Bankia ha anunciado el viernes que pagará con cargo a los resultados de 2017 un dividendo por acción de 11,024 euros, una remuneración por título idéntica a la del año anterior. El pago se hará en efectivo y  en un único pago, que está previsto se efectúe el próximo abril.

Ese mes, por tanto, el Estado (de no variar su participación del 60,933% del capital de la entidad que ostenta actualmente), recibirá 207 millones de euros en concepto de dividendo.

De ese modo, el banco nacionalizado, que acaba de culminar su fusión con la también nacionalizada BMN, habría devuelto al Tesoro un 12,7% de los 22.424 millones en ayudas que recibió la entidad durante su rescate.

Concretamente, con la privatización de un 7,5% del capital de Bankia efectuada en febrero de 2014, que aportó 1.304 millones de euros; la llevada a cabo en diciembre pasado con la venta de otro 7%, que supuso 818 millones de ingresos adicionales para el FROB, y los cuatro dividendos pagados, el Estado habrá recuperado ya un total de 2.863 millones de euros.

En total, el banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri repartirá entre sus accionistas en abril unos 340 millones de euros en dividendos, lo que supone un 7% más que el año precedente, según la propuesta del consejo de administración a la junta general de accionistas.

Será el cuarto dividendo en la historia de Bankia. Desde que en julio de 2015 la entidad abonó su primera retribución al accionista, el pago acumulado alcanzará los 1.160 millones de euros.

La entidad ha subrayado que ha conseguido generar suficiente capital como para acometer la integración de BMN sin que esta operación haya afectado al dividendo por acción. Parte del dividendo irá a retribuir también a los antiguos accionistas de BMN, actuales accionistas de Bankia. Así las cuatro fundaciones de las cajas que dieron origen a la entidad percibirán conjuntamente cerca de 3,5 millones.