiciones fiscales de la IRS por valor de 1.900 millones, pese a labrar 4.400 millones de beneficios en ese periodo y ayudas financieras de 1,3 billones de dólares de la Reserva Federal y el Tesoro dentro del rescate a la banca y como consecuencia de los planes de estímulo a la industria financiera.
En 2012, tenía más de 300 subsidiarias en centros off-shore y paraísos fiscales, donde, en 2012, tenía acumulados 17.200 millones de dólares. Especialmente, en las Islas Caimán. Si regularizara su situación fiscal en EEUU, tendría aue aportar unos 4.300 millones a las arcas del Tesoro.
Brian Moynihan, su CEO, tuvo que añadir 13,1 millones de dólares a declaraciones de la renta del pasado reciente, mientras se erigía en uno de los más firmes defensores de la influyente Mesa de los Negocios -lobby de los consejeros delegados de las grandes empresas americanas desde el que se jactan de aportar políticas públicas de prosperidad social- para elevar la edad de retiro y de beneficiario del Medicare hasta los 70 años.
5. Citigroup
Con más de 4.000 millones de dólares de beneficios en 2010, no realizó pago impositivo alguno en ese ejercicio. Durante el periodo analizado, además, recibió 2,5 billones de ayudas federales. Teien 427 subsidiarias en paraísos fiscales y centros off-shore, donde atesora más de 42.600 millones de dólares. Su contribución al Tesoro, en caso de tributar en EEUU, se valora en más de 11.500 millones de dólares.
6. Pfizer
Una de las grandes farmacéuticas del mundo no pagó impuesto entre 2010 y 2012 pese a recibir más de 2.200 millones en reposiciones fiscales desde la IRS y de tener beneficios globales de más de 43.000 millones de dólares.
En 2012, tenía 73.000 millones en territorios de baja tributación para evitar sus obligaciones con el Fisco estadounidense. Su CEO, Ian Read, ha llegado a pagar 17,7 millones de dólares en años fiscales precedentes, por ‘paralelas’ del Tesoro, mientras se jacta de usar mecanismos de alta agresividad tributaria en sus declaraciones fiscales.
7. FedEx
En 2011, recibió devoluciones de 135 millones en impuestos por parte de la IRS. Pese a acumular más de 2.700 millones de dólares de beneficios ese ejercicio fiscal y de recibir más de 1.000 millones de ayuda federal. El CEO del servicio postal norteamericano, Frederick Smith, tuvo que aportar 12.600 millones adicionales en paralelas del Tesoro.
8. Honeywell
En el bienio 2009-2010, no realizó contribución alguna a las arcas federales. Aun así, recibió del Gobierno 510 millones de resposiciones fiscales. Sus beneficios conjuntos rozaron los 3.000 millones de dólares. En 2012, tenía 11.600 millones en enclaves de baja tributación y se estima que la factura al Tesoro debería ascender a los 4.060 millones de dólares. David Cote, su CEO, también se apuntó a las compensaciones posteriores para cumplir con el Fisco: de hasta 25,4 millones en ejercicio recientes. También es miembro de la Mesa de los Negocios.
9. Merck
En 2009 no realizó pagos fiscales, recibió 55 millones de restituciones impositivas y ganó más de 5.700 millones de beneficios. Ejercicio redondo. Tres años después, en 2012, tenía 53.400 millones de dólares en territorios de baja tributación. Su factura al Tesoro debería ascender a 18.690 millones de dólares. Sus recientes CEO’s se han retirado con pensiones multimillonarias.
10. Corning
Sexenio sin pagos de impuestos, con 10 millones de reposiciones fiscales y más de 3.400 millones de beneficios durante el citado periodo en los que atesoró 11.900 millones en paraísos y centros off-shore. En total, debería haber contribuido con 4,16 billones de dólares al Fisco entre 2008 y 2013. Su CEO, Wendell Weeks, es miembro de la Mesa de los Negocios.
Estos datos, suministrados por varias fuentes, desde Tax Justice a firmas de asesoramiento legal, think-tanks y ONG’s, están visibles en la web personal del que fuera aspirante presidencial en la carrera demócrata hacia la Casa Blanca, Bernie Sanders, a modo de denuncia permanente. Para muchos, el político que hubiera evitado la designación de Donald Trump, cuya doble y agresiva rebaja fiscal, en Sociedades y Renta, pone en peligro, para no pocos economistas, la salud futura de las finanzas federales.
Cerca de 76.400 millones de dólares defraudados a la UE
Pero hay más. El pasado año, Forbes hacía público, a partir del escándalo de la atracción desleal (e ilegal) de multinacionales al Luxemburgo del entonces primer ministro Jean Claude Juncker, ahora presidente de la Comisión Europea por los respaldos de Angela Merkel y otros dirigentes consevadores -entre ellos, Mariano Rajoy-, por el que las arcas de los 28 países miembros dejaron de ingresar entre 45.500 y 76.400 millones de dólares anuales, según el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo encargado de su valoración, un ranking de las siete firmas multinacionales más defraudadoras en el Viejo Continente. Casi todas, estadounidenses. Y, sin excepción, utilizaron una batería de subterfugios tributarios que, cuanto menos, resultan ser de dudosa legalidad. Con movimientos de sus cuentas altamente sospechosos. Destaca siete.
1.- Google: En 2014, movió unos 10.700 millones de euros desde su división en Holanda hacia Bermudas, registros asignados a una filial denominada Google Ireland Holdings. Una estrategia denominada “double Irish, Dutch sándwich” que le facilitó un pago impositivo real de sólo el 6% de sus beneficios fuera de EEUU. Su sucursal irlandesa declaró 18.000 millones de euros de beneficios en 2014. Está bajo la lupa supervisora de Bruselas y de varios socios de la Unión.
2.- Apple: Ha sido acusada de ser una de las pioneras de los métodos de evasión fiscal a través de acuerdos fraudulentos con autoridades impositivas de países como Irlanda. Y Luxemburgo. Un estudio conjunto del Center for Tax Justice y del US Public Interest Research Group Education Fund afirma que Apple tiene acumulados más de 181,1 billones de dólares en beneficios off-shore, más que ninguna otra compañía, mientras que su tasa tributaria efectiva es del 2,3%.
3.- Starbucks: Su relación de privilegio, en este caso, es con el Fisco holandés, refugio de las famosas Entidades de Tenencia de Valores, al que la Comisión Europea, en su dudoso afán por armonizar los tributos de la Unión (o, al menos, de la zona del euro) ha llegado a catalogar como “regulación con amplias y selectivas ventajas impositivas”. La firma cafetera estadounidense ha admitido que ha aminorado la presión fiscal en Holanda en más de 30 millones de euros desde 2008, al pagar apenas 2,6 millones en impuestos por unos beneficios de 407 millones.
4.- Ikea: La multinacional sueca ha sido acusada de impagos fiscales por un valor superior a los 1.000 millones de euros en los últimos seis ejercicios.
5.- Amazon: Ejemplo de ingeniería fiscal, según las autoridades tributarias británicas, por su compleja estructura financiera y registros contables. Las peticiones de boicot a los productos de la multinacional tecnológica de la distribución comercial logró que las arcas del Tesoro del Reino Unido recibieran pagos por sus ventas reales. Igual que sus delegaciones en Alemania, España e Italia. Entre otras. Hasta entonces, tributaba exclusivamente por ellas en Luxemburgo.
6.- Gap: La firma de moda de San Francisco apenas pagaba impuestos en Reino Unido desde 2011. Su estrategia tributaria, que toma como base de sus operaciones Holanda, evitaba el pago de millonarias facturas fiscales por exenciones en derechos de propiedad intelectual, industrial y royalties.
7.- Microsoft: La multinacional tecnológica con sede en Seattle no declaró sus 2.400 millones de dólares de ventas de 2012 por la docilidad impositiva de Luxemburgo. Una constante durante los años de crisis, en los que el tipo tributario medio que pagó en suelo europeo fue del 2,8%.
La afrenta de las grandes corporaciones a las autoridades tributarias de todo el mundo es brutal. Porque sólo las compañías estadounidenses no financiera con cuentas abiertas en centros off-shore han eludido impuestos por un valor indeterminado que oscila entre los 1,5 billones y los 2,5 billones de dólares. Es decir, un tamaño que excede, siguiendo la horquilla planteada, a las economías de España y de Italia. Las 500 mayores acumulan 1,66 billones de dólares de liquidez, el 10% de su capitalización bursátil y el 20% de sus ingresos. Una fluidez de caja que constrasta con sus escasas aportaciones fiscales.
Este escenario ha llevado a fondos de inversión como Ditadel a calificar de “nada realista” la doble rebaja impositiva de Trump, que pretende dejar en el 15% el tipo máximo de Sociedades y en el 35% el de la Renta. El fundador de esta billonaria firma, Ken Griffin, es una de las últimas voces en aconsejar al líder republicano que abandone su proclama neoliberal porque el recorte es “dramático” y deteriorará sin remedio “ocho años de acumulación de déficit y deuda”, gastos “de récord”, nunca vistos en la historia reciente de la mayor economía del mundo.
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